Reformas y presos: protagonistas del 2010 cubano

Cuba despedirá 2010 inmersa en el debate sobre las reformas económicas para “actualizar” su modelo socialista, tras un año marcado por las excarcelaciones de presos políticos y en el que se pudo ver de nuevo a Fidel Castro en actos públicos.

En el año que acaba, el único país comunista de América definió la “hoja de ruta” de los ajustes “estructurales” prometidos por el presidente Raúl Castro durante su mandato para intentar superar la crítica situación económica de la Isla. Sin abandonar el socialismo, Cuba ampliará el sector privado, reducirá las plantillas estatales, permitirá nuevas formas de gestión empresarial y suprimirá de forma “ordenada” subsidios históricos como la libreta de racionamiento, todo ello para conseguir eficiencia y productividad.

El aumento del trabajo autónomo como alternativa al inminente despido de 500.000 empleados estatales son las medidas más destacadas de un proyecto que será ratificado en abril por el VI Congreso del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC, partido único), el primero que se celebrará desde 1997.

Para algunos observadores extranjeros consultados, la convocatoria del cónclave comunista con ese único tema en agenda es muy significativa porque frena la incertidumbre en torno a los ajustes económicos y confirma que Raúl Castro ha logrado consensuar su plan con los sectores más ortodoxos del régimen.

Otros creen que las reformas llegan tarde y son muy limitadas porque la ampliación del sector privado parece de “tipo bonsái” y lleva “el pie puesto en el freno” frente a medidas de gran impacto social como despidos masivos o nuevos y elevados impuestos.

Junto a su “batalla económica”, Cuba cierra un año que se recordará por un proceso de excarcelaciones de presos políticos que ha tenido a la Iglesia católica como mediadora y que España ha apoyado acogiendo a más de cincuenta ex prisioneros junto a sus familiares.

El Gobierno de Raúl Castro se comprometió en julio a liberar a los 52 presos que quedaban en la cárcel del Grupo de los 75, como se conoce a los opositores condenados en la represión de la Primavera Negra de 2003.

Meses antes, Cuba recibió un aluvión de críticas internacionales, principalmente desde Europa y Estados Unidos, por la muerte en febrero del preso Orlando Zapata tras una larga huelga de hambre para pedir que se le tratara como un prisionero de conciencia.

Este fallecimiento activó dentro de la Isla las protestas de la disidencia para reclamar la libertad de los presos políticos.

Una de las más relevantes fue la huelga de hambre de más de cuatro meses del psicólogo y periodista independiente Guillermo Fariñas, premiado este año con el Sajarov del Parlamento Europeo a la libertad de conciencia.

Las Damas de Blanco, también protagonistas de 2010

También las Damas de Blanco, familiares de presos políticos, fueron objeto de numerosos actos de hostigamiento y acoso por partidarios del Gobierno en la primera mitad del año.

El régimen cubano niega que haya presos políticos en la Isla, los considera delincuentes y acusa a la mayoría de los disidentes de ser mercenarios al servicio de Estados Unidos.

“Ninguno de estos ciudadanos fue condenado por sus ideas, como han tratado de hacer ver las brutales campañas de descrédito contra Cuba”, señaló Raúl Castro en agosto al referirse públicamente a las excarcelaciones.

Otro de los hitos de este año fue la reaparición del ex presidente Fidel Castro tras cuatro años de convalecencia por la grave enfermedad que le obligó a dejar el poder.

Visiblemente recuperado, el líder cubano, de 84 años, volvió a vestirse de verde olivo, participó en numerosos actos públicos y hasta presentó dos tomos con sus memorias guerrilleras en Sierra Maestra.

En sus apariciones, Fidel Castro se ha centrado en temas internacionales, con especial dedicación a la amenaza que, en su opinión, se cierne sobre el planeta por una posible guerra nuclear derivada del conflicto entre Estados Unidos e Irán.

Relaciones entre Estados Unidos y Cuba

En cuanto a las relaciones de Cuba y Estados Unidos durante este año, nada relevante bajo el sol salvo un tímido pero perceptible acercamiento cultural que trajo a la Isla a artistas estadounidenses como el trompetista Wynton Marsalis o el American Ballet y que llevó a tierras norteamericanas a músicos cubanos como el trovador Silvio Rodríguez.

Pero “en esencia, nada ha cambiado” entre dos países enfrentados durante más de medio siglo, aunque ahora exista “menos retórica” y se celebren “ocasionales conversaciones bilaterales sobre temas específicos y limitados”, dijo el general Castro ante la Asamblea Nacional cubana el pasado agosto.

Respecto a la Unión Europea, el bloque sigue manteniendo su “posición común” hacia la Isla, aunque ha decidido explorar el inicio de una relación bilateral ante la liberación de presos políticos y el anuncio de reformas económicas.

También fue noticia este año en Cuba un trágico accidente aéreo ocurrido en noviembre, cuando un avión de la compañía local Aerocaribbean se estrelló en el centro del país y murieron sus 68 ocupantes, entre ellos 28 extranjeros de diez nacionalidades.

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