Tailandia

Militar golpista cuenta con el respaldo del Rey y anuncia elecciones para octubre de 2007

El general Sondhi Boonyaratkalin dijo que en dos semanas entregará el poder a un líder 'que sea neutral y apoye la democracia'.

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El rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, respaldó el miércoles al general Sondhi Boonyaratkalin, líder de un golpe de Estado que sacó del poder al primer ministro Thaksin Shinawatra, para que encabece al nuevo consejo gobernante, de acuerdo con un anuncio difundido por televisión estatal, informó la AP.

"Para que haya paz en el país, el rey nombra al general Sondhi Boonyaratkalin como jefe del Consejo de Reforma Administrativa", según el anuncio.

"A partir de ahora todas las personas deben permanecer en paz y los servidores públicos deben acatar las órdenes del general Sondhi Boonyaratkalin", añadió.

Según la AP, entre la población hay una percepción generalizada de que el respaldo del Rey le da legitimidad al nuevo Consejo de Reforma Administrativa.

Sondhi encabezó un golpe de estado, sin disparar un solo tiro, durante la noche del martes para el miércoles contra el multimillonario primer ministro Thaksin, quien se encuentra en el extranjero y es acusado de corrupción y de socavar las instituciones democráticas.

El general envió soldados y tanques a vigilar los principales cruces de avenidas y rodear edificios gubernamentales.

Este miércoles, Sondhi anunció elecciones generales para octubre de 2007.

Luego de la insurrección sin enfrentamientos, el militar justificó sus acciones, en tanto que Australia y la Unión Europea las criticaron, y en Londres se anunció el arribo inminente del derrocado premier.

El general dijo a la prensa el miércoles que Thaksin deberá responder por sus errores ante la ley, y que un gobierno interino dirigiría al país por un período no mayor a un año.

Sondhi, musulmán en un país de mayoría budista, agregó que ejercería como primer ministro por dos semanas hasta que se encuentre un líder "que sea neutral y apoye la democracia". A partir de allí, afirmó, ese nuevo gobierno no duraría más de un año, pues en octubre del 2007 se celebrarían elecciones.

"Yo fui quien decidió dar el golpe. Nadie me apoyó", aseguró, en referencia a su proximidad con el Rey.

Agregó que "la política exterior y los acuerdos internacionales suscritos" por Tailandia no sufrirán cambios.

Previamente había declarado al país que la insurrección fue necesaria para curar grietas en la sociedad tailandesa y la erosión de las instituciones democráticas bajo el gobierno de Thaksin.

Al momento del golpe, la primera acción de su tipo en los últimos 15 años en Tailandia, el primer ministro se encontraba en Nueva York, para participar en la Asamblea General de la ONU

Su homólogo australiano, John Howard, calificó de "gran decepción" el golpe en Tailandia. "Condenamos los golpes militares", declaró a la prensa en Cairns, al noreste australiano. "Son un retroceso al pasado y tenía la esperanza de que Asia los había superado".

Desde Helsinki, la Unión Europea también cuestionó las acciones e hizo un llamado al regreso "a un gobierno electo democráticamente". El comunicado fue presentado el miércoles desde Finlandia, que en este momento ocupa la presidencia rotatoria del bloque.

Las calles de Bangkok amanecieron este miércoles con una inusual presencia militar, con el país bajo ley marcial, las televisoras tomadas por los golpistas y la constitución abolida.

El diario local The Nation, impreso en inglés, dijo que varios aliados de Thaksin habían sido arrestados, y que se desconocía el destino de muchos de ellos. En tanto, el ministro de Defensa, Thamarak Isarangura, había logrado escapar del país vía aérea.