Actualizado: 28/03/2024 20:04
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Disidencia, Blogueros

Cartografía de Blogolandia (II)

Segunda y final de una serie de dos partes, en que el profesor Ted Henken traza un mapa de la blogosfera cubana

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La “blogosfera alternativa”, entendida como aquella que aborda la realidad cubana desde una perspectiva no oficial aunque no obligatoriamente disidente, ¿qué recepción tiene entre la población cubana, dado no solo el escaso acceso de ésta a Internet, sino las trabas gubernamentales a su difusión y el grado de empatía entre su mensaje y la sociedad a la cual se dirigen? ¿Qué matices has descubierto dentro de ella y en qué medida esos matices condicionan la tolerancia por parte del régimen? ¿Existe en ella alguna diferenciación sobre la base del público a que se dirige su mensaje: exclusivamente a los ciudadanos de la Isla o expresamente hacia un lector externo?

TH: Es muy difícil saber a ciencia cierta qué recepción tienen estos blogs en la población cubana. Yo diría que hay una recepción amplia entre una población muy limitada: una élite educada y urbana. Apostaría a que todos los graduados de la Lenin leen a Yoani, aunque no todos estén de acuerdo con ella (sí la mayoría); gente del mundo del arte, la politología, de la información. Quienes leen la prensa internacional puede que lean los blogs a menudo u ocasionalmente. En general, no creo que más de un 5-10 % de la población cubana acceda a los blogs directamente con frecuencia. El dato oficial es un 14 % de acceso, pero ello, en la mayoría de los casos, se remite al correo electrónico o la intranet. Otro problema es que nunca se sabe, gracias a la doble moral, quién lee a quién.

Estando en Cuba, al hablar con personas jóvenes de la élite educada, escritores, etc., todos están actualizados con lo que ocurre en la blogosfera. Pocos pueden acceder directamente a los blogs, pero acceden a través de sitios proxy, y se distribuyen los posts mediante memorias flash, se corre la bola electrónica. Hay oleadas de conocimiento y opinión escondidas dentro de esos jóvenes. Estaba yo conversando con Reinaldo Escobar, cuando llegó Yoani y me contó que había ido a buscar su permiso de salida y la visa de España. “Y entonces me mandaron a buscar una certificación médica”, dijo. “Estaba sentada en la oficina, a la espera que me tocara el turno para solicitar el documento, cuando un señor que trabaja allí se me acerca y me pregunta ‘¿Tú eres Yoani?’” Ella le respondió que sí y el hombre, en un cuchicheo, le dijo: “Te admiro mucho”. Y se levantó. Cuando a Yoani le tocó su turno, la mujer que la atendió, al ver su nombre, le dijo: “Quiero que sepas que te leo”. Y continuó con el papeleo. Al final, se paró frente a una ventanilla. La persona que la atiende se ha levantado para ir al baño, pero cuando la ve, regresa. Yoani le dice que no hay apuro, que vaya al baño, que ella puede esperar. Pero la mujer, guiñándole el ojo, le dice que si es por una buena causa, en referencia a que Yoani pueda viajar, lo hacemos ahora. Un modo de comunicarle su solidaridad sin decirlo abiertamente. Eso demuestra que ya el mundo dentro de Cuba sabe más acerca de quiénes son los blogueros y qué están haciendo.

En cuanto a los matices dentro de la blogosfera, hay que decir que hace un par de meses el Gobierno cubano cambió su estrategia en el trato que dispensa a la blogosfera alternativa. Anteriormente, había bloqueado un grupo de blogs, en particular los de Voces Cubanas. En marzo se levantó el bloqueo y el Gobierno comenzó una campaña de difamación contra esos blogueros. Desde los hoteles es posible conectarse con esos blogs, con el Miami Herald, Penúltimos Días, aunque no con Café Fuerte.

Sobre los matices y la tolerancia, creo que la regla es la siguiente: mientras los blogueros se queden comunicándose mayormente con el exterior y mientras no salgan a la calle, van a ser tolerados. En la medida que desarrollen un público cubano masivo, no ese 5 %, y cuando tengan un verdadero impacto sobre la opinión pública, van a ser reprimidos como enemigos de la revolución. Mientras los blogueros se mantengan en el espacio virtual, serán tolerados, pero en la medida que traten de pasar a movimientos de gente en la calle, e incidir en la vida pública, como el apoyo a presos políticos y movimientos disidentes, serán vistos como una amenaza. Ya tú sabes: ¡La calle es de Fidel!

