EEUU inspeccionará la plataforma de Repsol antes de que llegue a la Isla

El Gobierno estadounidense inspeccionará la plataforma que Repsol utilizará en el yacimiento petrolífero de Yagüey, en aguas de Cuba, informa hoy el diario español El País.

Según la nota, una delegación estadounidense tendrá acceso próximamente a la plataforma Scarabeo 9, en costas de Trinidad y Tobago, antes de llegar a aguas cubanas.

Repsol YPF, empresa sobre la que recaería la responsabilidad en caso de producirse un vertido, le ha facilitado al Gobierno estadounidense el acceso a la plataforma que se situará a solo 80 kilómetros de Key West, indica el diario.

Asimismo y para sortear el embargo, la plataforma fue fabricada con menos de un 10 % de materiales manufacturados en EEUU, si bien la válvula de sellado, lo que falló en la plataforma de BP, es una de esas piezas fabricadas en suelo estadounidense. Scarabeo 9 perforará seis bloques de suelo marino cedidos temporalmente por Cuba a Repsol en virtud de un acuerdo firmado en 2000. El pozo se abrirá a unos 1.700 metros de profundidad.

Por su parte, el Departamento de Estado norteamericano, en cumplimiento de los términos del embargo a Cuba, ha emitido una serie de permisos a empresas norteamericanas para que puedan integrar un posible equipo de contención y limpieza de un vertido, según fuentes consultadas por el rotativo. Una de esas empresas es la tejana Wild Well Control, experta en accidentes en plataformas petrolíferas.

La Administración de Barack Obama inició conversaciones con otros países del golfo de México para coordinar vías de respuesta conjunta en caso de que se produzca otro vertido como el que asoló las costas de Luisiana, Tejas, Alabama, Misisipí y Florida en 2010, y ha formado un grupo de trabajo con los gobiernos de estas naciones, a fin de elaborar protocolos de respuesta a un posible vertido en Cuba.

Las acciones de la actual Administración estadounidense respecto a los negocios de Repsol con Cuba han sido criticadas duramente en el Congreso tanto por legisladores republicanos, como demócratas.

Los senadores demócratas Bill Nelson de Florida y Robert Menéndez de Nueva Jersey propusieron el mes pasado una nueva ley que eliminaría el límite, que actualmente se sitúa en 75 millones de dólares (para vertidos en aguas internacionales o extranjeras), a las indemnizaciones efectuadas por empresas responsables de vertidos.

Al presentar la ley, Menéndez declaró: “Cuando se trata de leyes que deberían proteger a los estadounidenses de los contaminadores extranjeros, en materia de petróleo, no debe haber ninguna ambigüedad acerca de quién debe ser plenamente responsable: el que contamina”, para añadir “Esperamos que las empresas que quieren perforar en busca de crudo en aguas cubanas se lo piensen dos veces, que les quede claro que serían totalmente responsables de cualquier daño a los Cayos de Florida, a las playas del sur de Florida, o si el vertido llegara a la corriente del Golfo, a cualquier otro punto de la costa este norteamericana”.

Por su parte, los republicanos, con mayoría en la Cámara de Representantes, reclaman que Obama ejerza presión sobre Repsol y sobre el Gobierno español para que la petrolera desista de hacer negocios con Cuba. El mes pasado, la presidenta del Comité de Asuntos Internacionales de la Cámara, Ileana Ros-Lehtinen, le envió una carta a Obama en la que expresaba su preocupación porque “tecnología crucial de EEUU”, refiriéndose a la válvula de sellado, “llegue a manos de un régimen que apoya el terrorismo”. “¿Qué información o garantías ha recibido su Administración por parte de Repsol para comprobar que la plataforma cumple con las sanciones vigentes contra Cuba?”, añadió la legisladora cubano-estadounidense en su misiva.

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