AFP/La Habana. El mensuario católico Palabra Nueva afirmó que "una buena parte de las familias cubanas no gozan hoy de buena salud" espiritual, moral y hasta sicológica, según su más reciente edición que comenzó a circular este viernes en La Habana.
Aunque la Constitución de la República reconoce de manera "plausible" que "la familia es la célula fundamental de la sociedad", con funciones esenciales en la educación y formación de las nuevas generaciones, "una buena parte de las familias cubanas no gozan hoy de buena salud", dice el director de la revista, Orlando Márquez.
"Me refiero, sobre todo, a la salud espiritual, moral y hasta sicológica. Los males sociales en estos mismos órdenes, que saltan con frecuencia a la vista, existen en el seno de nuestras familias, en ocasiones desprotegidas ante el mismo influjo social", señaló la publicación de la Arquidiócesis de La Habana, que encabeza el cardenal Jaime Ortega Alamino.
La Iglesia católica cubana dedica el presente año 2004 a la familia.
El artículo reconoce que "los diferentes programas sociales puestos en práctica en las últimas cuatro décadas dieron solución a muchos problemas familiares, y crearon otros".
En ese sentido, señaló que la universalización de la enseñanza "trajo un alivio a un número considerable de familias", pero el régimen interno obligatorio de muchas escuelas provocó "el quiebre de la estructura familiar, debilitaron las relaciones padres-hijos, socavaron las tradiciones familiares (...)".
"Se trata ahora de rehacer el entuerto, y eso es bueno, pero el daño está hecho y la sociedad lo refleja", añadió.
Opinó que lo importante "no es la educación integral" que propugnan las autoridades, "sino la integridad personal, ese comportamiento responsable y firme con los valores y las obligaciones morales".
Aclaró que el mal no es la escuela interna en si, sino los patrones morales y éticos que estructuran la convivencia humana en tales lugares. Cuba necesita personas y familias íntegras, antes que personas y familias educadas integralmente".
Señaló que la Iglesia católica en la Isla carece "de influencias fuera de su propio perímetro, desoída e ignorada por las autoridades en éste y otros asuntos", pero "el testimonio personal, la oración y la palabra cercana, pueden hacer mucho" para ayudar a enmendar esa situación.
Indicó que en algunas familias cubanas se han dado "signos de recuperación autónoma y rescate de determinados valores", y citó en ese sentido la celebración del día de los Reyes Magos el 6 de enero (el día de los niños fue transferido oficialmente para el tercer domingo de julio) y "el rechazo creciente" a la escuela interna. |