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Guantes mágicos

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Guantes mágicos

Una de las comparaciones que con mayor frecuencia hacen los fanáticos cubanos de los últimos años es sobre quien fue mejor torpedero defensivo entre Germán Mesa y Rey Ordoñez. Esto, más allá de ser una simple comparación pasa a ser una discusión.

Por un lado Germán Mesa es considerado como el mejor torpedero defensivo de las Series Nacionales y uno de los mejores de la historia. Fue un jugador explosivo, con un alcance como pocos, relampagueante, no por gusto se ganó el sobrenombre de “El Mago”. Hizo jugadas en el estadio Latinoamericano que levantaban del asiento hasta al fanático mas pasivo, pocos llegan al hueco como él lo hacía, con soltura, con magia. Logró una combinación con el camarero Juan Padilla – otro majestuoso con el guante en la mano- que fue clave en los equipos de la capital de finales de los 80s y 90s.

Por otra parte, algo que se destaca en la defensa de Mesa es que jugó en una época donde prevaleció el bate de aluminio y pelota viva en la pelota cubana y las conexiones llegaban a su guante sin aviso previo.

Por otra parte, jugó en los estadios cubanos y jugar allí….Bueno, solo pensemos que las condiciones de los terrenos no siempre eran las mejores y la pelota no siempre llevaba el mismo recorrido. En su contra está la cantidad de errores que cometió en sus años de jugador y que el rigor de la pelota cubana no siempre es al máximo y solían ocurrir detalles importantes como el que no todos los bateadores corrían fuerte en una conexión y esto pudo hacerle más fácil algunos outs.

¿Que hubiera podido hacer este hombre de jugar en terrenos buenos y en otras condiciones? Lamentablemente nunca sabremos. Lo que si debe ser una opinión unánime es que Mesa es el mejor guante que ha pasado por las Series Nacionales. El público asistía al estadio para ver al Mago Germán hacer de las suyas.

En la otra mano tenemos a Rey Ordoñez, que siempre fue un pelotero subvalorado cuando jugaba en la isla y de hecho el propio Germán Mesa fue el causante que fuera el segundo torpedero de la capital y que jugara en el equipo Occidentales en un momento determinado. Básicamente fue desplazado de la posición seis del mejor equipo de la capital.

Ahora, seamos sinceros, Ordoñez no estaba en las mejores condiciones físicas dentro de la isla, y era más joven, menos formado. Esa realidad cambió al desertar en 1993 y llegar a Grandes Ligas tres años después. En las mayores estuvo 101 partidos sin cometer errores, un récord en su momento y algo que no muchos terrícolas pueden lograr. Fue uno de los mejores torpederos defensivos del mejor béisbol del mundo por tres temporadas consecutivas. Fue mágico en sus fildeos, ocupó muchas noches los programas deportivos de ESPN gracias a su guante. Poseía un excelente brazo, en fin, fue otro mago. Ganó tres Guantes de Oro consecutivos y es el torpedero cubano que más pergaminos de este tipo ha logrado en la historia. En nuestra opinión Germán fue mucho mejor pelotero que Rey en la isla, pero Ordoñez llegó a un nivel de excelencia con su guante en las mayores que Germán no tuvo en la isla.

¿Para usted amigo lector quien fue mejor Germán o Rey?

Bienvenida la discusión sobre este tópico que estoy seguro que en cualquier rincón del planeta donde haya un fanático cubano de béisbol será tema de debate.



¿Se debe retirar el Duque?

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¿Se debe retirar el Duque?

¿Es la hora del retiro para el Duque? A veces cuando se lleva el béisbol en la sangre cuesta trabajo tomar la decisión de retirarse, eso es lo que parece que está pasando con Orlando Duque Hernández. En el caso de él, no es que esté llegando al ocaso profesional en el olvido o bateado libremente por los contrarios. Nada de eso. Al Duque de Industriales no le han bateado con soltura en las Grandes Ligas. El se va, -si se va- porque físicamente no puede mas. Lesión tras lesión lo han marginado de la temporada del 2008, le acortaron la del 2007 y lo sacaron de los playoff del 2006. El paso del tiempo es implacable.

A su edad y con la cantidad de entradas que ha lanzado las lesiones no son de extrañar. El desgaste que ha tenido ha sido enorme pero la calidad esta ahí. Un ejemplo claro fue cuando surgió la controversia por su edad. En un final a quien le importa. Como quiera dominó, no le importó a los Yankees de Nueva York en aquel momento cuando salió a flote la noticia pues en un final les ayudó a ganar tres Series Mundiales, mas tarde sumaria su cuarta en Chicago. Hernández está más allá de controversias y dudas. Es simplemente una estrella.

Cuando ya su brazo no pasaba con comodidad las 90 millas, se inventó cualquier tipo de pitcheo con un sólo objetivo: sacar outs tras outs. Sencillamente el Duque es un maestro, pocos han sido tan profesionales y dedicados como el número 26.

