Los organizadores del VII Festival Internacional del Habano han conseguido sortear las restricciones al consumo de tabaco en lugares públicos que entraron en vigor esta semana y que, según fuentes de la industria, van a afectar las ventas dentro del país, informó Reuters.

"Hemos logrado una autorización especial para que en todos los lugares (donde se desarrollará el Festival) se permita fumar sin ningún tipo de restricciones", dijo el jueves a periodistas Manuel García, vicepresidente de Habanos S.A., al presentar el evento, que se desarrollará del 21 al 25 de febrero.

Habanos S.A. es una empresa mixta entre la estatal cubana Cubatabaco y la española Altadis. Se encarga de comercializar en el mundo todos los productos tabacaleros de la Isla y organiza anualmente el Festival, que este año tendrá cerca de 1.000 participantes.

García dijo que la empresa está en conversaciones con el gobierno para que flexibilice las normas, al menos en las visitas de potenciales clientes a fábricas o en las llamadas "casas del habano", lugares para la degustación instalados, por ejemplo, en los hoteles.

Desde el lunes pasado, una resolución del Ministerio de Comercio Interior prohíbe fumar en locales públicos climatizados o cerrados como oficinas, salones de reuniones, teatros y cines, entre otros, y también en los centros del Sistema Nacional de Salud y en todos los centros educativos del país.

Las restricciones también se extienden a los conductores y pasajeros del transporte público, usuarios de instalaciones deportivas y a los encargados de elaborar y expender alimentos.

La resolución elimina además la utilización de máquinas expendedoras de tabaco, prohíbe la venta de cigarros a menores de 16 años y la comercialización en tiendas y restaurantes ubicados a 100 metros de instituciones educativas.

"Si vamos a la letra de la resolución, no se puede fumar en ningún lugar. Estamos esperanzados de que con las conversaciones que tenemos se pueda modificar", señaló García.

Según el vicepresidente de Habanos S. A., se espera que la prohibición afecte las ventas en dólares dentro de Cuba, el 10% de un negocio que el año pasado movió 300 millones de dólares.

No obstante, aún "es muy pronto para poder valorar como afectará", dijo.

Días atrás Fidel Castro reconoció que la economía de Isla no puede prescindir de la venta de tabaco.

"No decimos que se suspenda, porque es un recurso del que necesita el país. Nosotros no inventamos el tabaco, sino que ya estaba aquí y no podemos darnos el lujo de dejar de vivir del tabaco", dijo Castro en su discurso de clausura del evento de Pedagogía 2005, el pasado 4 de febrero, informó EFE.

"A las personas no se lo podemos prohibir. ¿Qué método es ése de prohibirle a la gente que fume?", se preguntó Castro, y añadió que "hay que cultivarlo y decirle (a los fumadores) que es veneno".

"Yo regalo tabaco y les digo que es veneno. Les digo: si te gusta fúmalo y voluntariamente te puedes suicidar o hacer lo que quieras con tu salud, pero lo mejor que haces con esa caja de puros es regalarla al enemigo", afirmó.