Actualizado: 22/04/2024 20:20
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Espacio Laical, Iglesia Católica

Exeditores de “Espacio Laical” aclaran los motivos de su salida

Espacio Laical seguirá adelante, con un nuevo equipo de realización. Tendrá defensores y detractores, igual que ahora, expresa la nueva dirección

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La salida de Roberto Veiga y Lenier González Mederos, como editor y viceeditor de Espacio Laical ha provocado diversos comentarios en la blogosfera. A continuación, reproducimos textualmente el mensaje que Lenier González envió a CUBAENCUENTRO:

“Con motivo de las reacciones mediáticas causadas por un pequeño mensaje enviado a un grupo de 16 colaboradores de Espacio Laical queremos compartir las siguientes consideraciones:

El pasado 2 de mayo solicitamos nuestra renuncia como editores de la revista al cardenal Jaime Ortega, a través de la figura de Gustavo Andújar Robles, recién nombrado director de la publicación. Era la tercera vez, en los últimos dos años, que pedíamos nuestra dimisión. En el día de ayer se nos informó que finalmente había sido aceptada por el también Arzobispo de La Habana. Las dos peticiones anteriores nunca fueron aprobadas por el Cardenal. En ese entonces, por consideración a su persona aceptamos continuar ejerciendo nuestras funciones.

En la nota de despedida enviada a estas 16 personas (colaboradores cercanos de la publicación y amigos), y que llegó a manos de la prensa, afirmamos que “fuimos liberados de nuestras obligaciones”. Muchos medios, en un principio, expresaron que “habíamos sido destituidos”. Reconocemos que la frase se prestaba a equívocos, dando lugar a un incidente muy desagradable, pues en el contexto de la renuncia acordamos con la dirección de la revista darle bajo perfil a nuestra salida y, en un inicio, no hablar con la prensa. Reiteramos que abandonamos Espacio Laical por nuestra propia voluntad y no como fruto de ninguna destitución. El término “liberados de nuestras obligaciones” se refería, en efecto, a la aprobación de nuestra renuncia por parte del Cardenal.

El motivo principal que nos llevó a solicitar nuestra dimisión como editores ha estado relacionado con la polémica que genera, en determinados sectores de la comunidad eclesial, el perfil socio-político de la publicación. Esta problemática ha sido causa de tensiones que se han proyectado sobre la figura del Cardenal-Arzobispo y sobre nuestras personas. En tal sentido, creímos oportuno —y así lo seguimos pensando— que no era moralmente adecuado seguir conduciendo una publicación que provocaba divisiones dentro de la propia comunidad eclesial, donde se encuentran las posiciones de quienes piensan que la Iglesia no debe inmiscuirse “en política” y los que creen que no debe abrir sus espacios a todos los actores de la sociedad civil cubana. En tal sentido, y en concordancia con lo anteriormente expuesto, llegamos a comprender la imposibilidad de mantener el cauce editorial de la revista Espacio Laical tal y como ha sido hasta nuestros días.

Hasta cierto punto nos conmueve que una comunicación privada, para amigos, como fue el correo electrónico enviado a estas 16 personas, se convirtiera en motivo de preocupación para tantos hombres y mujeres, dentro y fuera de Cuba, que inmediatamente nos mostraron su cercanía y preocupación. Igualmente, lamentamos el tono agresivo y desproporcionado de la Nota de Gustavo Andújar hecha pública este miércoles.

Humildemente pedimos disculpas si hemos agraviado a alguien alguna vez en estos 10 años. Agradecemos a todos los colaboradores de Espacio Laical, los verdaderos protagonistas de esta aventura, sin los cuales nada hubiese sido posible. Siempre nos hemos considerado simples servidores. También hacemos pública nuestra gratitud al cardenal Jaime Ortega por apoyar nuestra gestión, hasta donde le fue posible. Igualmente, reconocemos con mucho cariño el trabajo desempeñado por el querido padre Carlos Manuel de Céspedes, por su lealtad sin fisuras y por señalarnos el camino y la serenidad de espíritu para recorrerlo.

Hacemos votos por el éxito de la gestión del nuevo equipo editorial y su director, para que sigan sirviendo a nuestro país y a la Iglesia con la impronta del Papa Francisco.

Finalmente, hacemos votos por Cuba, nuestra querida Patria, por la que seguiremos trabajando con la misma pasión de estos últimos 10 años, implorando, desde nuestra pequeñez, la gracia de Dios y de la Virgen de la Caridad del Cobre.

Roberto Veiga y Lenier González”.

Hasta aquí el mensaje recibido en CUBAENCUENTRO.

Por su parte, la nueva dirección de Espacio Laical también envió a CUBAENCUENTRO un mensaje, que igualmente se reproduce textualmente:

“En la tarde-noche de ayer 10 de junio de 2014, comenzaron a circular en la Red informaciones relativas a una supuesta destitución de Roberto Veiga y Lenier González como editor y viceeditor, respectivamente, de esta revista.

La mayoría de los reportes reproducían total o parcialmente el artículo publicado por Ivette Leyva en el sitio Café Fuerte, elaborado a partir de la escueta nota circulada por Roberto y Lenier ayer en la tarde por correo electrónico a su amplia red de contactos.

