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Cuba, el terrorismo islámico y “Martínoticias”

El servicio noticioso del gobierno de Estados Unidos, destinado a Cuba, persiste en la falta de ética periodista

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Una nota aparecida en Martínoticias lleva un titular sorprendente: “Islamistas capturados en EEUU presumen de entrenamiento militar en Cuba”. Lo lógico es esperar tras ese título son datos de que los supuestos terroristas fueron adiestrados en la Isla para realizar actividades terroristas. No es así. ¿Por qué esta agencia noticiosa gubernamental se empeña en difundir información sin verificar y bajo supuestos que al parecer solo persiguen complacer lectores ávidos emocionalmente de establecer vínculos entre el Gobierno cubano y el actual terrorismo internacional es algo que debían responder quienes dirigen dicho servicio?

Dice Martínoticias: “Un hombre, presuntamente de nacionalidad cubana, fue capturado el 5 de octubre, junto a un estadounidense, mientras intentaban unirse al grupo terrorista Estado Islámico viajando a través de México hasta Siria, según dijeron las autoridades estadounidenses y consta en el documento de la Corte de Wisconsin”.

Yosvany Padilla Conde, de 30 años, fue capturado junto a Jason Ludke, de 35 años, mientras ambos viajaban para integrarse al grupo terrorista Estado Islámico.

Cabe esperar que Padilla Conde sea el supuesto cubano.

Los dos hombres son residentes de Milwaukee y han sido acusados en una corte federal de intentar brindar apoyo material al ISIS, y fueron arrestados por el FBI cerca de San Angelo, Texas, mientras viajaban de Wisconsin a México, donde pensaban obtener ayuda y documentos necesarios para viajar a Siria y/o Irán, según Fox News.

Jason Ludke es alguien bien conocido por el sistema legal de Wisconsin. Su nombre aparece en la lista del estado como “sex offender” luego de haber sido condenado en la corte del condado Brown County por un cargo en segundo grado de asalto sexual a un niño. En 2009 fue convicto de enviar cartas a un juez en que lo amenazaba de matarlo a él y su familia.

Padilla-Conde alegó que él había hablado con Ludke de viajar al exterior, y que él “pensaba separarse de Ludke una vez que ellos llegaran a México”, siempre de acuerdo a Fox News. Al parecer, se trata de un inmigrante indocumentado viviendo en Milwaukee, de acuerdo al sanangelolive.com. Este dato hace dudar de que se trate de un cubano. A ello se agrega que Padilla-Conde dijo a los agentes que se había marchado de Wisconsin porque estaba a punto de ser deportado, de acuerdo a The New York Times.

Sin embargo, lo que más llama la atención es que Martínoticias realice un titular donde especifica que ambos hombres convertidos al islamismo fueron entrenados militarmente en Cuba.

Esto, sencillamente, no es cierto.

Lo que dice el documento de la corte de Wisconsin es que Ludke dijo que Padilla-Conde tenía entrenamiento en el uso de armas de fuego adquirido durante el tiempo en que formó parte del Ejército en Cuba.

No aparece en parte alguna que ambos hombres fueran entrenados en Cuba, no hay claridad en ninguna de las notas de diferentes órganos de prensa de que Padilla-Conde fuera cubano, ni tampoco queda claro las razones de su deportación, salvo que fuera un inmigrante indocumentado y por lo tanto resulta sin explicación las razones por las cuales no se pudo acoger a la Ley de Ajuste Cubano, como es lo común en tales casos. Tampoco hay nada que fundamente que realmente Padilla-Conde, si es realmente cubano, algo dudable, formó parte de las fuerzas armadas de la Isla. Y si ocurrió esto último, en el caso de sea cubano, lo más probable que dicho entrenamiento se limitara a pasar el Servicio Militar vigente en ese país.

Con un simple comentario de uno de los encausados, cuyo historial delictivo lleva a dudar no solo de la veracidad de lo que dice sino incluso sobre su salud mental, Martínoticias ha armado una nota en la que se limita a reproducir las aparentes declaraciones de odio de los causados.

Cabe preguntarse por qué dedicar tanto espacio a decir que eran hombres “sedientos de sangre” y con un “plan para unirse al brutal grupo Estado Islámico” y no poner en perspectiva la información para que el lector analice la información, en vez de vender lo dicho bajo un manto amarillista digno del National Enquirer.

Se supone que una agencia noticiosa del Gobierno de EEUU no tiene entre sus objetivos el sensacionalismo barato. ¿O es que Martínoticias, en Miami, es la excepción de la regla?


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