Leer, ver, oír

El pasado fue un magnífico año para la escritora Daína Chaviano (La Habana). Recibió Premio Nacional Malinalli para la Promoción de las Artes, los Derechos Humanos y la Divulgación Cultural. También fue la Escritora Homenajeada durante la Feria Universitaria del Libro de Tabasco, México. Unos galardones internacionales que se suman a otros como el Premio Anna Seghers (Academia de Artes de Berlín, Alemania, 1990), el Azorín de Novela (España, 1998), el Internacional de Fantasía Goliardos (México, 2003) y la Medalla de Oro al Mejor Libro en Lengua Española (Florida Book Awards 2006).

Su obra narrativa está integrada por títulos como Los mundos que amo (Premio David de Ciencia Ficción, 1980), Amoroso planeta (1983), Historias de hadas para adultos (1986), Fábulas de una abuela extraterrestre (1988) y El abrevadero de los dinosaurios (1990), así como por el ciclo «La Habana oculta», compuesto por El hombre, la hembra y el hambre, Casa de juegos, Gata encerrada y La isla de los amores infinitos, esta última traducida a 26 idiomas.

Daína Chaviano ha accedido amablemente a someterse a nuestro interrogatorio y ha contestado unas cuantas preguntas acerca de sus hábitos y gustos como lectora y espectadora.

¿Qué libro(s) lees o traes ahora entre manos?

Daína Chaviano (DCH):El cálculo de Dios, de Robert J. Sawyer.

¿Recuerdas el primer libro que leíste?

DCH:Había una vez, la recopilación de cuentos de hadas adaptados por Herminio Almendros.

¿De qué libro guardas un mejor recuerdo?

DCH: Son decenas los libros que me han dejado recuerdos increíbles.

¿Qué libro se supone que te debería haber gustado y no te gustó?

DCH: Hay unos cuantos. Uno de los que me viene a la mente es Paradiso, de José Lezama Lima.

¿Cuál es el libro que más veces has leído? ¿Por qué?

DCH: Hay varios libros que he leído 10, 15 o más veces, especialmente durante mi infancia y adolescencia, que es la época en que suelen hacerse relecturas maratónicas. Algunos de esos títulos son Cuentos de Charles Perrault, La buena tierra, El pequeño príncipe, La Odisea, Robinson Crusoe, El pájaro azul, La isla misteriosa, Los 500 millones de la Begún, Marco el romano, Crónicas marcianas, Mitos y leyendas de la antigua Grecia, Un paseo por la casa, La Nebulosa de Andrómeda…

¿Prefieres leer obras nuevas o releer?

DCH: A mi edad prefiero leer obras nuevas, aunque de vez en cuando releo alguna.

¿Qué libro te gustaría haber escrito?

DCH:El gran Meaulnes, de Alain Fournier.

¿En qué libro te quedarías a vivir?

DCH: En La Nebulosa de Andrómeda, de Iván Efrémov: un universo donde no hay guerras, no hay países, no hay fronteras y la gente trabaja en lo que le gusta.

¿Con qué personaje de ficción te sientes más identificada?

DCH: Merlín, en la trilogía de Mary Stewart.

¿A qué autor invitarías a cenar y a cuál le darías el Premio Nobel?

DCH: Me gustaría cenar con Whitley Strieber y haberle dado el Nobel a Emile Zola.

¿Qué obra literaria te gustaría ver llevada al cine?

DCH: La trilogía de The Dragonriders of Pern, de Anne McCaffrey.

¿Cuál película basada en un libro es tu favorita?

DCH:Sueño de una noche de verano, la versión de 1935.

¿Qué libro regalarías a un niño para iniciarlo en la lectura?

DCH:Cuentos de los Hermanos Grimm.

¿Qué película u obra de teatro te dejó clavada en la butaca?

DCH: La versión fílmica de Hamlet (1948), protagonizada por Laurence Olivier.

¿Cuál fue la primera película que recuerdas haber visto?

DCH: Debe haber sido La Cenicienta o La Bella Durmiente, de Walt Disney, pero no recuerdo cuál fue la primera.

¿Cuál es la que más veces has visto?

DCH:Soldado azul (1970), protagonizada por Candice Bergen. Más de 15 veces.

¿De qué pintor desearías tener una obra en tu casa?

DCH: John W. Waterhouse

Cuéntame una experiencia cultural o literaria que cambió tu vida.

DCH: La primera vez que mi madre me llevó a ver un ballet yo tendría unos 8 o 9 años. Desde la cuna había estado escuchando música clásica, que era lo único que se oía en mi casa. Pero enfrentarme a un ballet, donde no solo podía escuchar en vivo esa música que me encantaba, sino verla acompañada por figuras que parecían moverse como seres alados fue una experiencia que todavía hoy recuerdo.

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