Por lo que ha hecho en las dos orillas ya tenemos que colocarlo como uno de los mejores lanzadores en la historia de la pelota cubana de cualquier época. ¿Se debe retirar? es difícil de pronosticar, ha regresado antes cuando parecía acabado. Dejemos que su sangre beisbolera le diga. De cualquier manera es un privilegio haber disfrutado de las actuaciones de Orlando Duque Hernández tanto en Cuba como en los Estados Unidos.

 



¿El final de Livan?

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¿El final de Livan?

¿Estamos ante el final de la carrera de Livan Hernández? ¿Podrá recuperarse después de los tropiezos en este 2008? Los hechos hablan por sí mismo. En el invierno pasado le costó trabajo firmar por algún equipo y al final se fue con los Mellizos de Minnesota por un año y cinco millones de dólares, algo ilógico para un hombre de su experiencia que lanza más de 200 entradas en cada temporada. Quizá los scouts le vieron algo negativo como para firmarlo con un contrato de mucho tiempo. En los Mellizos no pudo terminar la temporada y fue firmado por los Rockies de Colorado. Esta novena ya lo quitó como abridor y anunció que estará de relevista.

¡¿Relevista?! Un hombre que desde su debut en 1996 donde lanzó tres entradas no cumple esa función y que su recta está al nivel de las escuelas de este país. Pensamos que el camino no es por ahí.

Livan está pasado de peso, y se ve fuera de forma. Unos especulan que no entrena mucho, otros que no se cuida, lo cierto es que así se ha mantenido por años en Grandes Ligas. En este momento los rompimientos no se le están moviendo, perdió la localización de sus pitcheos, en fin, no lo está haciendo nada bien. Su efectividad de 9.85 en Colorado y de 6.21 en la temporada es una prueba de esto. Aunque su record es de 11 y 11 ha permitido 24 jonrones y 242 hits en 168 entradas lanzadas. Es claro que no ha dominado.

Ahora bien, no podemos perder de vista que este lanzador tiene 33 años, es un brazo de hierro, nunca se lesiona y calladito ya es el quinto lanzador cubano en juegos ganados en la historia de Grandes Ligas con 145. En mi opinión puede recuperarse y llegar a alcanzar las 200 victorias en las Grandes Ligas. Juventud y brazo sano lo acompañan.

Hernández es millonario, tiene negocios y es joven. Preguntémonos ¿tendrá la motivación para seguir en el béisbol? ¿Estaremos ante el final de este lanzador? ¿Se recuperará y podrá volver a ser efectivo cada cinco días? ¿Podrá firmar por algún equipo un contrato multi anual después de las estadísticas de esta campaña? El tiempo nos dirá.



Un análisis incompleto

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Asustados porque ya no ganan el “juego bueno”, el diario oficialista Granma publicó un artículo firmado por el periodista Sigfredo Barros en el que hace un análisis a medias sobre la realidad del béisbol cubano y deja espacio para un nuevo comentario.

Ahora resulta que están preocupados porque no han ganado los últimos torneos y dicen que tienen que evolucionar cambiando los “métodos de entrenamiento y selección de jugadores”. ¡Qué cosa más absurda!. Allí no se habla nada que constituya critica al Partido o al Gobierno, no se va al meollo del asunto, sino comienzan a justificar lo injustificable. La cantidad de problemas reales que están afectando a todo el país directamente en todo no son tenidos en cuenta y el béisbol no es una excepción.

La escasez y la miseria contribuyen a que no hayan implementos de calidad para jugar; que los estadios no estén en buenas condiciones, que exista una infraestructura pésima a todos los niveles. En fin, lo que hace falta para realizar buenos campeonatos a cualquier nivel es contar con algunos de estos aspectos con un óptimo de calidad.

En la isla llevan décadas dejando fuera del team nacional a destacadas figuras y cortándole de raíz los deseos por jugar al béisbol; año tras año dejan fuera a peloteros que tienen el nivel y se lo merecen pero, por temor a deserciones, no los llevan. ¿Así esperan que sigan con deseos de jugar pelota? ¿esto cambiaría con el “nuevo método de selección”? En las condiciones actuales seguro que no.

Llevan años dejando lesionar a decenas y decenas de jugadores por exceso o mal manejo de los entrenadores en categorías inferiores, o en nacionales; las figuras prometedoras de esfuman. Sin salirnos de este mismo tópico de los entrenadores, contemos todos los entrenadores que están con contratos de trabajo por el gobierno cubano viajando el mundo. Sumemos todos los que han abandonado de una forma u otra la isla. ¿Quién puede quedar entrenando actualmente a los futuros peloteros?

De la alimentación ya se ha hablado bastante y del problema que esta generación enfrenta aunque el diario oficialista lo quiera esconder; ese problema está ahí, sin dudas no es ciento por ciento la causa porque hay peloteros de esta generación jugando en las mayores, pero este es otro factor y a mi juicio muy importante. La comida es clave en el funcionamiento humano, y cuando no es la mejor, pues comienzan los problemas.

¿Cabe preguntarse qué incentivos tienen los peloteros cubanos? No solo el que está en el team cuba, me refiero a los otros, a los que tienen que ir al estadio cada día en bicicleta sin recibir nada a cambio, ni siquiera un viaje al extranjero, esto no pasa ahora, recordemos, esto ha sido un problema de muchos años y ahora se está recogiendo el fruto.

