Actualizado: 22/04/2024 20:20
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Exaltación de ex comisarios políticos

Intelectuales difieren respecto al debate sobre el 'quinquenio gris'

'No se habló nada sobre libros de autores cubanos que no se publican o de la falta de espacio para el debate', dijo Reina María Rodríguez sobre la reunión de Casa de las Américas.

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La poetisa Reina María Rodríguez consideró "insuficiente'' la conferencia sobre el "quinquenio gris" realizada en la Casa de las Américas, cuya entrada fue restringida tras el debate de intelectuales cubanos por la exaltación en medios de la Isla de ex comisarios políticos, informó EFE.

Según Rodríguez, "hay demasiada tela por donde cortar, demasiadas cosas no discutidas por muchos años'' y "es imposible pensar que una reunión pueda satisfacer tantas preguntas, expectativas y deseos''.

"Faltaron artistas y escritores (…) una generación que siente y piensa con notables diferencias a la mía'', dijo la escritora, quien agregó que hubo intervenciones "excelentes'' de algunos cineastas y académicos, pero ''no se habló nada sobre libros de autores cubanos que no se publican o de la falta de espacio para el debate''.

El intercambio de emails que precedió el encuentro, dijo Rodríguez, "ha producido una verdadera unidad para el intercambio de criterios y diferencias, una manera de conocernos sin límites: otra geografía''.

La polémica estalló cuando aparecieron en televisión —entre el 17 de diciembre y el 8 de enero— Luis Pavón Tamayo, ex titular del Consejo Nacional de Cultura; Jorge Serguera, ex presidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), y Armando Quesada, responsable del área teatral, bautizado "Torquesada" en referencia a Tomás de Torquemada, primer Gran Inquisidor de España (1420-98).

Entonces varios intelectuales residentes dentro y fuera de la Isla —incluso algunas de las víctimas de esta etapa represiva— mostraron su indignación en mensajes que hicieron circular por email.

El escritor Reynaldo González, quien participó en el debate ante el ministro de Cultura, Abel Prieto, y Roberto Fernández Retamar, director de Casa de las Américas, dijo a EFE que analizaron un momento "muy feo'' y de "extremismo político''.

''Ese período fue siniestro y el personaje Pavón y otros que lograron influir en la cultura nacional, desplazaron a los artistas más serios, destruyeron un movimiento teatral que era espléndido en Cuba'', afirmó el escritor de 66 años, que estuvo diez años sin publicar en la Isla.

González, Premio Nacional de Literatura 2003, dijo que "fue un diálogo abierto, sano y transparente, donde todo el mundo que quiso argumentó y hubo un consenso mayoritario de que eso hay que pararlo y creo que se va a parar. Fue muy productivo y esperanzador''.

Por su parte, el escritor Frank Padrón consideró "muy ilustrativo, esclarecedor y oportuno'' el encuentro, pero se mostró "bastante escéptico'' sobre el futuro del debate y dijo que "ojalá esta coyuntura sea un cauce para tratar sobre muchos de estos problemas''.

La cineasta Rebeca Chávez dijo que "hubo intervenciones sólidas'' y "un acercamiento a una realidad que fue muy compleja, ocasión para hablar con transparencia de las heridas abiertas'', aunque, en su opinión, "hay que esperar a próximas reuniones''.

En tanto, la AFP informó que el ensayista Ambrosio Fornet dijo durante el encuentro: el peligro de repetir esa época "es justamente lo que estamos tratando de conjurar", y añadió que el análisis de esos años se postergó bajo los preceptos de "no poner en peligro la unidad" y "darle armas al enemigo".

Pero, señaló Fornet, "tampoco conviene olvidar que los pactos de silencio suelen ser sumamente riesgosos", porque crean "un simulacro de unanimidad que nos impide medir la magnitud real de los peligros".

TEMA: La exaltación de ex comisarios políticos

"Parecía que la pesadilla era cosa de un remoto pasado, pero lo cierto es que cuando despertamos el dinosaurio todavía estaba allí", dijo Fornet, parafraseando el cuento El dinosaurio, del fallecido escritor guatemalteco Augusto Monterroso.

Los tres funcionarios ejecutaron una política cultural que, bajo la influencia del realismo socialista de la Unión Soviética, generó purgas en el sector artístico-cultural de quienes no cumplían los "parámetros" —ser revolucionario y heterosexual, afirmó el ensayista— aprobados en el Congreso de Educación y Cultura de abril de 1971.

Pero otros artistas fueron "castigados" con la realización de trabajos en la agricultura o la construcción por "problemas ideológicos", explicó Fornet, quien reconoció que todo ello frenó, aunque no detuvo, el desarrollo de la cultura.

"Un retroceso sería fatal para la cultura cubana, sería algo realmente desastroso volver a un periodo de dogmatismo, cierre, sospecha, miedo", dijo a la AFP el escritor Leonardo Padura.

Las bases de la política cultural fueron sentadas por Fidel Castro en junio de 1961, en un discurso a intelectuales en el que definió que "dentro de la Revolución, todo; contra la Revolución, nada".

En la reacción por la reaparición de los censores, que desembocó en un frenético intercambio de mensajes electrónicos dentro y fuera de la Isla, muchos reclamaron una discusión a fondo pero desde la política trazada por Castro en 1961, otros, sobre todo en el exterior, una revisión crítica de los 48 años de socialismo.

Ante un potencial conflicto, la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) emitió el 18 de enero una declaración que ratificó que "la política cultural de la Revolución es irreversible", y advirtió: "no nos dividirán ni las torpezas ni los que quieren aprovecharse de ellas para dañar a la Revolución".

La UNEAC "comparte la justa indignación de un grupo de nuestros más importantes escritores y artistas", añadió, y admitió que en la realización de los programas televisivos se cometieron "graves errores".

"No hemos sabido si el disparate mediático respondía a una insidiosa operación de rescate, a una caprichosa expresión de amiguismo o a una simple muestra de irresponsabilidad", dijo Fornet.

Desiderio Navarro (58), director de la revista Criterios y quien promovió el debate, se preguntó por qué la "resurrección" surge en este "singular momento de la historia" de Cuba, de gobierno provisional de Raúl Castro ante la enfermedad de su hermano Fidel.

La UNEAC subrayó que la política cultural "antidogmática, creadora y participativa de Fidel y Raúl (…) es irreversible".