Recordar que todos somos cubanos
Juan Antonio Blanco | 04/09/2008 16:52
Tags: Gustav, Cuba, Estados Unidos
Toda crisis es una oportunidad. La del Gustav nos propicia la posibilidad de recordar que todos somos cubanos, como acaba de pedirnos el disidente y preso de la primavera Negra del 2003, Oscar Espinosa Chepe. ¿Sabremos aprovecharla?
¿La sabremos aprovechar los que desde el destierro sentimos la obligación de actuar de manera urgente y solidaria con familiares, amigos y cualquier cubano hoy afectado por esta tragedia? ¿La sabrá aprovechar el gobierno cubano para abrir sus muros y permitir que la solidaridad de cualquier persona sensible llegue a la isla de manera rápida y eficaz? ¿La aprovechará el gobierno de Estados Unidos para demostrar que su conflicto con el de Cuba no es más importante que el dolor de su pueblo?
“Aprovechar” la oportunidad que brinda esta crisis no equivale a manipularla para sacar dividendos de ella. No es mandar cajitas con logos y consignas de organizaciones políticas ni competir por el control de la distribución de donaciones con fines clientelistas, sean gubernamentales o de la oposición. Tampoco es lucrar a expensas de la desgracia ajena. Para que esta crisis permita recordarnos a todos que somos una sola nación tenemos que renunciar a cualquier práctica oportunista o mezquina y trabajar juntos – sí, juntos- en extender la urgente ayuda que necesitan los afectados.
Trabajar de consuno supone reglas de juego que permitan crear la base de confianza mínima que requiere el que enemigos tradicionales sean capaces de cooperar sobre un aspecto puntual de manera coyuntural y específica. Me permito sugerir algunas en ese sentido.
1) El gobierno cubano debe declarar de manera oficial que el país ha sufrido un desastre que reclama el concurso de la ayuda internacional y aceptar toda la cooperación bilateral que le sea brindada por organismos multilaterales y otros gobiernos, independientemente de sus actuales afinidades o enemistades con aquellos. Adicionalmente debe decidir cuál o cuáles instituciones humanitarias no gubernamentales (Cruz Roja / Caritas/ otras) reconoce y autoriza para que de manera directa –aunque en coordinación con las correspondientes agencias nacionales, municipales y locales-, distribuyan ayuda humanitaria y cooperen en las tareas de reconstrucción. En los próximos meses el gobierno debe suspender todo arancel sobre donaciones colectivas o individuales (traídas por pasajeros) y debería considerar la reducción, al menos temporal, de las tarifas telefónicas y la tasa de cambio de divisas. El gobierno debiera considerar invitar a las organizaciones no gubernamentales y organismos internacionales que participen de esa cooperación a la creación de una Comisión Conjunta de Colaboración y Transparencia para la Recuperación que contribuya a una mejor coordinación entre las diferentes agencias y ofrezca a los donantes, cubanos y extranjeros, una razonable garantía del uso adecuado de los recursos.
2) El gobierno de Estados Unidos debe suspender en los próximos meses las restricciones que regulan el envío de paquetes, remesas y viajes a Cuba y facilitar las licencias correspondientes a las organizaciones no gubernamentales que las necesiten para trabajar en la viabilización de la ayuda y las tareas de reconstrucción. También debe mostrarse excepcionalmente generoso en la oferta de ayuda y cooperación bilateral para los damnificados e incluso ofrecer su disposición a colaborar con las tareas de reconstrucción.
3) Las agencias que organizan viajes a Cuba o tramitan el envío de paquetes y remesas desde cualquier país debieran considerar de inmediato ofertar precios especiales en los próximos meses para facilitar que toda la ayuda y los contactos familiares fluyan de manera fácil.
El único rédito político que debe esperarse de esta cooperación es el que permite la creación de una base puntual de reencuentro y un cambio en las perspectivas sobre el demonizado “enemigo”.
Si todos somos capaces de dar un paso al frente y trabajar con reglas trasparentes en este humanitario esfuerzo es posible que dentro de unos años podamos agradecer al Gustav la oportunidad que nos ofreció para reunificar la nación.
Publicado en: Cambio de época | Actualizado 04/09/2008 16:56