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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Bolivia, Evo Morales, Elecciones

A las buenas o a las malas

Evo Morales desafía a la Justicia boliviana y advirtió que será candidato en las elecciones presidenciales de 2025

El pasado fin de semana, el expresidente de Bolivia Evo Morales confirmó que se presentará en las elecciones de 2025. A través de su cuenta de X (antigua Twitter), anunció: “Obligados por los ataques del gobierno, su plan para proscribir al MAS-IPSP y defenestrarnos con procesos políticos, incluso eliminarnos físicamente, hemos decidido aceptar los pedidos de nuestra militancia y de tantas hermanas y hermanos que asisten a las concentraciones en todo el país para ser candidato a la presidencia de nuestra querida Bolivia”.

De acuerdo a sus declaraciones, decidió aceptar lo que su militancia pide en los mítines que tiene a lo largo del país. Y que ha sido “obligado” a tomar esta decisión y va a dar la batalla. Durante un mensaje a sus seguidores en la región de Cochabamba, su bastión político y sindical, el líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) aseguró que será candidato presidencial de su partido para las elecciones de 2025 “a las buenas o a las malas”. También dijo que cuenta con el apoyo y “es defendido” por “gobiernos de izquierda de América Latina”, y señaló como sus aliados a los presidentes Lula da Silva, de Brasil, y al dictador Nicolás Maduro, de Venezuela.”

Asimismo, en su programa en la radio local Kawsachun Coca, Morales expresó: “Me han convencido que voy a ser candidato, me han obligado, claro, la gente quiere”. También lanzó fuertes críticas al gobierno de Luis Arce, quien fue ministro de Economía durante uno de sus mandatos como presidente del país. Lo calificó como “el peor presidente de la época democrática” y lamentó que no haya avanzado “nada de nada” de la agenda que realizaron con 13 pilares rumbo hacia el bicentenario del país el año que viene. Morales afirmó, asimismo, que hay una campaña “sucia” en su contra, que la oposición lo tilda de “narcotraficante”.

Morales sostiene que se encuentra habilitado para ser candidato. “Hasta este momento estamos habilitados para ser presidente legal y constitucionalmente, eso no está en debate. Lo que están haciendo es ver cómo con los auto prorrogados buscan cómo eliminar, cómo inhabilitarme. Esa es la pelea y no están pudiendo”, declaró. Sin embargo, en diciembre de 2023 el Tribunal Constitucional Plurinacional boliviano anuló la reelección presidencial indefinida en el país andino, y argumentó que la elección indefinida “no es un derecho humano” y, por tanto, puede ser restringida legalmente.Asimismo, establece que el presidente y el vicepresidente de Bolivia no pueden ejercer un mandato más de dos veces de forma continua o discontinua, al igual que senadores, diputados o las autoridades judiciales. Es pertinente recordar que el exmandatario gobernó durante tres periodos continuos gobernó durante tres periodos continuos entre 2006 y 2019. Pudo presentarse a la última reelección gracias a una sentencia aprobada por ese mismo tribunal en 2017.

Esto tiene lugar cuando Morales lucha por conservar en sus manos el partido que fundó. El Movimiento al Socialismo se halla dividido en “arcistas” frente a “evistas”, en renovadores frente a radicales. Eso ha llevado a que cada bloque convocara a un congreso del partido por separado. El bloque afín a Morales hará el suyo el 10 de julio en Villa Tunari, en el Trópico de Cochabamba. Por su parte, el pasado fin de semana el sector arcista, celebró el suyo y tras reunirse durante tres días en el Alto La Paz, ha elegido a Gróver García, director de la Institución Pública Desconcentrada de Pesca y Acuicultura y dirigente de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, como jefe nacional del partido de la revolución indígena.

“¡Ha concluido la dedocracia!”

La guerra fratricida que se vive en el seno del partido gubernamental tiene en la sucesión de Morales uno de los efectos colaterales más importantes. El expresidente detentó el poder interno desde 1997, y lo hizo con mano de hierro. En un evidente desafío al hasta ahora todopoderoso Morales, los representantes más entusiastas del sector oficialista cargaron en hombros a García, antiguo alcalde de un pueblo de Cochabamba, al grito de “¡Sí se pudo!”.

Las primeras frases de García fueron: “Hoy refundamos el MAS” y “¡Ha concluido la dedocracia!”. Y anunció que trabajará arduamente para cumplir el mandato del Congreso: convocar a un Congreso Nacional en un plazo de 60 a 90 días destinado a modificar el estatuto del MAS. Ese congreso estatutario busca abrir el camino para consolidar las candidaturas de cara a las elecciones de 2025. García también aseguró que apoyará la gestión del presidente Arce y trabajará de la mano del Pacto de Unidad.

En clara alusión a Morales, García aseguró que toda decisión al interior de la Dirección Nacional paralela al “evismo” será de forma orgánica, junto a las organizaciones sociales y “no de una persona”. Quien es ya presidente de la Dirección Nacional del MAS “arcista” se dirigió a Morales como el “expresidente” del partido azul. Por su parte, Arce saludó, a través de una publicación en sus redes sociales, la “sabiduría y madurez política de nuestras organizaciones sociales y del pueblo boliviano”, quienes llevaron adelante el Congreso.

Arce felicitó a la nueva dirección y aseguró que “estas importantes decisiones consolidan la refundación del MAS-IPSP y demuestran que el Proceso de Cambio no tiene dueño, porque le pertenece y es patrimonio del pueblo boliviano, de las y los trabajadores, mineros, campesinos, indígenas originarios, de la juventud, intelectuales, transportistas, profesionales patriotas, comerciantes y empresarios comprometidos”. Y al inaugurarse el Congreso pidió que se refunde el MAS para que no quede en “manos de una persona”, sin aludir directamente a Morales.

La principal tarea que ahora tiene ante sí la nueva dirigencia del MAS es “luchar” para que el Tribunal Supremo Electoral otorgue la legalidad al Congreso y a la nueva dirección nacional. Una vez lograda esa meta, la directiva nacional conformará las directivas departamentales, municipales, regionales y cantonales del partido. Esa tarea se deberá cumplir en menos de 90 días porque precisamente después de los tres meses, con las directivas renovadas deberán convocar a un congreso para elaborar un nuevo estatuto político.

© cubaencuentro

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