Bebo y Chucho Valdés calientan el Festival de Jazz de Vitoria

La fusión del jazz tradicional con el son cubano, de la mano del maestro Bebo Valdés y de hijo Chucho, calentó el miércoles la fría noche de la ciudad española de Vitoria, en un concierto que reunió en el escenario a esa familia de músicos, informó EFE.

Bebo y Chucho protagonizaron la segunda jornada del Festival de Jazz de Vitoria, dedicada a los ritmos latinos, precedidos por la formación dirigida por Javier Limón, productor del superventas Lágrimas Negras.

Como invitada, Cincha Buika puso su penetrante y desgarradora voz flamenca a varias de las piezas, descalza, como acostumbra a enfrentarse a sus actuaciones la mallorquina de origen guineano.

Tras hora y cuarto de intenso concierto, Javier Limón, considerado uno de los mejores representantes actuales de la Big Music, dio paso a sus "padrinos", según dijo, Bebo y Chucho Valdés.

Chucho salió al escenario arropado por Lázaro Rivero al bajo, Yaroldy Abreu en la percusión y Juan Carlos Rojas en la batería. Tras arrancar los primeros aplausos del público con sólo pisar la tarima, comenzó uno de los conciertos más esperados del Festival, con el aforo prácticamente completo.

Mambo, danzón, son y mucha percusión con reminiscencias africanas tuvo el recital, al que se sumó la hermana de Chucho, Mayra, que puso voz a canciones como Bésame mucho, a la que el público hizo los coros.

El momento más esperado de la noche llegó cuando Chucho dejó su piano para presentar a su "triple maestro: en la vida, en la música y como padre ejemplar".

Así, el casi nonagenario músico cubano fue recibido por sus dos hijos y se confesó muy feliz. Puestos en pie, los asistentes tuvieron el privilegio de escuchar el homenaje de Bebo a Vitoria: su versión de La paloma, la pieza más universal del compositor alavés Manuel Iradier.

Con el público ya en el bolsillo, la leyenda viva de la música cubana desgranó en varias piezas su estilo pausado y preciso, para reencontrase nuevamente con su hijo, al que definió como "el mejor pianista del mundo".

Al cruce de halagos entre ambos le siguió el diálogo musical. El colofón llegó de la mano de Chucho, que invitó a la formación de Javier Limón a compartir espacio para obsequiar al pabellón con una versión improvisada de Lágrimas negras.

Mayra y Buika unieron sus voces para cantar el éxito que dio título al disco que llevó a Bebo de gira por todo el mundo.

Roberto Fonseca recuerda a Ibrahim Ferrer en el Festival de Almuñécar

Por su parte, el pianista Roberto Fonseca participó también el miércoles por la noche en el Festival Jazz en la Costa, en localidad de Almuñécar, Granada.

De acuerdo con EFE, La música de Fonseca sonó ecléctica en sus acentos jazzísticos y latinos, con una gran variedad de ritmos llegados no sólo de Cuba, sino también de Suramérica, África y Oriente.

Fonseca estuvo acompañado por Javier Zalba —saxofonista, flautista y clarinetista formado en el grupo Irakere—, el bajista Omar González, el percusionista Joel Hierrezuelo y el baterista Ramsés Rodríguez.

Congo Árabe y Clandestino fueron dos de las piezas de la actuación, que incluyó también un recuerdo a su mentor, el desaparecido bolerista Ibrahim Ferrer, cuya dedicatoria fue subrayada por los aplausos del público.

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