Europa retrasa decisión sobre préstamos de emergencia a Grecia

Los ministros de Finanzas de la zona euro postergaron la decisión final respecto a extender un préstamo de emergencia de 12.000 millones de euros (17.000 millones de dólares) a Grecia, diciendo que Atenas debe antes introducir drásticas medidas de austeridad.

Los ministros dijeron en un comunicado que esperaban entregar el dinero a mediados de julio. Grecia ha dicho que necesitaba los préstamos para entonces con el fin de evitar una cesación de pagos de su deuda.

Pero manteniendo la presión sobre Atenas, los ministros insistieron en que el desembolso dependerá de que el Parlamento heleno apruebe primero las leyes sobre reformas fiscales y la venta de activos estatales.

La declaración, emitida después de una reunión de siete horas en Luxemburgo que se extendió hasta las primeras horas de la madrugada del lunes, también comprometió a los ministros a reunir en conjunto un segundo paquete de rescate para Grecia, además de los 110.000 millones de euros iniciales lanzados en mayo del año pasado.

Los ministros dijeron que además de los préstamos más oficiales, el nuevo rescate incluiría un refinanciamiento voluntario de inversores privados de sus tenencias de deuda griega. El comunicado no dijo de qué tamaño sería el nuevo plan ni dio detalles del proceso de refinanciamiento.

El domingo, el primer ministro Georgios Papandreu pidió a los griegos que apoyen las medidas de austeridad y eviten una “catastrófica” suspensión de pagos.

Papandreu se dirigió al Parlamento y pidió a la oposición que apoyase las impopulares alzas de impuestos, recortes de gastos y planes de privatización que los acreedores internacionales han exigido como condición para la asistencia.

“Las consecuencias de una violenta bancarrota o la salida del euro serían inmediatamente catastróficas para hogares, bancos y la credibilidad del país”, declaró Papandreu.

Funcionarios griegos han afirmado que el país se enfrentará a una cesación de pagos a mediados de julio si es que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional no le conceden el tramo correspondiente de 12.000 millones de euros del paquete de préstamos de emergencia acordado el año pasado.

Papandreu, enfrentándose a las protestas y las diferencias en su propio partido socialista, que tiene una leve mayoría en el Parlamento, renovó su Gobierno la semana pasada y pidió un voto de confianza para el martes en un esfuerzo por seguir adelante con las reformas.

El líder opositor Antonis Samaras pidió ante el Parlamento la dimisión de Papandreu con el fin de llamar a elecciones anticipadas y renegociar las actuales condiciones del rescate de Grecia.

Más de 10.000 manifestantes protestaron el domingo frente al Parlamento gritando: “¡No pagaremos!¡No pagaremos!” y alzando las manos abiertas hacia adelante en un insulto tradicional.

Grecia, con una deuda pública que supera el 150 % de su producción económica anual, no cumplió con las metas de deuda planteadas en el plan de rescate inicial, debido en parte a la profunda recesión.

Los rendimientos de los bonos de los estados endeudados de la zona euro se elevaron drásticamente la semana pasada cuando los mercados especularon con que Grecia no obtendría más ayuda.

Muchos inversores creen que incluso si la consigue, su problema de deuda es tan grande que se necesita una solución más radical, como imponer pérdidas a sus acreedores.

El jefe de Pimco, el mayor fondo de bonos del mundo, dijo en una entrevista publicada el domingo que Europa se estaba arriesgando a gastar más dinero por nada si continuaba invirtiendo miles de millones en la débil economía griega.

“Tras un año, lamentablemente todos los indicadores han empeorado, a pesar de la increíble cantidad de ayuda financiera”, dijo Mohammed El-Erian al diario italiano Corriere della Sera.

“Todo esto tiene consecuencias humanas desastrosas y está asociado a una transferencia de compromisos desde los acreedores privados a los contribuyentes europeos. ¿Por qué? Se está haciendo muy poco para controlar el exceso de deuda pública, y las condiciones para un crecimiento mayor no se establecen”, agregó.

“Además, si se continúa con esta iniciativa, se gastará más dinero para salvar a acreedores privados y el riesgo de una reestructuración desordenada de la deuda será mayor”.

A través de Europa aparecieron signos de tensión por las medidas de austeridad y las reformas económicas.

En Madrid, decenas de miles marcharon contra el manejo económico del Gobierno y el “Pacto Euro”, que fue acordado por autoridades de la zona euro para mejorar la competitividad en el bloque y ha llevado a España a hacer reformas que le dan a las empresas más poder para despedir.

En Dublín, que recibió un rescate de 85.000 millones de euros el año pasado, el diario Sunday Times citó a una fuente del Banco Central Europeo que criticó el llamado del ministro de Finanzas, Michael Noonan, a imponer pérdidas a los tenedores de bonos senior de dos bancos quebrados.

“Fue una cita jugosa para las cámaras (…) Considerando la situación griega, fue el peor momento posible para que él diera su impresión”, dijo la fuente.

El BCE se ha opuesto a hacer que los acreedores privados paguen por los rescates, porque podría desestabilizar a los mercados financieros. “Grecia podría caer en suspensión de pagos, si Grecia cae en suspensión de pagos, Irlanda es el próximo”, agregó.

En Milán, el primer ministro Silvio Berlusconi dijo que Italia tomará las medidas que considere adecuadas para mantener sus finanzas públicas en orden.

El viernes, la agencia Moody’s advirtió que podría rebajar la calificación crediticia de Italia dada su preocupación sobre la capacidad de Roma de reducir su enorme carga de deuda pública.

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