| FBI ayuda a policía cubana a investigar asesinato en la Isla |
|
 |
| por IVETTE LEYVA MARTíNEZ |
Parte 1 / 2 |
La Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos, FBI, está ayudando a la policía cubana a investigar el brutal asesinato de cinco personas en la autopista Ocho Vías, dos de ellas residentes en Miami.
"No puedo decir lo que nos pidieron que hiciéramos, pero han hecho un pedido formal de nuestra ayuda", confirmó la portavoz de la FBI Judy Orihuela, e indicó que La Habana hizo la solicitud al Departamento de Estado, que luego transfirió el caso a esa agencia.
El asesinato, aparentemente con armas blancas y de fuego, ocurrió el 17 de diciembre cerca de Matanzas. Celedonio Placencia, de 60 años, y su esposa Ada Lorenzo, de 52, viajaron a la Isla a visitar a la madre de Placencia, gravemente enferma.
En el aeropuerto de La Habana los esperaban su hija, Yailén Placencia, de 28 años y su nieto, Daniel Osmani Placencia, de ocho, además de un amigo de la familia, Domingo Delgado. Todos salieron la noche del 16 hacia Santa Clara, donde residía la familia, en un Moskvich que conducía Delgado, y fueron interceptados y asesinados en la carretera. Los asaltantes también les robaron todas las pertenencias.
Una fuente federal que tuvo conocimiento del pedido del Gobierno cubano dijo que éste busca información de inteligencia que pueda vincular a Osmani Placencia, hijo de la pareja y padre del menor asesinado, residente en Miami, con el contrabando de cubanos en el Estrecho de la Florida.
"Hubo algunas preguntas sobre viajes" por Placencia o sus padres, dijo la fuente. "Ellos también preguntaron: ¿pueden ustedes confirmar que (Placencia) tiene antecedentes de contrabando de emigrantes?"
En la Isla han circulado rumores de que el crimen, por su brutalidad, respondía a un ajuste de cuentas. Una de las versiones es que los Placencia trabajaban en un banco y habían estafado a algunas personas; otra es que habían participado en tráfico de cubanos hacia Estados Unidos y que los asesinos vengaban la pérdida de sus familiares en las operaciones de contrabando humano.
La solicitud de las autoridades castristas, la primera de ese tipo en más de cuatro décadas de tensas relaciones con Estados Unidos, se corresponde con uno de los rumores. También se produce en momentos de un oportuno relajamiento de la retórica "antiimperialista" de Fidel Castro y sus funcionarios, para dar paso a expresiones de interés en la cooperación bilateral. Desde inicios del 2002 han aumentado las visitas a la Isla de varios congresistas estadounidenses y continúa aumentando la presión de grupos de cabildeo que abogan por el levantamiento de las sanciones comerciales a Cuba.
La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos dijo no tener evidencia de que Osmani Placencia estuviera involucrado en el contrabando de emigrantes, y el mismo negó enérgicamente esas acusaciones.
"Si yo estuviera involucrado en tráfico de emigrantes no estaría haciendo ocho dólares por hora, trabajando 10 horas todos los días", declaró Placencia, de 32 años, quien vende partes de equipos de refrigeración.
El hombre dijo que los rumores sobre el contrabando humano fueron dispersados por el Gobierno cubano "porque no quiere aceptar la culpa de que no puede ofrecer seguridad", y porque, según dijo, es más fácil acusar a las víctimas y a la política migratoria de Estados Unidos hacia Cuba, a la que el Gobierno de Castro acusa de estimular la emigración y culpa de las muertes de quienes huyen de la Isla.
|
