Los Cachorros quieren volver a ser un equipo con aspiraciones al título

Las frustraciones de las últimas temporadas no han desanimado al presidente de los Cachorros de Chicago, Tom Ricketts, en su misión de volver a convertir al equipo de la Liga Nacional en un serio aspirante a luchar por el título de la División Central.

Rickets ha estado ocupado en los últimos 16 meses desde que su familia tomó el control del legendario equipo, que no gana una Serie Mundial desde 1908, en ver la manera de diseñar una nueva reconstrucción que sea la buena.

Bajo su mando, los Cachorros han buscado nuevas vías de obtener ingresos, solicitaron fondos estatales para efectuarle mejoras a su venerable estadio Wrigley Field.

Además también ganaron aprobación financiera para la instalación de un nuevo complejo para sus entrenamientos de primavera en Mesa, Arizona y andaban en busca de un nuevo terreno en la República Dominicana para instalar su nueva academia.

"Necesitamos tener una organización que cuente con la gente adecuada, pero que además tenga el lugar adecuado para entrenar y el lugar exacto para mejorar", declaró Ricketts antes de que los Cachorros efectuaran su primer entrenamiento de la pretemporada.

El presidente de los Cachorros está convencido que van por el buen camino, especialmente en el campo administrativo y de reorganización interna del equipo.

"Obviamente el año pasado fue decepcionante en el campo, pero fuera de él logramos hacer algunas cosas... que nos pagarán dividendos con el tiempo", destacó.

Ricketts admitió que estaba complacido con las contrataciones que hizo en el receso de la campaña el gerente general Jim Hendry, al que le tocó trabajar con un presupuesto austero.

Los Cachorros traspasaron para obtener al abridor Matt Garza, firmaron al dominicano agente libre Carlos Peña por un año y 10 millones de dólares, mientras que volvió el veterano lanzador Kerry Wood por una temporada y 1,5 millón de dólares.

El equipo de Chicago tuvo una nómina aproximada de 145 millones de dólares al comienzo de la temporada pasada y quedaron en el quinto lugar de la División Central.

Este año, la nómina costará a los Cachorros entre 10 y 12 millones de dólares menos que la del 2010.

"Cada año se debe ganar, sin importar si se tiene una nómina alta o baja. Ustedes reciben el mismo mensaje de nuestra parte... para que estos jugadores tengan esos salarios, es decir que es algo maravilloso para ellos, pero ellos están aquí para ganar y lo saben", agregó.

Ricketts explicó que está buscando elaborar un plan financiero para mejorar el Wrigley Field, el segundo estadio más antiguo de las Grandes Ligas, que fue construido en 1914.

Su propuesta de emplear 20 millones de dólares en bonos estatales para renovar el vecindario del estadio ha enfrentado la oposición del gobernador Pat Quinn y de otros.

"Continuaremos conversando con nuestros funcionarios electos. Vamos a trabajar en esto juntos, para lograr una gran solución y para cuando esto ocurra podremos anunciar que esto es la mejor respuesta, entonces todo el mundo nos apoyará", agregó Ricketts.

El presidente de los Cachorros también se mostró optimista de cara al rendimiento que va a tener este año el equipo dentro del diamante y para eso la pretemporada debe ser la mejor y más completa.

"Todos estamos mentalizados para hacer bien las cosas, pero especialmente comprometidos con el máximo de esfuerzo tanto dentro como fuera del campo para ser cada día mejores", subrayó Ricketts.

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