La gravemente inexacta formulación de la noticia se basa, obviamente, en que el núcleo informativo de la nota circulada por Roberto y Lenier no se ajusta estrictamente a la verdad. En ella afirman: “hemos sido liberados de nuestras obligaciones como editor y viceeditor de la revista”, recurriendo al eufemismo habitualmente utilizado en los medios oficiales cubanos para referirse a la destitución de algún funcionario.

Roberto y Lenier no fueron “liberados de sus cargos”, en el sentido en que la expresión se emplea en Cuba, sino que renunciaron a ellos, en el sentido en que esa expresión se emplea en todas partes. Nadie los obligó a renunciar. Nadie les exigió, pidió, o siquiera les sugirió que renunciaran. Simplemente hicieron efectiva una renuncia que habían anunciado en más de una oportunidad, incluso con un horizonte temporal muy definido. En alguna ocasión anterior dijeron categóricamente que renunciaban, y se les disuadió de hacerlo. Esta vez se les aceptó la renuncia.

En un mensaje de correo electrónico del 2 de mayo de 2014, Lenier pidió al director de la revista: “Comunícale oficialmente al Arzobispo que Roberto y yo dejamos de ser, desde el día de hoy, los editores de la revista”. No es difícil comprender que para Espacio Laical y para la Arquidiócesis la concreción de esa transición generaría una situación compleja, que tomaría tiempo asimilar. Debido a esto, y a otras situaciones coyunturales, no fue hasta ayer, 10 de junio, que se tomó una decisión definitiva y se le comunicó a Roberto Veiga que la renuncia de ambos era aceptada. Siguió la circulación de su equívoca nota de despedida, cuyos resultados están a la vista.

Siempre es duro decirlo, pero nadie es imprescindible. Espacio Laical seguirá adelante, con un nuevo equipo de realización. Tendrá defensores y detractores, igual que ahora, aunque no necesariamente críticas y alabanzas tengan igual contenido o provengan de los mismos grupos que ahora. Sobre su calidad, sus logros o fracasos habrá, como sobre toda empresa humana, una amplia gama de opiniones. Se hará, nadie lo dude, con el empeño de servir a Cuba y a la Iglesia.

Gustavo Andújar
Director de Espacio Laical.”

Hasta aquí la información enviada por Espacio Laical.

Hay sin embargo una realidad que va más allá de los mensajes enviados a la prensa.

“El hecho se produce en un momento en que la Archidiócesis de La Habana había redefinido las funciones de este medio para dejar de ser el órgano de prensa del Consejo de Laicos para convertirse en proyecto del Centro Cultural Félix Varela.

Este es el motivo por lo que el rector de ese centro, el presbítero Yosvany Carvajal, asume la nueva dirección de la publicación. Aunque se había anunciado que tanto Veiga como González Mederos habían sido ratificados como editor y vice editor, tras la renovación del Consejo Editorial, trascendió que ambos habían solicitado ser liberados”, señala desde Cuba 14ymedio.

Espacio Laical se había convertido en un escenario donde se estaban debatiendo temas candentes de la actualidad nacional. De alguna forma empezó a ser la plataforma de lo que se ha dado en llamar una “oposición leal”. Esto ha sido visto desde sectores de la oposición como un juego con el gobierno; y desde sectores oficialistas como un peligroso caballo de Troya, agrega 14ymedio.

La publicación había organizado conferencias y paneles en La Habana con la participación de autores cubanos residentes en el exterior.

Veiga y Mederos habían acuñado el concepto de “oposición leal”, que generó un amplio debate fuera de Cuba. El último número de la edición digital, actualizada el pasado 31 de mayo, cuenta con sendos trabajos, titulados “Los dilemas de la lealtad”, de González, y “Oposición leal: construyendo caminos de estabilidad y progreso”, de Veiga, dijo por su parte el blog Café Fuerte.

Ambos estaban a punto de lanzar un libro con la participación de Armando Chaguaceda, así como de los historiadores exiliados Rafael Rojas y Haroldo Dilla sobre la idoneidad del criterio de “lealtad” en la política cubana, así como el “nacionalismo revolucionario” como plataforma, agrega Café Fuerte.

Desde México, Chaguaceda dijo a Café Fuerte que estaba sorprendido con la noticia.

“Me sorprende, porque la revista había alcanzado un nivel de sostenibilidad y había ganado un espacio y de respeto de muchos públicos con un lenguaje moderado, propositivo y dialógico. Es sintomático que pase después que el debate haya llegado a temas estructurales específicos como la oposición, puede ser que haya asustado a algún sector conservador de la Iglesia o Estado, o de ambos”, opinó Chaguaceda.

Espacio Laical ha contado con la participación en sus páginas de un amplio grupo de intelectuales del exilio. Además de los mencionados, también han contribuido Carmelo Mesa Lago, Arturo López-Levy, Luis Manuel García y Alejandro Armengol, entre otros. Resta esperar que esta línea a favor de la diversidad y amplitud de criterios continúe bajo la nueva dirección.


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