El nuevo embajador de Buenos Aires en Cuba, Raúl Taleb, afirmó ante la Comisión de Acuerdos del Senado de su país que cree en "la democracia como un estilo de vida", en el respeto a las libertades individuales y a los derechos humanos, y con esa idea piensa comenzar su misión en La Habana, donde desde hace más de dos años está sin jefe la sede diplomática argentina.
Taleb respondió la semana pasada a preguntas de diputados que le interpelaron sobre su postura ante el inicio de su período en la Isla.
En cuanto al régimen político de Cuba y a las violaciones de derechos humanos cometidas contra disidentes, el diplomático advirtió: "Siento la democracia como un estilo de vida, pienso que el goce de las libertades individuales es importantísimo para el ciudadano; creo en la libertad plena de expresión, sobre todo en la libertad de prensa como sostén del sistema democrático".
El nuevo embajador reconoció implícitamente que su postura puede crear dificultades a la hora de conciliar intereses diplomáticos con el gobierno de Fidel Castro. "De hecho, es un equilibrio muy precario y es difícil estar en mi situación", dijo. "Pero voy a tratar de que mi posición personal no interfiera en la relación diplomática con Cuba. De todas maneras, voy a seguir manteniendo firmes mis principios de creer que las libertades individuales son inherentes al ser humanos por el sólo hecho de ser humano. Eso es inmodificable".
Taleb llegará a Cuba después de un período de tensiones en las relaciones diplomáticas, y otro de alivio, tras la invitación de Castro a Buenos Aires para asistir a la toma de posición del peronista Néstor Kirchner.
En mayo de 2001, Argentina retiró a su embajador en Cuba, Oscar Torres Ávalos, luego de que el gobierno de la Isla llamara "lamebotas de los yanquis" al entonces presidente, Fernando de la Rúa, del partido Unión Cívica Radical.
El calificativo fue la respuesta de La Habana a la decisión de Buenos Aires de censurar con su voto en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas las violaciones en esta materia cometidas en Cuba.
Castro asistió en mayo de 2003 a la asunción de Kirchner. Durante esa visita ambos gobernantes acordaron recuperar el nivel de las relaciones bilaterales.
Taleb, justicialista de 54 años, hasta el momento ejercía como vicepresidente primero de la Cámara de Diputados de la provincia argentina de Entre Ríos.
El pasado 2 de septiembre, el gobierno de Kirchner solicitó a La Habana el plácet para el nuevo embajador.
La Comisión de Acuerdos del Senado preguntó al diplomático sobre la posibilidad de que se repita un episodio como el que determinó la salida de Torres Ávalos de Cuba.
"Si se da la posibilidad de tener un intercambio coloquial con el comandante Castro, desde ya mostraré desagrado hacia toda expresión que pueda zaherir a cualquier autoridad argentina", dijo.
"Si bien es cierto que ellos nos exigen a nosotros respetar el principio de autodeterminación, no es menos cierto que habernos dicho —sea cual fuere el color político del gobierno— 'lamebotas' es una agresión bastante dura".
En cuanto a las siguientes votaciones argentinas en la Comisión de Derechos Humanos, Taleb dijo que aconsejará un "voto de advertencia", si cree que "verdaderamente existe una flagrante violación".
"Pero si veo que verdaderamente se da una violación inusual o desmedida de los derechos humanos, haré un informe negativo".
La decisión final en este tema corresponde al presidente. En la última votación de la Comisión sobre la situación en Isla, realizada en abril pasado, el gobierno de Kirchner se abstuvo. |