La OPS se hace eco del Gobierno cubano sobre cólera en la Isla

Los casos confirmados de cólera en Cuba se elevan a 85 y tres personas han fallecido desde que se detectó un brote de la enfermedad a finales del mes pasado, indicaron este miércoles fuentes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

La cifra de casos en la provincia de Granma confirmado por la OPS, de acuerdo con un reporte de Efe, coincide con la divulgada el domingo 3 en un canal de televisión por la epidemióloga gubernamental Ana María Batista González. “Los tres fallecidos eran adultos mayores con antecedentes de enfermedades crónicas”, añadió la OPS, de la que Cuba es miembro, citando la información dada por el Gobierno de La Habana.

La OPS mantiene, hasta ahora, la información sobre el brote de la enfermedad contenida en el comunicado del Gobierno de Cuba fechado el 3 de julio.

Por su parte, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos no menciona el cólera, ni recomienda la vacuna contra ese mal, entre sus advertencias para los viajeros a Cuba.

Las autoridades cubanas informaron el 28 de junio que habían detectado la infección intestinal, causada por la bacteria vibrio cholerae, acompañada por fuertes dolores, diarrea y deshidratación, y confirmaron que tres personas habían fallecido.

Pozos contaminados

La organización panamericana describió el brote como “un incremento en el número de enfermedades diarreicas agudas relacionadas con el consumo de agua proveniente de pozos locales contaminados”.

El aumento de estos casos se registró en los municipios de Manzanillo, Niquero, Yara, Bartolomé Masó y en la ciudad de Bayamo, capital de la provincia de Granma, en el sureste de la Isla.

La OPS señaló además que “dentro de las medidas implementadas para la prevención y control de este evento, las autoridades nacionales han realizado el muestreo de pozos de aguas particulares y estatales, clausura de pozos contaminados, abastecimiento de agua clorada en las zonas afectadas, la supresión de salideros de agua, limpieza de fosas e higienización y un programa de educación sanitaria a la población”.

Ausencia de información

Por su parte, críticos al gobierno se preguntan por qué la información de la enfermedad se conoce a cuentagotas, pero no es la primera vez que se restringen los detalles con respecto a un brote, de acuerdo con un reporte de este martes de BBC Mundo.

La agencia recuerda cómo en la década de los 90, el entonces vicepresidente Carlos Lage confesó a varios periodistas que había sido él personalmente quien ordenó que no se brindara información sobre una epidemia de dengue en la zona oriental de Cuba.

BBC Mundo considera que el Gobierno cubano teme que se genere una campaña mediática internacional que afecte el turismo, aunque reconoce que el silencio oficial nunca ha servido más que para desatar “los más oscuros rumores”.

Según la agencia, México y Alemania emitieron una alerta sanitaria a sus ciudadanos, si bien el país europeo señala que el peligro de contagio del cólera para quienes visiten Cuba es muy bajo, si se evita el contacto con los enfermos en hospitales de la región.

En Manzanillo

Desde Manzanillo varios vecinos declararon a BBC Mundo que se mantiene un cordón sanitario para evitar la difusión del brote, aunque está abierta la salida y entrada de la ciudad. En los hospitales tienen prioridad absoluta las personas con los síntomas.

Las brigadas hacen muestreo de pozos y del abasto de agua clorada, suprimen salideros, limpian fosas y las higienizan. También se prohibió a los trabajadores autónomos vender líquidos y los médicos afirman tener “los recursos necesarios para la adecuada atención de los pacientes”.

Por su parte, el asesor de la OPS en Cuba, Jorge Hadad, dijo a BBC Mundo que La Habana no ha solicitado asistencia para combatir la enfermedad y agregó que a su juicio el país “tiene la formación técnica, la experiencia y los recursos para combatirlo”.

Según el especialista, el cólera podría haber llegado “desde Haití, República Dominicana o África, lugares desde donde hay gran trasiego de viajeros”. Sin embargo, afirma que es necesario estudiar cómo se contaminaron entonces las fuentes de agua.

La respuesta de Salud Pública

El periodista Fernando Ravsberg, de BBC Mundo, considera en su nota que la Isla “cuenta con la capacidad de la salud pública cubana para responder ante casos de emergencia que es reconocida en Cuba y en el extranjero”, y pone como ejemplo el trabajo en el control de la epidemia de dengue en Cuba y el del cólera en Haití.

Subraya “la eficiencia y experiencia de la Salud Pública cubana en situaciones de emergencia”, que explican por qué “no hay más problemas de salud en la Isla a pesar de las difíciles condiciones sanitarias que existen”.

Por otro lado admite la existencia de problemas con la recogida de la basura, las filtraciones en los acueductos que contaminan el agua potable” y de “cloacas con salideros” por doquier.

Ravsberg concluye que en los brotes de este tipo de enfermedades se ve favorecido además por el clima de la Isla: “tropical y húmedo”, “un excelente caldo de cultivo para microorganismos”.

La última epidemia de cólera en Cuba ocurrió en 1882 y los últimos casos se registraron poco después del derrocamiento del presidente Fulgencio Batista, en 1959.

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