Comienza juicio contra tres pescadores mexicanos acusados de tráfico de inmigrantes

La fiscalía pide 25 años para cada uno de ellos.

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AFP/ La Habana. Un juicio contra tres mexicanos presos desde mayo de 2005, acusados de tráfico de inmigrantes, comenzó este miércoles en la ciudad de Cienfuegos, una semana después de que la policía cubana disparara contra una embarcación con saldo de un muerto.

Los pescadores Juan Ramón Barco Rivera, de 46 años, Luis Nicolás Chan Campos, de 45, y Johnny Enrique Fuentes Koyoc, de 22, comparecen ante el tribunal provincial de Cienfuegos.

La audiencia final de la causa, a la que la prensa no tuvo acceso, se inició a las 9:00 hora local y podría llevar dos días, informaron a la AFP fuentes cercanas al proceso.

La fiscalía cubana, según informes extraoficiales, pide 25 años para cada uno de los mexicanos, a los que acusa de viajar a la Isla en un barco de faena para recoger a 17 emigrantes indocumentados, de ellos cuatro niños.

Pero los mexicanos, arrestados el 31 de mayo de 2005 frente a las costas de la provincia de Cienfuegos, sostienen que salieron a pescar del puerto de Yucatán el día 26 de ese mes, pero que el motor de su bote se descompuso, lo que los obligó a ingresar en aguas cubanas.

La madre de Barco, Lucía Rivera, de 66 años, llegó el martes a Cienfuegos para acompañar a su hijo, a quien visitó en el centro de detención donde permanecerá durante el juicio.

"Lo vi un poco avejentado después de casi 11 meses de estar detenido, se sintió, como yo, un poco 'apesarado'; pero está bien, tiene ropa nueva y lo siento animado", declaró Rivera a la AFP vía telefónica.

La mujer, quien viajó procedente de Monterrey en compañía de una hija con el apoyo financiero del estado de Nuevo León, dijo que los pescadores —defendidos por un bufete de servicios para extranjeros en Cuba— son inocentes y que tiene la esperanza de que "quedarán libres".

"Mi hijo tiene una conducta intachable. Confío en Dios y en los tribunales cubanos que quedarán en libertad. El barco de ellos es muy viejo, pequeño y lento. Para dedicarse a llevar gente se necesita una lancha veloz y más grande", añadió Rivero.

El gobierno cubano castiga con fuertes penas el tráfico humano: 7 a 15 años de prisión para quien promueva el delito; 10 a 20 años a los que usen una nave o aeronave en la salida ilegal de personas y de 20 a 30 o cadena perpetua cuando se usa un arma, hay violencia, intimidación, muere alguien o se halla un menor entre los inmigrantes.

"El bote se les averió. Cuando los hallaron y detuvieron no llevaban a nadie, a ningún cubano, menos niños. Lo que dicen es una mentira", expresó la madre de Barco.

Rivera, quien tuvo 16 hijos —de los cuales viven siete—, añadió que "los que se dedican a eso (tráfico) siempre andan con dinero, y las tres familias, al ser ellos detenidos, quedaron en el desamparo".

El juicio tiene lugar a una semana de que guardafronteras cubanos abrieran fuego contra una embarcación, que según ellos los embistió cuando la interceptaron en momentos en que iba a recoger a 43 emigrantes —de ellos siete menores— en las costas de la provincia de Pinar del Río.

La operación dejó un muerto y dos detenidos, cubanos con ciudadanía norteamericana que según La Habana pertenecen a una red de traficantes de balseros, organizada por "la mafia (anticastrista)" de Florida, que usa a México y estaría apoyada por autoridades del estado de Quintana Roo.

Las autoridades de la Isla han arrestado a 400 personas por tráfico ilegal de inmigrantes desde mediados de 1999. El año pasado fueron detenidas 77 personas, cinco de ellas mexicanas.