Cartas
www.cubaencuentro.com Jueves, 20 de marzo de 2003 www.cubaencuentro.com

Encuentro en la Red agradece los comentarios, inquietudes y críticas de sus lectores. Las cartas no deberán exceder las 200 palabras e incluirán el nombre y la ciudad del remitente. La redacción se reserva el derecho de editar o resumir los textos.

Felicitaciones por al artículo El Paso del Cangrejo, sobre ese sector —gracias a Dios cada vez más debilitado— del anticastrismo rancio de Miami, que no hace otra cosa que hacerle el juego al régimen de La Habana. Enemigos demasiado previsibles, ya es hora de que se den cuenta de lo dañino de su posición, comprensible, sin duda, pero obsoleta. El considerarlos de "línea dura" es un lugar tan común como el de hoy en día las calificaciones de "izquierdas" o de "derechas" en el mundo. ¿De línea dura por ser intransigentes? No, la línea dura es la que está haciendo oposición en La Habana, y también, desde el exilio, la capaz de apoyar a los movimientos de oposición interna, la capaz de ver los puntos flacos del régimen cubano, y no la de bailar a su son, siempre con respuestas del mismo tipo, inocuas y desastrosas de cara a la comunidad internacional.

Muchas gracias,
I.L. Santos, Italia.

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Me acerco a Encuentro en la Red por vez primera y me anima el apreciar el tratamiento de los problemas de nuestra Cuba desde ángulos que nos dignifican como pueblo, con una cultura que puede preciarse de estar a la vanguardia del pensamiento social, no sólo en el ámbito latinoamericano sino, de seguro, a escala mundial. Agradecería infinitamente que el diario dedicara una serie de artículos (merecería una sección fija) al pensamiento pedagógico cubano, creo que es uno de los bastiones de nuestra cultura. Podría resultar de gran interés que ampliara la información que ha brindado sobre el salón de la fama del deporte cubano. Desde ahora propongo que en una próxima selección sea considerado Miguel Ángel Moenck.

Atentamente,
Carlos García

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Acabo de leer el artículo La duda de George, de Jorge Ebro, y coincido en que Contreras está pasando por un momento de grandes cambios, donde debe "aprender a lanzar" prácticamente para entrar en este nuevo mundo, muy distinto a donde él había pasado su carrera; que es muy probable que comience la temporada en la AAA y hasta esto le puede ser muy conveniente; y que finalmente deberá imponerse en la Gran Carpa. Solamente no estoy de acuerdo en que Shea Hillebrand, quien acaba de terminar su temporada de Novato en las Grandes Ligas, pueda catalogarse como "uno de los más experimentados bateadores de Boston".

Sin más,
Raúl Ávila

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No debería ser tema la controversia de si se apoya o no el Proyecto Varela. El PV depende de que el régimen de Castro-Cuba cambie de opinión y llame a un referendo basado en los postulados que propuso Oswaldo Payá. Este referendo es muy improbable que se lleve a cabo en Castro-Cuba. El PV o cualquier otro que salga desde adentro o fuera de Cuba, o en conjunto, no puede depender de la voluntad democrática del tirano, sino por el contrario, depender de la movilización coordinada de la población a través de los diferentes proyectos hacia un cambio democrático. Entre ellos el Proyecto Varela del MCL, pero también el Proyecto Nacional de Todos Unidos, la consulta popular (35.209 votantes) de la Mesa de Reflexión (MROM), el Proyecto para la creación de una Sociedad Civil de la Asamblea, etc. Insistir en que toda la oposición se incorpore a un solo proyecto no es factible, ni democrático. Pero el acercamiento entre Todos Unidos y la Asamblea (al solidarizarse en sus actividades de apoyo a la campaña de liberación del Dr. Biscet, monitorear las "elecciones" de Castro-Cuba...) es un paso en la dirección correcta. También el acercamiento de los líderes de la Asamblea con los de la MROM, el apoyo de Todos Unidos al Proyecto Varela, como proyecto pero no como el único, es una decisión política acertada. Es en la convergencia y coordinación de las fuerzas democráticas (no en la controversia sectaria) donde reside la mayor posibilidad de triunfar en la remoción del totalitarismo y la institucionalización de la libertad y la democracia en la nación cubana.

Eduardo Pérez Bengochea

Referencias
La Carta Ciudadana en Ginebra
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Con motivo del artículo Llegó el que venía llegando, de Enrique Collazo, sobre la primera visita a territorio español de Willy Chirino,¡ ojo con las fechas !, pues ni se trata del primer concierto en España, ni siquiera el segundo. El primero sucedió en Tenerife, creo que en la playa de Los Cristianos, hace aproximadamente un año y algo, en un evento de música salsa y latina en general; el segundo fue el sábado 1 de marzo de este año en el parque Sta Catalina de Las Palmas de Gran Canaria, durante los carnavales, de hecho fue el domingo día 2 de marzo al amanecer. ¿Es acaso que los territorios ultra periféricos de España no son España a los efectos de los espectáculos? ¿Es que un "la hora menos de Canarias", nos tienen a menos?

