Arturo Sandoval canta a Manzanero

El trompetista cubano Arturo Sandoval (Artemisa, 1949) hace mancuerna con el compositor, arreglista y productor argentino Jorge Calandrelli (Barbra Streisand, Barry Manilow, Regina Carter, Andrea Bocelli, Elton John, Paquito D’Rivera, Celine Dion, Cheo Feliciano, Eddie Daniels, Luis Miguel, Ricky Martin...) en el álbum Eternamente Manzanero (Perseverance Records, 2014).

Ya el fundador de Irakere había trabajado con el prestigioso músico bonaerense, quien le ha dado al pop cierta distinción por sus singulares arreglos orquestales para la sección de cuerda. El intérprete de “Luna de miel en Guamá”, “Turí” y “Blue en dos partes”, entre otros éxitos instrumentales, ha ganado dos Latin Grammy en colaboración con Calandrelli: A Time For Love (Concord Music, 2010) —Mejor Álbum Instrumental— y Tango. Como yo te siento (Pattaya, 2012) —Mejor Álbum de Tango—. “Trabajar con Sandoval es muy grato. Nos entendemos bien: las ideas fluyen de manera espontánea”, ha dicho el director musical de Tony Bennett.

Los boleros de Manzanero han sido siempre muy bien acogidos en Latinoamérica y España, alcanzando posicionarse a través de intérpretes de diferentes lenguas (Roberto Carlos, Andrea Bocelli, Frank Sinatra, Elvis Presley, Elis Regina, Tony Bennett, Christina Aguilera, Vikki Carr...). Vale mencionar los surcos melódicos de correspondencia entre muchos boleristas cubanos y el pianista/compositor/cantante de Yucatán. “Conocí su música en México y me identifiqué con ella. Mis canciones coinciden en algunos dibujos armónicos con sus atmósferas románticas. Manzanero es un gran compositor de melodías transparentes en donde el amor protagoniza muchos sucesos”, declaró en una entrevista en 1979, uno de los más destacados exponentes del filin, José Antonio Méndez.

Arturo Sandoval decidió rendirle tributo al autor de “El ciego”: Eternamente Manzanero está conformado por doce temas del mexicano bajo formato orquestal de trompeta/flugelhorn/teclados/voz (Arturo Sandoval), piano/sintetizadores/arreglos (Jorge Calandrelli), batería (Johnny Friday), bongoes (Andy García), percusiones (Alexis Pututi Arce), violin (Belinda Broughton), cello (Andrew Shulman), voz invitada (Armando Manzanero). Orquestaciones de conformidades carentes de vuelo imaginativo: el combo suena sin apostura, y la prosodia instrumental vacila constantemente entre lo inexpresivo y el desgano.

Comienza el desacierto con “Nada personal”: las inflexiones aburridas de Sandoval convierten este tema en una agonía para el escucha, quizás la atmósfera sentimental se salva en el intermedio, con la intervención vocal del yucateco. “Esta tarde vi llover”: traslación a ciertos retumbos de bossa nova en lamentable vocalización del exIrakere. Una de las composiciones más hermosas de la canción mexicana, “Como yo te amé” —indiscutible obra maestra del autor de “Por debajo de la mesa”—, el trompetista la frasea sin las exaltaciones inflexivas que las mutaciones melódica/armónicas exigen a cualquiera que intente modularla. (Indiscutiblemente, el cubano y el argentino no conocen la espléndida versión de la mexicana Eugenia León.)

Lo mismo sucede con “Mía”, “Llévatela”, “No sé tú” y “Te extraño”, boleros contiguos al filin cubano: la imprecisa postura vocal de Sandoval nunca alcanza registros consumados. Cuatro momentos destacados del álbum: la secuencia rítmica en “Llévatela”; el solo de la trompeta en el puente de “No”; el sugerente introito de la trompeta y el contrapunteo con el piano en “Adoro”; y la espléndida introducción y diálogo de la trompeta con las modulaciones vocales en “Voy a apagar la luz”. Dibujos de bolero, señales de jazz (sutiles pronunciaciones bop) y bossa nova. Violin y viola en acentuaciones, a veces empalagosas en propósito de alcanzar una atmósfera romántica que desemboca en retumbos kitsch.

En Arturo Live At The Blue Note (HN Alf Note, 2004), el hijo spiritual de Dizzy Gillespie hacía unas declamaciones dentro del estilo rap/funk y scat que los melómanos aceptábamos con satisfacción cómplice (“Eso es lo que hay”, “Blues for Diz”); años después en Rumba Palace (Telarc, 2007) volvía a sus pretensiones de vocalista en “A gozar”, “El huracán del Caribe” y “Having Fun”: piezas marcadas por exaltaciones rítmicas, las dicciones del autor de “Nouveau Cha Cha” eran aceptadas; pero, en esta producción, las anhelos crooner del artemiseño redundan en un fiasco total.

Fonograma grabado en los estudios del músico cubano, residente en Estados unidos. “Convivir en ese espacio donde me diste un lugar, tomar café, desayunar, comer, oír música; en fin todo lo que en un hogar se vive como es el tuyo”, escribió Manzanero en agradecimiento a la hospitalidad del virtuoso jazzista. Válidos los designios, se agradecen; pero, esta producción fracasa porque Sandoval no es vocalista, ni tiene apostura para abocarse a esa faena: su filin está en la ejecución virtuosa de la trompeta, que en este CD escasamente se aprecia.

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