Tiempo de compartir
Juan Antonio Blanco | 23/12/2007 23:16
La Navidad y el Fin de Año son mis fiestas favoritas. Las placenteras tareas de estos días (reunir familiares y amigos, enviar felicitaciones, cenas colectivas) me han tenido bastante ocupado, aunque no he olvidado que tengo asuntos pendientes de respuesta. Pero mañana es Noche Buena, pasado Navidad y pronto esperaremos el nuevo año. No es tiempo de disquisiciones conceptuales.
Es la época de pensar en los que están lejos. Tiempo, también, de reflexión y buenos propósitos. De compartir.
A los escépticos de la potencialidad del contacto directo y el diálogo con el “enemigo” les recomiendo que aprovechen estos días para ver un film, inglés – franco – alemán, titulado Merry Christmas; el título en francés es Joyeux Noel. Lo han puesto ya en TV así que imagino que es posible rentarlo en DVD. La película recrea un hecho real ocurrido en 1914 durante la I Guerra Mundial cuando tropas alemanas, francesas y escocesas decidieron hacer, por cuenta propia, un alto al fuego en vísperas de Navidad. Intercambiaron cigarrillos, chocolates, fotos de familia y cantaron juntos. Conocieron los nombres y los sueños de los que, hasta el día anterior, eran un enemigo sin rostro. Luego ya no pudieron continuar matándose mutuamente y compartieron informaciones y trincheras para protegerse de los disparos de sus fuerzas artilleras, con lo cual salvaron la vida de manera recíproca. El alto mando de sus respectivos ejércitos, al conocer de aquella insólita experiencia, se alarmó ante la posibilidad de que ese espíritu se propagase y tomaron severas medidas disciplinarias contra los jefes y soldados involucrados en aquel extraordinario hecho.
Lamentablemente, hay guerras que se hacen ineludibles. Para que una conflagracion sea "justa" no es suficiente invocar sus propositos; se requiere tambien que resulte absolutamente inevitable acudir a ella para que cese la opresión y prevalezca la justicia. Pero hay conflictos que, pudiendo resolverse, se prolongan por el interés de ciertos líderes en eternizarlos. Supongo que es a esos a los que se refiere una parodia del diccionario que describe al dirigente como “aquel que siempre está dispuesto a dar tu vida por la patria”.
Lejos de preocuparme por la posibilidad de que este Blog sea visitado por personas que hoy militan en organizaciones “enemigas”, de uno u otro lado, me llenaría de regocijo comprobar que ese es el caso. A todos abrazo y doy la bienvenida. Me da igual si leen y escriben para este espacio desde una oficina en Ciudad de la Habana o desde otra en La Pequeña Habana.
Mi propósito es precisamente que este sea un sitio sin exclusiones. Donde intercambiemos ideas y sueños, para que se haga cada vez más difícil vernos como enemigos. El requisito para participar es ajeno a la procedencia y sólo tiene que ver con la actitud. Este es lugar de encuentro y diálogo, no vertedero de odios, ni de suspicacias y reyertas. Con la ayuda de todos ustedes lo venimos logrando.
Será inevitable que al discutir diferencias sobre algún tema se hagan presente, a veces, expresiones que puedan resultar poco felices. Pero ha sido un buen comienzo. Les doy, de corazón, las gracias por ello. A los que han visitado este Blog desde 56 países generando más de 2,000 vistas en menos de un mes. A los que han escrito para apoyar o refutar algún argumento o indagar sobre algún asunto. Tienen mi respeto y agradecimiento.
Reciban todos –sin excepción alguna- en mi nombre y el de mi familia, un fraternal abrazo y les deseamos una muy feliz Navidad y un excelente año 2008.
Como cortesía de Carlos Sotuyo, que me lo hizo llegar, los dejo con Santa Claus y su inigualable cuarteto de venados interpretando He soñado con una blanca Navidad.
Enlace permanente | Publicado en: Cambio de época | Actualizado 24/12/2007 2:44