Raúl Ibáñez sigue imparable
Raúl Ibáñez sigue imparable
Semana del 27 al 3 de mayo.
Raúl Ibáñez (Filis de Filadelfia) tuvo otra excelente semana. Compiló para un average de .500 (18-9) con cinco anotadas, dos dobles, tres jonrones, nueve carreras empujadas, cuatro ponches y tres bases por bolas. Un jonrón suyo decidió un partido ante los Nacionales de Washington y otro cuadrangular sirvió para empatar uno ante los Mets de Nueva York. Este jugador está rindiendo en el terreno de juego y es de los que juegan todo el año.
Se encuentra primero en cuadrangulares, empujadas y promedio al bate dentro de los Filis con (360,8, 21) respectivamente. Disparó de hits en todos los juegos de la semana.
Kendry Morales (Angelinos de los Angeles) tuvo una buena semana al bate. Estuvo de 17-6 para .355. Anotó en cuatro oportunidades. Bateó dos dobles, un triple, dos jonrones y remolcó a seis Angelinos. En la pasada semana ante los Orioles de Baltimore conectó un doble que sirvió para ganar el desafío. Kendry se vió más cómodo con el madero en los pasados partidos.
Jorge Posada (Yankees de Nueva York) de 15-5 para .333 con cinco anotadas, un doble, dos jonrones y siete remolcadas. Uno de los partidos ante los Angelinos de los Angeles lo decidió con un hit en la novena entrada.
Yunel Escobar (Bravos de Atlanta) de 22-6 para .272 con dos anotadas, dos dobles, dos empujadas, un ponche y dos boletos.
El receptor suplente del Tampa Bay, Michel Hernández, tuvo un excelente día ante Boston el jueves 30. Disparó de 5-4 con un doble, Jonrón y tres empujadas, anotó una. En el otro encuentro en que participó se fue de 3-0 con una empujada.
Yuniesky Betancourt (Marineros de Seattle) su average fue de .361 (27-10) una anotada, Jonrón y seis carreras empujadas. El martes 28 ante Chicago, disparó de 5-4 con un cuadrangular y cinco empujadas.
Alexei Ramírez (Medias Blancas de Chicago) estuvo mejor en los últimos días pero todavía no acaba de despertar como debe. Su average fue de .263 (19-5) con dos empujadas, dos anotadas y un doble.
Entre los lanzadores, José Contreras (Medias Blancas) tuvo dos salidas en la semana. Una aceptable y la otra sencillamente desastrosa. Contra los Azulejos de Toronto lanzó siete entradas con ocho hits permitidos, tres carreras, dos ponches y un boleto, se fue sin decisión.
Días después solo duro 3.1 entradas ante los Rangers de Texas. Permitió siete carreras limpias, siete hits. El total de la semana fue de 10 entradas y un tercio con 15 hits, 10 carreras limpias, tres boletos y cinco ponches. Su efectividad fue de 8.91.
Hasta el momento tiene 0-4 y su efectividad anda en las 8.31. No ha empezado bien el pinareño.
Livan Hernández (Mets) tuvo una salida discreta ante los Marlins de la Florida. Lanzó cinco entradas y un tercio, permitió tres carreras limpias con tres hits, le conectaron un jonrón. Se fue sin decisión del partido.
Danys Báez (Orioles) tiró 3.1 entradas, permitió un hit, regaló tres boletos, con dos ponches, en dos juegos relevados.
Bronson Arroyo (Rojos de Cincinnati) sacó la cara por los lanzadores del patio, tuvo su mejor salida de la temporada con ocho entradas lanzadas sin permitir carreras y solo cuatro hits permitidos en una lechada combinada. Ponchó a cuatro y dio tres bases por bolas, todo esto en Pittsburgh ante los Piratas. Hasta el momento tiene cuatro victorias con una derrota y es el lanzador de los Rojos con más victorias.
En la semana, fue subido por los Atléticos de Oakland el zurdo Gio González. Lanzó cinco entradas, permitió cuatro hits, tres carreras limpias, regaló cuatro boletos y ponchó a uno. Relevó en el partido del domingo ante los Marineros de Seattle que se extendió a extra inning.
La pasada semana fallecieron dos personalidades del béisbol y el deporte cubano. Por un lado el narrador y comentarista Sarvelio del Valle de la emisora Radio Mambí (710 AM) en Miami, al cual ya le dedicamos un espacio en Palmar de Junco.
Por otra parte, el lunes en la misma capital del exilio cubano falleció el ex pelotero Daniel Morejón. Jugó en Grandes Ligas en 1958 con los Rojos de Cincinnati. Morejón disparó el hit decisivo en el campeonato de Triple A que ganaron los Havana Sugar Kings en 1959.
