Raúl Castro sepultó las cenizas de Vilma Espín junto a la que será su propia tumba
A la ceremonia asistieron los cuatro hijos y los nietos del matrimonio.
El gobernante provisional de Cuba, Raúl Castro, sepultó este viernes las cenizas de su esposa, Vilma Espín, en un nicho ubicado al lado de otro similar que dice: "Raúl", su futura tumba, según imágenes transmitidas por la televisión oficialista de la Isla, informó la AFP.
En ceremonia militar, un pelotón femenino disparó tres salvas, y entre las ofrendas florales había una de Fidel Castro, dijeron medios locales.
Según la AP, durante la ceremonia se escuchó la voz grabada de Espín con las canciones infantiles que cantaba a sus hijos Déborah, Mariela, Nilsa y Alejandro, y otra pieza dedicada a su esposo titulada Sin ti no puedo vivir jamás.
El propio Raúl Castro depositó una urna de madera con las cenizas en una gran piedra de granito, en el mausoleo del Segundo Frente, ubicado en las montañas de Santiago de Cuba, donde ambos combatieron en la década de los cincuenta.
En medio de un recogimiento de los presentes, Raúl Castro tomó la urna, le dio un beso a los restos de Espín, con la que estuvo casado 47 años, cerró los ojos un instante con su mano derecha sobre la urna y dio la orden de colocar la tapa de bronce con el nombre de "Vilma" y medio escudo nacional. La otra mitad del escudo corresponde al que será su propio nicho.
El monolito está escoltado por cinco palmas reales y cañones de fusiles, un bosquecillo y las palabras de Fidel Castro a Raúl en su reencuentro tras el desembarco del Granma en 1956 y el desastre del combate de Alegría de Pío: "...siete fusiles, ¡ahora sí ganamos la guerra!".
Frente a Espín descansa el bailarín español Antonio Gades, quien murió en 2004, era amigo personal de la familia y pidió ser enterrado en la Isla.
A la ceremonia asistieron los cuatro hijos de Raúl Castro y Vilma Espín: Déborah, Mariela, Nilsa y Alejandro, sus ocho nietos, otros familiares y un grupo reducido de compañeros de lucha y amigos.
Vilma Espín murió el lunes de la semana pasada a los 77 años tras una larga enfermedad que las autoridades no han especificado, aunque versiones de prensa hablan de cáncer linfático.
Los funerales de la mujer que mayor poder político alcanzó en la Isla se realizaron el martes, cuando decenas de miles de cubanos le dieron el adiós a sus fotos, en la Plaza de la Revolución de La Habana, su natal Santiago de Cuba y otras capitales de provincia.
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