La nueva temporada ciclónica será menos activa que en 2010

Cuba afronta una nueva temporada de ciclones que comenzará el miércoles y que se prolongará hasta el 30 de noviembre, con la previsión de ser menos activa que en 2010 aunque ligeramente por encima del promedio histórico y bajo el llamamiento en la Isla a ser previsores.

En declaraciones a EFE, el director del Centro de Pronósticos del Tiempo, del Instituto de Meteorología de Cuba, José Rubiera, advirtió de la necesidad de “estar preparados” porque “un pronóstico de temporada no quiere decir mucho desde el punto de vista práctico”.

Los pronósticos meteorológicos indican que esta temporada no contará con la presencia de fenómenos como “la Niña” y “el Niño”, que implican factores influyentes, y prevalecerán condiciones que calificó como “neutras”, sin embargo, “eso no significa nada”.

Lo mejor es que “nos preocupemos más cuando tengamos un huracán en las cercanías”, según Rubiera, quien se mostró convencido de que “no hay nadie que pueda dar un pronóstico a largo plazo sobre estos fenómenos”.

Rubiera indicó que la cifra de fenómenos previstos está ligeramente por encima del promedio histórico, unas diez tormentas tropicales y huracanes en toda la región del Atlántico, el mar Caribe, el Golfo de México, aunque advierte que la costa del Pacífico mexicano también debe estar incluida en las probabilidades.

En especial, el meteorólogo subrayó que el “pico” de la temporada de ciclones se fija en los meses de agosto a octubre, con particular énfasis en la primera semana de septiembre.

Además, recordó que en el ciclo de 2010 se registraron en la región 19 organismos ciclónicos, entre tormentas tropicales, 12 huracanes, cinco de ellos de gran intensidad, aunque ninguno tocó Cuba.

Los cubanos solo recibieron a mediados de octubre del año pasado el golpe de la tormenta tropical Paula en el oeste y centro de la Isla, y a principios de noviembre el ligero azote de Tomás, que con sus aguaceros torrenciales y fuertes vientos golpeó a varias provincias orientales y también a La Habana, donde dejó 22 derrumbes, 119 averías eléctricas y cuatro heridos.

Rubiera insistió en señalar que “si se le dice a las personas que esta va a ser una temporada ‘menos activa’, la gente tiende a bajar la guardia” y por eso, cree importante recalcar que lo más recomendable es “estar preparados siempre”.

Con ese objetivo, la Defensa Civil desarrolló el pasado fin de semana en el país el habitual ejercicio popular denominado Meteoro, centrado en la preparación general de las acciones para casos de desastres, sobre todo ante la proximidad de la etapa de ciclones.

Los huracanes son los fenómenos naturales que más desastres han provocado en la historia de Cuba.

Todavía quedan huellas del paso de Gustav, Ike y Paloma, que en 2008 causaron siete muertos, daños valorados en 10.000 millones de dólares y la peor agresión al ecosistema de la Isla en 50 años, dejando su mayor afectación en los suelos.

A pesar de los daños ocasionados durante esta década por huracanes como Michelle en 2001, Charley en 2004, Dennis en 2005 y los tres citados de 2008, su larga experiencia lidiando con estos fenómenos climatológicos también refleja periodos exentos de fenómenos tan poco deseados.

Entre 1985 y 1996 no pasó por la Isla ni un solo huracán, y entre 1952 y 2001 no llegó ninguno de gran intensidad.

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