Revisar métodos para evolucionar, plantea el periodista. No, señores, digan la verdad, tienen que cambiar el sistema político de un país que no le da la más mínima libertad a un pelotero de desarrollarse y progresar normalmente. Cuando esto ocurra nuestra pelota va a surcar los caminos que por historia se ha ganado, en otras palabras va a volver a los planos estelares.

Esto que está pasando en el béisbol de la isla no es más que el reflejo de lo que pasa en todo lo demás a causa de la depauperación y decadencia de toda la sociedad cubana. El problema no es si llevaron tres receptores o si no tocaron la bola en la última vez al bate, el asunto desde mi punto de vista es mucho más profundo, mucho mas de raíz que traspasa el simple límite de un juego de pelota.



Lo de Alexei no tiene nombre

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Lo de Alexei no tiene nombre

Si lo vamos a poner al nivel de una frase popular cubana, tendríamos que decir que lo que ha hecho hasta el momento el pinareño Alexei Ramírez no tiene nombre. ¿Quién iba a pensar que este jugador, que abandonó la isla en el verano del año pasado iba a comenzar como un jugador regular más en un equipo de las Grandes Ligas tan rápido como en esta misma primavera? ¿Quién podía pronosticar después de su fracaso- en poco tiempo- pero fracaso al fin, en la Liga Dominicana, donde sólo conectó un imparable en 14 turnos al bate, que iba a poder mejorar su nivel de juego y llegar a ser un pelotero de día a día en el mejor beisbol del mundo?

No olvidemos que este hombre en la temporada pasada todavía jugaba en Pinar del Río y que recién lleva un año fuera de la Isla. Lo que ha logrado nadie lo podía pronosticar a ciencia cierta.

En el entrenamiento primaveral lo hizo muy bien en todo sentido y el manager venezolano Ozzie Guillén confió lo suficiente en él para darle el puesto de regular. Sus primeras veces al bate en las Grandes Ligas no fueron buenas. Para tener una idea más clara de su fracaso inicial, hasta el 25 de mayo bateaba sólo para .200 de average con un jonrón en 70 veces al bate, se rumoró que iba a ser bajado a las ligas menores para acortarle y mejorarle el swing y ajustarse más a este béisbol. ¿Qué pasó? pues Guillén volvió a confiar ciegamente en el, lo mantuvo en el equipo y sus estadísticas hasta hoy muestran que el controversial manager venezolano estaba en lo correcto. Hasta el momento ha disparado 16 cuadrangulares, y batea para un promedio de .306 con 62 carreras empujadas. Ha sido una de las claves del magnífico año de los Medias Blancas de Chicago.

El pinareño se ajustó de tal manera a esta pelota que su nombre ya suena como el futuro torpedero regular de los Medias Blancas para la temporada del 2009 ya que la organización piensa prescindir de los servicios del colombiano Orlando Cabrera. No sólo en el bateo se ha destacado Ramírez, está jugando una segunda base de altura.
Una excelente arma que posee Alexei es su versatilidad, además de la intermedia, puede jugar como short stop y abrió la campaña como center field, sin duda una ventaja que pocos tienen y, si lo unimos a su efectivo bate que lo mismo puede tocar la bola bien que dar un jonrón, lo coloca como alguien imprescindible para cualquier novena de béisbol.

Es el primer bateador cubano de los escapados de la Isla que ha podido rápidamente escalar a los primeros planos en las mayores, y llegar allí por su ofensiva. Es el único bateador en la historia de la pelota antillana en llegar a las mayores sin pasar antes por las ligas menores.
Es cierto que fue el líder de jonrones de la última Serie Nacional que jugó en Pinar del Río, es un hecho que fue miembro del equipo nacional cubano por años y se mostró bien en el Primer Clásico Mundial en el 2006, pero pese a cualquier mérito anterior, este béisbol de Grandes ligas es diferente a todos, es superior y muy competitivo y él se ha destacado a base de batazos y buena defensa. Quizás Alexei ha demostrado que cuando se quiere y se tiene la oportunidad, si se puede triunfar en Grandes Ligas.

Independientemente que pueda ganar o no el premio del Novato del Año de la Liga Americana, para los cubanos ya Ramírez es el merecedor del importante galardón.

Allí, donde de verdad vale, donde están los mejores del mundo, Ramírez está colocando su nombre poco a poco. Cabe preguntarse ¿hasta dónde Ramírez es una excepción de la regla? ¿su actuación demuestra que otros jugadores en la isla pueden lograr en poco tiempo lo mismo? ¿Por qué este pelotero quien visiblemente tiene menos potencia física que otros lo ha hecho mejor?



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Sobre este blog

Béisbol cubano, cubanos en las Grandes Ligas y ligas profesionales.

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Autor: Fernando Vilá

Fernando Vilá Chao

Escritor, Director Ejecutivo de Pasión Magazine. Escribe desde Miami,FL
palmardejunco@gmail.com

 

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