Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Fernando Pérez estrena en la Isla su última película, 'Madrigal'

'La película aspira por lo menos a dejar una inquietud en los espectadores', dijo el cineasta a los periodistas.

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AFP/ La Habana. Fernando Pérez, quien hace cuatro años impresionó con Suite Habana, presentó este jueves en La Habana su último filme, Madrigal.

"La película aspira por lo menos a dejar una inquietud en los espectadores", dijo el cineasta a los periodistas, a muchas de cuyas preguntas respondió: "podría dar una respuesta ambivalente, pues es eso, pero también puede ser lo contrario".

"Nada es lo que parece", es la frase más repetida del guión, donde los personajes no son buenos ni malos, son de una manera para alguien y de otra para otros, en una realidad donde no hay verdades absolutas, ni imposiciones.

Pérez, realizador de Clandestinos, Hello Hemingway, Madagascar, La vida es silbar y Suite Habana, cuestiona en esta película los sentimientos, la verdad, la honestidad, la ternura y otros valores.

Con ello no busca escapar de su realidad, pues "es una película cubanísima, está hecha aquí, aquí están mis motivaciones y mi realidad", dijo, y aclaró: "hay lecturas que se aplican a Cuba, pero también preocupaciones del mundo en que vivimos".

Aunque señaló que Madrigal se ubica en "las antípodas" de Suite Habana, como en ese trascendente y estremecedor documental, "la imagen y la banda sonora tienen la responsabilidad principal en la expresión".

La cinta está dedicada al cineasta Rene Clair (1898-1981), pues según Pérez, él hizo el final que no le permitieron hacer al francés en su película Grandes Maniobras, pues juzgaron como muy trágico que la protagonista del romance se suicidara con gas.

"Si algo me gusta de la película son las imágenes y la atmósfera que se crea", dijo Pérez, que se auxilió de un equipo que ya es fijo: Edesio Alejandro en la banda sonora, Raúl Pérez en la fotografía, Rafael Rey y Miguel Morales en la dirección de producción, y Erick Grass en la dirección de arte.

Director y coguionista junto a Eduardo del Llano y Susana María, Pérez encontró la atmósfera trágica de su película en un cuadro de 1937 del fallecido pintor Marcelo Pogolotti, La evasión, que se reproduce en la habitación de la protagonista.

La cinta, de una hora 50 minutos (dos historias entrelazadas), es una coproducción cubano-española con un elenco bastante joven, a no ser por la presencia de Luis Alberto García.

Para la española Carla Sánchez es una ópera prima y para el octogenario cubano-español, Armando Soler (Cholito), su película póstuma, pues falleció unos meses antes del estreno.

Carlos Enrique Almirante y Liety Chaviano, los protagonistas, logran una actuación aceptable, aunque Pérez se declara "no ser un director de actores", ni la dramaturgia es el elemento principal de la película, sentada realmente sobre el guión, las imágenes y la atmósfera.