Los blogs oficiales, entendidos como aquellos cuya apertura ha facilitado el Gobierno y cuyos autores concuerdan básicamente con la postura oficial, ¿hasta qué punto son oficialistas? ¿En qué medida han asumido cierta independencia de criterio, aunque ello no llegue al enfrentamiento con las autoridades? ¿Hay en ellos matices, diversidad, espontaneidad, o puede hablarse de esta blogosfera como de un disciplinado escuadrón de blogueros oficiales?

TH: Hay muchos matices. Creo que el quinto grupo de los que mencioné (BYCR, los de la UPEC, etc.) son los únicos blogs verdaderamente oficialistas. En Havana Times es frecuente encontrar críticas desde la izquierda a la revolución, a sus contradicciones, hipocresía, e incluso defienden la libertad de expresión de los blogueros de Voces Cubanas. Havana Times aboga por un socialismo democrático donde exista el derecho a disentir. Bloggers Cuba tampoco es oficialista. Sus integrantes son jóvenes que están, mayoritariamente, de acuerdo con el socialismo, pero desde una posición reformista (política, de género, racial), sin ser disidentes. El blog de Elaine Díaz recientemente subió dos posts: “Blogger y punto” discute esa manía de adjetivar a los blogueros como oficialistas o mercenarios y defiende su libertad de ser blogueros y punto. En el segundo post, cuenta que negó una entrevista a Radio Martí, a la que considera un medio del Gobierno norteamericano y marcadamente anticubano (yo mismo había dado su teléfono celular a los productores de Radio Martí para que conozcan y hablen con blogueros distintos a los del portal Voces Cubanas de vez en cuando). Aunque el Gobierno, en Las Razones de Cuba, presentó a Elaine como la Anti Yoani, a mi juicio ella no quería ser celebrada ni usada por un lado ni por el otro.

Hay miembros de Bloggers Cuba que se asocian con los de Voces Cubanas, mientras otros se niegan a cualquier asociación con los “malos de la película”. Los de La Joven Cuba son los más cercanos a la postura oficial, aunque no los tildaría de oficialistas. Obviamente, están patrocinados por instituciones oficiales y eso establece ciertos límites. Pero, al mismo tiempo, creo que hacen un esfuerzo legítimo para hacer oír sus propias voces. Si no, no se hubieran reunido conmigo, ni hubieran subido una crónica muy veraz de nuestra reunión. Aunque deduzco, por lo que me pasó con la Seguridad del Estado, que nuestra conversación se filtró —ignoro si fue intencionadamente por su parte o casual—. En cualquier caso, nuestro diálogo fue muy abierto y sincero, aunque su retórica no disienta en lo esencial de la oficial. En su sección de comentarios puede encontrarse una muestra de independencia, dado que no los censuran siempre que estén relacionados con el tema y no apelen a la grosería o alienten a la violencia. Vale la pena observar en estos comentarios la diversidad de voces.

Quienes sí son un escuadrón disciplinado son los de BlogCip y BYCR, cuyo propósito manifiesto es la defensa de la Revolución y combatir a sus enemigos. Y añadiría el blog de Yohandry. No son blogs alternativos sino repetidores de la voz del Gobierno. De hecho, BlogCip (Blogs Periodistas Cubanos) declara abiertamente en su barra de bienvenida: “Esta plataforma constituye una vía para contribuir a desplazar el cúmulo de información tergiversada o errónea sobre Cuba, y dar a conocer desde dentro de la Isla cómo piensan, viven, luchan y trabajan los cubanos en un país constantemente hostigado por quienes tratan de impedir que 11 millones de personas decidan libre y soberanamente su destino.”

Como queda claro, hay matices entre los blogs de los diferentes grupos.

