AFP/ París. Una treintena de opositores al régimen de Fidel Castro se concentran todos los martes durante una hora en las cercanías de la embajada de Cuba en París, y gritan frases como "Cuba Sí, Castro No" y "¡Abajo Chávez!", en alusión al presidente de Venezuela.

Poco antes de las 18:00, los primeros manifestantes llegan a la esquina entre las calles Federación y Presles, a dos pasos de la Torre Eiffel, y a un centenar de metros de la legación diplomática.

Algunos despliegan grandes banderolas, en las que puede leerse "El régimen cubano mata", frente a los seis policías que les impiden acercarse a la embajada para evitar enfrentamientos como los sucedidos en abril entre el personal diplomático y militantes de Reporteros Sin Fronteras (RSF).

De forma simbólica, los participantes en la protesta cambian el nombre de las calles por otros como el de Raúl Rivero, poeta y periodista independiente condenado a 20 años de cárcel durante la última campaña represiva del gobierno cubano contra la disidencia interna.

"Desde el pasado 25 de abril, nos reunimos aquí todos los martes por la democracia en Cuba", explica William Navarrete, de la Asociación del Centenario de la República Cubana. "Queremos la liberación de los presos políticos y la expulsión del embajador", subraya.

La concentración se desarrolla siempre de la misma manera. Con un megáfono —para tener la posibilidad de ser escuchado por los miembros de la embajada—, un manifestante lee la relación de 75 disidentes enviados a prisión en Cuba con sentencias de hasta 28 años. Los otros acompañan cada nombre con el grito de "¡Libertad!".

"El régimen de Fidel Castro es tan nefasto como el de Sadam Husein", sostiene Françoise Hostalier, una ex ministra francesa, presidenta de la organización Acción Derechos Humanos, que no se ha perdido ni una de las concentraciones.

"Vamos a continuar hasta finales de junio", asegura. "Hace quince días contamos con la presencia del diputado oficialista Alain Madelin y el ex primer ministro (socialista) Laurent Fabius nos prometió que iba a venir", explica.

La ex ministra lee dos poemas en francés de Rivero. La francesa Muriel Leroy exhibe un cartel pidiendo a los franceses que "no compren nada que lleve la imagen del Che Guevara. Mató a miles de cubanos", sostiene.

"Los jóvenes franceses creen que es una imagen revolucionaria y no saben que el Che tenía sangre en las manos", explica.

Además de franceses y cubanos, también asisten venezolanos con banderitas de su país. "Venimos acá porque tenemos un mal común y nos apoyamos mutuamente", declara Marcela Rossiter.

El presidente Hugo Chávez "es un aliado de Castro", asegura Fabiola Huertas, que lleva una banderita venezolana.

Otro de los elementos habituales de la concentración es la lectura de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, realizada por un manifestante francés. Al documento le siguen gritos de "¡Qué vivan los Derechos Humanos!", "¡Comunistas asesinos!", "¡Abajo Castro!" y "¡Abajo Chávez!".