El Ballet Nacional de Cuba hará una gira el próximo mes por Brasil para presentar por primera vez fuera de La Habana La leyenda del agua grande, una versión sobre la historia guaraní del origen de las cataratas del Iguazú, una maravilla natural ubicada entre Brasil y Argentina.

“Se trata de la primera vez que el Ballet Nacional de Cuba presenta una adaptación de una pieza que no es clásica y de la primera vez que esa coreografía es presentada fuera de Cuba”, dijo un vocero de la Cooperativa Cultural Brasileña, organizadora de la gira.

La compañía de ballet realizará entre el 19 y el 30 de julio dos presentaciones en Brasilia, tres en Salvador y cinco en Sao Paulo, y en cada ciudad ofrecerá un espectáculo de forma gratuita.

Las otras presentaciones serán pagadas, pero los billetes serán ofrecidos a entre 15 y 30 reales (entre 9,4 y 18,8 reales), un valor muy inferior al de espectáculos similares en Brasil debido a que la intención de los organizadores es “popularizar el ballet en Brasil”.

Según la Cooperativa Cultural Brasileña, la versión de la leyenda sobre la cataratas del Iguazú es un homenaje de Cuba a la cultura de los indios guaraníes, que viven en reservas diseminadas por Brasil, Argentina y Paraguay.

La leyenda del agua grande es un ballet en dos actos que fue presentado por primera vez al público cubano en mayo del año pasado en el Gran Teatro de La Habana y desde entonces se negocia su exhibición en Brasil.

Las primeras negociaciones tenían previsto el debut internacional de la obra en Foz do Iguazú, la ciudad brasileña en la Triple Frontera de Brasil con Argentina y Paraguay, y que comparte las cataratas del Iguazú con la ciudad argentina de Puerto Iguazú.

Sin embargo, esa presentación tuvo que ser excluida de la gira por falta de incentivos para financiarla.

Con coreografía de Eduardo Blanco y música de Miguel Núñez, el ballet narra el amor entre el guerrero Tarobá y la india Naipí, destinada a ser sacrificada a Mboi Tui, un monstruo de la mitología guaraní al que se le atribuye el surgimiento de las cataratas debido a su esfuerzo para quebrar una roca gigantesca.

La versión cubana de la leyenda fue montada bajo la coordinación de Alicia Alonso, la renombrada directora y primera bailarina del Ballet Nacional de Cuba.

“El espectáculo sólo fue presentado en mayo de 2010 en Cuba y obtuvo una excelente receptividad. Es una mirada de Cuba sobre una leyenda brasileña, algo muy diferente de lo que el Ballet acostumbra presentar”, según Marilia de Lima, directora de la Cooperativa Cultural Brasileña.

De Lima agregó que “se trata de una renovación en el ballet” y que con esta obra “Alicia Alonso, de nuevo, demostró ser una mujer extraordinaria”.

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