Yo pregunté a todos los blogueros sobre estas etiquetas de mercenarios, oficialistas, independientes, alternativas, etc., y la mejor respuesta fue la de Reinaldo Escobar: “La blogosfera alternativa cubana”, me dijo, “se diferencia del resto de la blogosfera cubana en varios aspectos: Uno: Un aspecto material. Quienes estamos dentro de la blogosfera alternativa accedemos a Internet de tres modos: pagándolo a 6 u 8 CUC por hora en los hoteles. Dos: Accediendo a través del servicio que prestan algunas embajadas: la de Holanda, la Oficina de Intereses de EEUU, la de Suecia. Y tres, a través de una conexión más o menos negra o ilegal mediante ciudadanos extranjeros que subalquilan su tiempo. Esa es una diferencia entre la blogosfera alternativa y la que incorrectamente se llama blogosfera oficialista, la cual en su inmensa mayoría accede a Internet por las redes que tienen las instituciones, donde son autorizados a acceder, autorización que no viene nunca del administrador de la red, quien no tiene poder para eso, sino de más arriba. Por eso, cuando una persona se expresa a través de esa blogosfera sabe que todo lo que escribe está siendo controlado, y si dice algo que se sale de lo aceptado, posiblemente se le niegue el acceso, algo que ya ha ocurrido. Otra diferencia entre ambas blogosferas es el enfoque. Quienes están en la alternativa usan su libertad para hacer cosas prohibidas. Son pocas las personas que usan la libertad para hacer cosas autorizadas. No obstante, en la blogosfera alternativa encuentras a personas con un blog sobre numerología, sobre antropología o crónicas de viajes. No necesariamente la blogosfera alternativa es contestataria, aunque cualquier acción que realice una persona en Cuba que no venga orientada o que no esté debidamente autorizada por las instituciones es, en sí, una acción contestataria. Así se trate de fundar un club de defensores de las salamandras. Eso va a parecer raro. ¿Quién te dio permiso para fundar ese club? ¿Está autorizado por el Ministerio de Ciencia y Protección de la Naturaleza, o por el Ministerio de Agricultura? Porque se sobreentiende que luego esa persona puede pedir fondos para mantener ese club. ¿Qué va a hacer con ese dinero? ¿De dónde viene? ¿Quién te lo dio? Ese es el asunto. En Cuba, cualquier actividad que tenga una implicación social y que no esté autorizada es, por su propia naturaleza, contestataria. Y esa es una diferencia entre la blogosfera alternativa y la otra”.

Yo comparto esas palabras de Reinaldo, esa clasificación. Como dije antes, hay que hacer la pregunta: “¿Quién te puede quitar tu acceso al Internet?” Tu respuesta a esta pregunta, sea cual sea tu posición política o ideológica, indica algo importante sobre tu nivel de independencia. Parece que Reinaldo evita emplear la palabra oficialista porque descalifica lo que dice una persona al considerarla un portavoz sin ideas propias. Él cree que hay cierta libertad dentro de esa blogosfera institucional, pero está limitada por la institución si se sale de la línea oficial. Hay autocensura y doble moral, y el lector se ve obligado a leer entre líneas esos blogs. En el caso de Yoani, Reinaldo y otros del grupo de Voces Cubanas, se podría decir que “ya han perdido todo” en cuanto a trabajos o posiciones oficiales y, así, también han perdido algo del miedo y la doble moral que es tan común en Cuba a la hora de expresar un criterio propio. Como cantó Janis Joplin sobre Bobby McGhee: “Freedom’s just another word for nothin’ left to lose” (“La libertad es tan solo otra manera de decir que ya no tienes nada más que perder”). Pero, ojo, también tenemos que reconocer que ellos disfrutan de acceso a través de embajadas de países que a su vez tienen sus propias políticas. Podría pensarse que ellos también son controlados, censurados o que se autocensuran para preservar este acceso. Podría pensarse que no van a decir “abajo el embargo”, “que vuelvan los cinco”, etc., desde la oficina de intereses norteamericanas, aunque sí han criticado políticas norteamericanas repetidas veces, lo cual demuestra su independencia.

¿Qué vínculos existen entre ambas blogosferas, la oficial y la alternativa? ¿Existen puentes, comunicación, comentarios mutuos, preguntas y respuestas, o, por el contrario, intentan existir en espacios estancos? Y, a su vez, ¿cómo tú ves la respuesta del público respecto a ambas?

TH: El mensaje claro que me llevé de mis entrevistas con esos grupos es que no hay mucha comunicación ni muchos puentes ni mucha voluntad de comunicarse entre sí, aunque sí ha habido intentos. Hablando con Orlando Luis, Yoani, Reinaldo y Miriam Celaya, descubrí que en varias ocasiones han tratado de invitar a blogueros de otros grupos, en especial de La Joven Cuba o Bloggers Cuba, a participar en eventos de ellos o a ser entrevistados por ellos. Iván García y Laritza Diversent también trataron de entrevistar a los de La Joven Cuba, pero no recibieron respuesta. En el episodio que va saliendo ahora mismo de Razones Ciudadanas No. 5, que es sobre la blogosfera cubana alternativa precisamente, Yoani y Reinaldo me dijeron que invitaron a Elaine Díaz y a Pedro Campos para participar con ellos, pero ambos se negaron. Los de Bloggers Cuba dicen que también invitaron a Yoani Sánchez a participar en un evento hace un par de años, y que ella no vino. Yo no sé mucho de ninguno de los dos casos, no puedo verificar ninguna de esas historias. Ha habido casos, muy pocos, de intercambio, y eso es un éxito del Gobierno: mantener aislados, miedosos, desconfiados, a estos grupos de blogueros.

