Diario Granma ataca a Guillermo Fariñas

El periódico Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, publica hoy lunes un artículo en que acusa al disidente Guillermo Fariñas de cargos de mantener una conducta violenta, por los cuales ha sido sancionado en dos oportunidades.

Bajo el título Cuba no acepta presiones ni chantajes, el artículo es también un ataque a los "diplomáticos extranjeros y medios de prensa" que, según Granma, manipulan a Fariñas.

La referencia a diplomáticos extranjeros parece estar destinada especialmente a España.

El gobierno español ha dicho que expresará esta semana a las autoridades cubanas su "preocupación por la salud'' del disidente en huelga de hambre, indicó el pasado sábado una fuente diplomática española a la AFP.

"Haremos una gestión la semana que viene con las autoridades cubanas para expresar nuestra muy seria preocupación por la salud de Fariñas'', declaró la fuente, después de que un diplomático español pidiera al disidente que abandonara la huelga de hambre y éste se negara.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, indicó el jueves pasado que el gobierno español seguirá "pidiendo la liberación de los presos políticos'' y haciendo "todo lo posible para que no haya más fallecimientos'' de disidentes en Cuba.

El diario cubano se hace eco de las denuncias reportadas en la prensa internacional, de que no existe interés alguno en salvar la vida del opositor, y de que incluso se ha ordenado por el presidente Raúl Castro que se le deje morir, una declaración que ha hecho el propio Fariñas.

“La manipulación es tal que reportes periodísticos llegan a plantear que el Gobierno cubano ha indicado que se deje morir a este asalariado de la Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, sin apuntar ni una palabra sobre los múltiples esfuerzos de nuestros profesionales de la salud por asistir a esa persona", señala Granma.

Luego añade que Fariñas "transita de una posición afín a la Revolución, a una conducta antisocial", sin entrar en detalles.

El disidente participó en la Guerra de Angola, por lo que es "combatiente internacionalista".

Sobre los supuestos desajustes de conducta de Fariñas, Granma declara que el "primer acto público que reveló el claro desajuste de su personalidad, y que no tenía ningún matiz político, ocurrió a finales del año 1995, cuando agredió físicamente a una mujer, funcionaria de la institución de salud donde laboraba como sicólogo, ocasionándole múltiples lesiones en el rostro y los brazos. El delito motivó una sanción de tres años de privación de libertad sin internamiento, además de imponérsele una multa de 600 pesos".

"Para evadir la justicia inventó su primera huelga de hambre y poco tiempo después traspasó el umbral del activismo contrarrevolucionario", agrega la publicación.

"Un segundo hecho en el año 2002 ratifica la característica violenta de este sujeto y el evidente desprecio por su Patria y los ciudadanos que la defienden. En plena ciudad de Santa Clara, Fariñas golpeó fuertemente con un bastón a un anciano que había impedido un acto terrorista de un enviado personal del criminal Luis Posada Carriles", añade Granma.

"Los daños en el lesionado provocaron una urgente intervención quirúrgica para extirparle el bazo. Una vez sancionado a 5 años y 10 meses de privación de libertad en la Causa 569 de 2002 del Tribunal Popular Provincial de Villa Clara, echa mano de nuevo a su método de hacer show: la huelga de hambre", agrega el diario.

"El 5 de diciembre del 2003, en atención a sus padecimientos de salud, se le concedió una licencia extra-penal (en el artículo 31, incisos 3.b y 4, del Código Penal, se establece la facultad de conceder la suspensión del internamiento al sancionado a privación de libertad por causas justificadas, sobre la base de que observe buena conducta), en cumplimiento de nuestras leyes y con base en la concepción humanitaria de nuestra justicia y sistema penitenciario", dice Granma.

Con frecuencia el gobierno cubano echa mano a la táctica de difamar a sus opositores y trata de convertir a los opositores pacíficos en vulgares delincuentes.

En ocasiones, la divulgación de falsedades se apoyan en elementos aislados de verdad, pero que en su totalidad presentan un panorama falso, y en otras se trata simplemente de difundir mentiras.

La táctica, por otra parte, no es exclusiva de Cuba y no fue inventada por el régimen de La Habana. Se trata de una visión desplazada, que deforma la perspectiva de conjunto e intenta convertir en demonio al enemigo, o en simple delincuente. No hay originalidad en este empeño, empleado con éxito anteriormente por la Alemania nazi, la Unión Soviética de Stalin y la China de Mao.

En los últimos días, el gobierno de la Isla ha ensayado esta fórmula con Zapata, el médico Darsi Ferrer y ahora con Fariñas. Llama la atención lo repetitivo del argumento. También resulta muy significativo que La Habana apele a un expediente delictivo en tres casos que, además de ser opositores pacíficos al régimen, tienen en común que sus protagonistas, por el color de su piel, pueden ser objeto de discriminación al pertenecer a la raza negra, que precisamente la revolución triunfante proclamó que iba a reivindicar y a darle la posibilidad de una integración plena.

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