Viernes, 09 noviembre 2001 Año II. Edición 232 IMAGENES PORTADA
Internacional
Paradisos

El Edén de la izquierda convertido en Parque Jurásico del turismo político.
por LUIS MANUEL GARCíA Parte 1 / 2
Trio
¿Paraíso terrenal? Futbolista Maradona; saltadores Pedroso
y Sotomayor. Cadenas de oro, adicción al Ché y la cocaína

El siglo XXI ha comenzado con cierto disloque universal. Una guerrilla trasnacional de fundamentalistas islámicos perpetra con éxito un ataque aéreo a la capital económica de Occidente. Y no al revés. Daniel Ortega, el cacique populista de Nicaragua, cambia el rojo y el negro por el rosado, se declara demócrata convencido, enrolando incluso a antiguos prisioneros de su Gobierno, y por poco gana las elecciones. Fidel Castro hace votos de pacifista y partidario de un referéndum continental sobre el ALCA, aunque en tales menesteres democráticos le falte práctica. El presidente Bush pide a su homólogo israelí moderación, retirada de tropas y diálogo con los palestinos. Un militar golpista, amigo del terrorista más afamado de la Tierra antes del 11 de septiembre, se dice demócrata en Venezuela y descendiente directo de Bolívar. Y lo más asombroso: Estados Unidos, Rusia y China, militan en el mismo bando.

Pero si algo no ha cambiado, es esa manía que tenemos los humanos de inventar paraísos para después creérnoslos. Cuando se abalanzaban contra las torres gemelas, los terroristas padecían apenas una brevísima escala en su vuelo directo a los jardines del Edén, donde los esperaba una cuadrilla de huríes al pie de la escalerilla. Occidente apuesta por un Edén de supermercados y boutiques, ante la duda de que existan paraísos de rebajas. En el sur, el antiguo lujo de las catedrales, antesalas del cielo, va siendo sustituido en el imaginario popular por el lujo que rezuma a borbotones el cine made in Hollywood. El tradicional paraíso de arriba no sale nunca en la tele, y el del norte está perfectamente cartografiado. El futuro, ese paraíso positivista, va siendo cada día más patrimonio de los crédulos. Y el pasado es el irreversible paraíso de los nostálgicos.

La izquierda, que en su día fraguó el paraíso proletario, lo tiene ahora más difícil. En primer lugar, porque ya no se sabe muy bien qué es la izquierda y en qué se diferencia exactamente de la derecha civilizada. Quizás, como a ciertos vinos, de la textura y el bouquet originales, apenas queda en la etiqueta una vaga referencia a la denominación de origen.

Sobre el paraíso zurdo, llamado en su día comunismo científico, se escribieron libros enteros donde se explicaban los pasos para llegar al remanso de la historia, que de ahí en adelante se conduciría mansamente y sin rápidos o meandros traicioneros, por los siglos de los siglos amén. El modo en que viviríamos, recibiendo todo cuanto necesitáramos, a cambio de lo que buenamente, y sin agobiarnos demasiado, nos fuera dado trabajar. La democracia telepática, la longevidad generosa, la juventud entusiasta, pero respetuosa de sus mayores. El paraíso del bolero, donde sólo existirían las penas de amor. Como literatura, Ray Bradbury ha demostrado ser más perdurable.

La izquierda que no se desparadisó tras los desafueros de Stalin, o más tarde, a la caída del Muro, difícilmente asuma hoy como modelo la Rusia de Putin. China ha encontrado su sitio entre la dinastía manchú y Adam Smith, y el olorcillo que desprende no es precisamente a incienso y mirra. Vietnam fabrica demasiados muñequitos para MacDonalds. Corea del Norte (el único norte para donde no quieren irse los del sur), posee ya su certificado de defunción, debidamente firmado y timbrado por la otra Corea. Aunque el entierro se demore por razones estrictamente personales.

Pero a la izquierda le queda una tierra de promisión, un paraíso no tan sancto como debería, pero más visitable que los otros. Y lo que es mejor: interpretable. A la izquierda le queda Cuba. Cuba la tropical, numantina, rumbera, heroica y tan antiimperialista, que se ha anexado la Florida y ha convertido el dólar en moneda nacional. La Cuba del turismo político de los que van. La del antiturismo de los que se van.

Salto a cont. Siguiente: Ya no es... »
1   Inicio
2   Ya no es...

Imprimir Imprimir Enviar Enviar

En esta sección

La guerra a tropezones
La oposición al régimen talibán penetra en Mazar-i-Sharif
Alemania entra en la guerra
¿Para qué va a las Cumbres?
MIGUEL RIVERO
Tayikistán autoriza al Pentágono a usar sus bases aéreas
Arrecian los bombardeos sobre Afganistán
NOTICIERO
SOCIEDAD
ECONOMÍA
CULTURA
INTERNACIONAL
DEPORTE
MÚSICA
OPINIÓN
DESDE...
ENLACES
Chat
COLUMNISTAS
Cartas
BUSCADOR
Galeria
Art Nouveau
EDICIONES
» Actual
« Anterior
» Siguiente
Seleccionar
D:  
M:  
A:  
   
Habana Vieja
 
 
PORTADA ACTUAL NOSOTROS CONTACTO DERECHOS SUBIR
 
© 1996-2003 Asoc. Encuentro de la Cultura Cubana.