Tribunal de apelaciones da victoria parcial a agente de jugadores cubanos

El agente de jugadores cubanos Gustavo “Gus” Domínguez logró una victoria legal parcial al conocer que una corte de apelaciones de Atlanta revirtió parte de la sentencia que le fue impuesta por los cargos de transportar y alojar a inmigrantes que no tenían permiso para estar en el país.

El tribunal federal del Undécimo Circuito de Apelaciones consideró que “Gus” Domínguez no tendría que haber ido a prisión, por los cargos de haber traído ilegalmente a cinco beisbolistas cubanos.

Sin embargo, en el fallo del tribunal, formado un panel de tres jueces, mantuvo la sentencia de culpabilidad que recibió Domínguez por cargos de contrabando.

Domínguez fue sentenciado a cinco años de prisión al declararlo culpable en abril de 2007 de pagar para que los peloteros cubanos llegasen desde su país en bote de forma ilegal, en el 2004.

El agente cubano recibió en enero la libertad anticipada, pero su abogado, Ben Kuehne, declaró que estaba emocionado con la decisión del tribunal, a pesar que ya no se encontraba en la cárcel.

“Más vale justicia tarde que nunca”, argumentó Kuehne cuando valoró el fallo que había dado el tribunal de apelaciones.

Domínguez adquirió fama en el mundo deportivo al ser el agente que negoció el contrato de René Arocha, el primer jugador cubano que desertó hacia Estados Unidos para jugar como pitcher con los Cardenales de San Luis (1993-95) y luego con los Gigantes de San Francisco (1997).

Sus conocimientos del mundo del deporte cubano lo aprovechó como plataforma para establecer en Los Ángeles una empresa que representaba a más de 100 deportistas, entre ellos varios peloteros desertores cubanos.

Sin embargo, también se hizo famoso con un proceso que asustó a otros agentes que habían representado a jugadores cubanos y temían ser blanco de una investigación federal.

Durante el juicio, la defensa intentó presentar a Domínguez como un profesional dedicado a ayudar a los jugadores cubanos que vivían oprimidos.

Los abogados dijeron entonces que Domínguez tenía una casa en California en la que permitió que se quedaran los jugadores, les enseñó a utilizar una cuenta bancaria y los presentó a buscadores de talentos de las Grandes Ligas.

Sin embargo, los fiscales presentaron a Domínguez como un profesional, que en su intento de lucro violó la ley federal de inmigración y puso en peligro la vida de los deportistas cuando participó en la organización de dos viajes para traerlos de Cuba e introducirlos de contrabando en Miami, en 2004.

La fiscalía también consideró que el procesado infringió la ley federal de inmigración cuando alojó a los jugadores cubanos en Los Ángeles mientras éstos esperaban para presentar su solicitud de asilo.

El tribunal federal del Undécimo Circuito de Apelaciones en su fallo concluyó que no había pruebas suficientes para sustentar la declaración de culpabilidad que le fue impuesta al agente deportivo por los cargos de transportar y alojar a inmigrantes extranjeros que no tenían permiso para estar en el país.

Según la decisión, lo anterior se debió en parte a que no había indicios de que los cubanos, a su llegada a California, hubieran intentado evitar de manera activa a los funcionarios de inmigración.

Sin embargo, en el mismo fallo los jueces no desecharon los otros cargos por los cuales Domínguez fue declarado culpable.

El panel concluyó que sí había evidencia amplia de que Domínguez “sabía o hizo caso omiso en forma flagrante” del hecho de que los cubanos carecían de permiso para ingresar en Estados Unidos y mucho menos para poder trabajar en ninguna actividad, incluida la deportiva.

© cubaencuentro.com