Un personaje interesante dentro de este grupo es Orlando Luis Pardo Lazo, quien parece tener amigos y conocidos en Voces Cubanas, Havana Times y Bloggers Cuba. Fue el único nombre con una resonancia social y amistosa en los tres grupos. Al ser escritor y joven se mueve en varios mundos y, en lo personal, tiene amigos en varios grupos. Me recuerda que algunos de los blogueros de los otros grupos lo conocen no por blogger sino por escritor, o sea porque han leído sus libros. Curiosamente, mi visita y la crónica que publiqué sobre mi visita y mi expulsión ya han sido asumidas como una denuncia que comparten entre ellos y los ha aproximado a dialogar entre sí. El hecho de que yo, un yuma, me haya comunicado y dialogado con todos ellos, de algún modo los hace más conscientes (y los avergüenza) de que ellos no dialoguen entre sí.

¿Crees que, a pesar del poco acceso a Internet, la blogosfera cubana está contribuyendo a crear un espacio de diálogo social con y entre la ciudadanía, una nueva sociedad civil, o, por el contrario, su influencia es mínima?

TH: Es muy difícil contestar a esta pregunta. Yo diría que la influencia es muy limitada, aunque los espacios van creciendo poco a poco, una resonancia que tiene la blogosfera en los medios internacionales que más tarde repercute en la Isla. También, a través de los comentarios hay un desarrollo de debate y diálogo, preguntas y respuestas, aunque desgraciadamente abunda el ciberchancleteo (el insulto, la difamación, la violencia verbal). Un problema de la blogosfera mundial y de la cubana, desde luego, es que demasiada gente usa seudónimos. Si alguien no está dispuesto a poner su nombre y su cara, ello demuestra que todavía hay mucha inmadurez, desconfianza y miedo.

He notado en la sociedad cubana, y especialmente en buena parte de los jóvenes, una enorme apatía ante el debate político, como si nada de lo que se diga o se haga pudiera cambiar el curso de unos acontecimientos que están ya prescritos por la “voluntad divina”. Su interés es “ir escapando” o escapar definitivamente. ¿Ha cambiado algo la blogosfera y su debate esa especie de resignación social?

TH: También es muy difícil afirmar si hay más confianza en el cambio, en una resignación social, o en resolver su caso familiar o personal a través del escape, del exilio. Creo que la mayoría de los jóvenes cubanos no confían ni tienen esperanza de que su voz se va a oír, ni de que vaya a tener un efecto, un impacto en lo social y lo político. En eso no se diferencian mucho de los jóvenes de otras partes del mundo. Pero sí creo que la apatía política en Cuba es mayor en el sentido de que esos jóvenes cubanos han sido educados en una retórica política donde siempre se habla de “nosotros”, la masa, el pueblo, y ese joven cubano se siente muy alienado de ese “nosotros”. Pero tampoco quiere poner su esperanza en otro movimiento que vaya en otra dirección, de cambio. Una característica muy marcada de la juventud cubana es que se enfoca básicamente a resolver sus problemas cotidianos y a protegerse para poder seguir resolviendo sus problemas personales. Un joven que conozco en Cuba, muy inteligente y muy disgustado, compartió conmigo su angustia y su rechazo al sistema que defienden sus padres y sus abuelos. Se cuida mucho, no habla ni siquiera con ellos, porque no quiere entrar en discusiones constantes, y, sobre todo, porque quiere irse del país y sabe que si se junta con movimientos de blogueros y otras corrientes alternativas, deberá pagar un precio, que podría ser la negación del permiso de salida.

Hay, sí, un grupo creciente de jóvenes que no tienen esperanza de cambiar todo, pero sí aspiran a que su voz importe. Son los involucrados en Bloggers Cuba, Havana Times, Voces Cubanas y La Joven Cuba. Todos ellos comparten la esperanza de ser protagonistas del futuro de su país y para ello emplean este nuevo medio donde hablan desde sus propios nombres, pueden ser críticos y mejorar su país.


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