Apretada victoria de Industriales ante Matanzas

Industriales conquistó este sábado una apretada victoria 4-2 sobre Matanzas en el tercer partido de la final de la División Occidental del béisbol cubano, y tomó la delantera en la serie por dos triunfos contra uno.

Según reporte de Prensa Latina, el choque, que comenzó en la noche del sábado y culminó en la madrugada de hoy, fue una verdadera odisea, “con múltiples movimientos estratégicos, varias jugadas insólitas y mucha carga dramática”, al extremo de estar detenido más de 30 minutos en una ocasión por la aparición en escena de un presunto “bate ilegal”.

Las casi 60 mil personas presentes en el estadio Latinoamericano de esta capital sufrieron, disfrutaron, polemizaron y hasta se rieron con el espectáculo, que comenzó matizado por un excelente duelo de lanzadores entre el visitante Maikel Martínez, formado en el club Pinar del Río, y el industrialista Frank Monthiet, campeón olímpico en Atenas 2004.

En el tercer episodio Matanzas abrió el marcador al fabricar dos carreras, remolcadas por Ariel Sánchez, con doblete a lo profundo de la pradera izquierda, y Yurisbel Gracial, con sencillo al jardín derecho.

La conexión de Sánchez estuvo rebozada de polémica pues el bate utilizado por el jugador yumurino “no cumplía con las norma 6.0.6 del reglamento de la competición, el cual prohíbe la utilización del bate en ciertas condiciones específicas, como astillado en la punta que era el caso”, según declaró a Prensa Latina el mentor de los locales Lázaro Vargas.

Con el pizarrón del parque del Cerro capitalino exhibiendo victoria parcial 2-0 de Matanzas, comenzó la parte baja de ese mismo tercer capítulo, cuyo protagonista fue nuevamente Ariel Sánchez, con un error de libro sobre un elevado de Irait Chirino que hubiera significado el tercer out de la entrada (de manera increíble la conexión fue acreditada doblete por los anotadores oficiales pero ciertamente la bola dio en el medio del guante de Sánchez).

Después de esa fatal marfilada, los bateadores de Industriales se soltaron a batear y empataron el partido tras ligar sencillos sucesivos de Juan Carlos Torriente y Rudy Reyes (empujó una carrera y explotó al abridor matancero), con par de pelotazos a Alexander Malleta y Serguei Pérez (remolcó la segunda).

De ahí en adelante el desafío “se tranquilizó” un poco, hasta el octavo capítulo cuando devino la debacle del Matanzas, tanto desde las directivas tácticas utilizadas por el manager Víctor Mesa como por los errores infantiles de los jugadores.

En la parte alta de ese inning, y ya con el segundo relevista local Antonio Romero en el montículo, los matanceros colocaron hombres en primera y segunda con un out, momento diseñado por Mesa para ordenar un inaudito doble robo que “mató” el posible rally tras ser puesto out en tercera el corredor que se dirigía hacia esa almohadilla.

“El doble robo fue mandado, tenía que arriesgar, no puedo jugar conservador”, aseguró en conferencia de prensa el director matancero, quien una vez más apostó por la inspiración divina y, de paso, olvidó que el receptor titular de Industriales es Frank Camilo Morejón, integrante de la selección nacional a la Copa Mundial Panamá-2011.

Durante la etapa regular de la Serie, Morejón cogió robando a 18 corredores, mientras permitió 16 robos positivos, para un extraordinario 53 por ciento de eficacia al tirar a las bases.

Finalmente Matanzas recibió cero en esa octava entrada, dando pie al manido proverbio deportivo de que cuando no las haces te las hacen, en referencia a las carreras. Y así fue.

Rudy Reyes abrió la parte baja de ese inning por los Leones, con un elevado rompe nubes dentro del cuadro que picó de manera insólita entre el lanzador, el antesalista, el torpedero, y el segunda base, hecho que situó la carrera de la ventaja en circulación sin out y sacó de juego al serpentinero Joel Suárez, autor de un soberbio relevo hasta entonces.

Con Reyes en primera, Malleta se embasó por boleto y acto seguido Vargas sustituyó a su quinto bateador en el orden ofensivo Serguei Pérez por Carlos Tabares, para que este tocara la bola y adelantara a los corredores.

El capitán de los azules cumplió a cabalidad su cometido, aunque el fruto recogido fue mayor del programado, pues el antesalista Gracial recogió fácil el rodado de sacrificio, pero erró el tiro a primera, provocando una carrera para los anfitriones y dejando un corredor en tercera, que a la postre anotaría por elevado de sacrificio de Yasmani Tomás.

De esta manera, Industriales doblegó 4-2 a Mantazas y tomó la delantera en la final divisional de Occidente, que tendrá hoy su cuarto desafío con un presunto duelo entre el zurdo local Ian Rendón y el derecho visitante Jorge Alberto Martínez.

El crédito de la victoria en el tercer partido correspondió a Armando Romero (uno y un tercio de entrada, sin permitir hits ni carreras, con dos ponches propinados), mientras Joel Suárez cargó con el revés, en gran medida por las deficiencias defensivas de su novena.

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