Saludos,
José Magide

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No soy católico, ni siquiera me considero religioso, tengo 31 años, por lo cual se infiere que pertenezco a esa generación que se le inculcó que la religión era el "opio del pueblo". Esto no me ha impedido dedicar extensas lecturas a La Biblia y, a su vez, a la historia de la iglesia. No sé por qué se complican tantas personas en dar diferentes versiones a la letra expresada en el sagrado libro, para mi es tan sencillo como "brinda amor y no repares en recibirlo", respeta a todos y no condenes, pues no eres tu libre de pecado, y ya. Y es en este espíritu que surge la pastoral del año 1993, El amor todo lo puede, y esta última, No hay patria sin virtud. Algún día se le dará a la iglesia cubana el tremendo crédito que merece por el papel que ha jugado en la década de los noventa en la inmóvil sociedad castrista. La forma en que los líderes católicos se mantienen "cuasi ajenos" a la bazofia del diario acontecer político de la Isla, la magistral manera en que el Cardenal Ortega se manifiesta mostrando respeto a la disidencia pero alejado de sus avatares, le otorgan un tremendo peso a la magnífica pastoral que hizo aparecer en días recientes en todas la parroquias cubanas. Ahora sólo queda esperar las consabidas respuestas oficiales de los escribas del Faraón que, como en 1993, deben acusar a los clérigos de cuanta preconcebida amalgama de improperios pulula en el manual de adjetivos "granmistas-prensalatinistas" siempre a mano para rebatir ideas confusas y "apátridas".

Angel Tur,
Lexington

Referencias
Habló la Iglesia
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Luis Manuel García en su artículo El país que sí existe nos plantea varias preguntas que me gustaría aclarar. Empezando por el título. País: (Del fr. Pays < latín vulgar pagensis, el que vive en el pago) territorio limitado por una unidad geográfica, política o histórica. De acuerdo con esta definición de nuestra lengua el país no existe. Nadie vive en el pago. Nadie paga impuestos que permitan reclamar derechos. Primero, la unidad histórica fue rota y la unidad política (es decir, La República) como forma de gobierno también. Esto quiere decir que los que allí viven y lo hacen tan solo en la geografía (como los primitivos) y los que vivimos fuera, vivimos haciendo referencia a lo mismo o a la nostalgia. Segundo, lo de Made in USA o Made in Europe, para el caso es lo mismo, es de afuera. El concepto de nación es un invento europeo, la república también, con perfeccionamiento americano. Y la lucha por los derechos civiles fue creada en USA. En el exilio se conservan las tradiciones y la historia negada, desde el sandwich Helena Ruth hasta el bichón habanero, toda la unidad histórica, y además se conserva el abanico de pensamiento (desde el conservador hasta el anarquista) existente en la Cuba republicana, la forma en que fue imaginada y concebida la nación. La democracia es la vocación del país desde su imaginación primera. La revolución es una negación y una ruptura con esa continuidad. Es por ello que Díaz de Villegas reclama una anexión de la Isla a su diáspora en un gesto reconciliador de su historia como un cuerpo inerte cuya alma está en otra parte, y cuyas existencias tienen vidas paralelas y fragmentadas que tan solo recuperarán su sentido en la unión. Pero como bien apunta Villegas, de antemano Luis Manuel García se mueve en el zoológico de cristal de lo políticamente correcto, en ese espacio de verdades a medias que garantiza tantos trabajos en las universidades del occidente multiculturalista y contracultural a miles de intelectuales cubanos que saliendo recientemente de la Isla han escuchado disertar a las vanguardias del pensamiento contemporáneo y comprenden que dentro del discurso de lo políticamente correcto no cabe llamar a las cosas por su nombre, y no se puede nombrar como parte de la historia de Cuba a los ex guerrilleros del Escambray o a los que gritaron: ¡Viva Cristo Rey! Es por eso que el Proyecto Varela en sus ojos se convierte en lo más importante de la historia de Cuba después de Girón. Eso lo aclara muy bien Zoe Valdés en su artículo con respecto al mismo tema Payá y pacá.

Fidel Torres

Referencias
El país que sí existe (LUIS MANUEL GARCíA)
Re-varelización (NéSTOR DíAZ DE VILLEGAS)
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Lamento que fuese precisamente Luis Manuel García, uno de los analistas de la situación cubana que leo con más provecho, quien haya realizado, en su artículo El país que sí existe, una lectura reduccionista de mi trabajo Re-varelización. Si en algún párrafo mal concebido insinué el fin de Cuba como nación, como cultura, o como cualquier otra cosa, pido disculpas.

Semejante afirmación —aún sin ser cierta— me convertiría en una especie de anti-Colón, caído por un hueco negro en las antípodas de la historia, justo en el momento en que se disponía a declarar lo contrario de lo que dijo aquella memorable mañana de octubre: "Esta es la tierra más hermosa que ojos humanos no han visto". Me temo que Luis Manuel García atribuye connotaciones cómicamente desproporcionadas a mis palabras: por supuesto, yo no puedo decretar la inexistencia de Cuba.

Lo que sí puedo —de hecho, lo hago cada vez que tengo oportunidad— es advertir lo obsoleta que se ha vuelto cierta noción de nacionalidad, y cualquier pretensión de soberanía, "especialmente" cuando se trata de Cuba. No aspiro a explicar aquí cuál es el país que ya no existe. Prefiero dedicarme a aclarar el verdadero asunto de mi artículo.

Ese asunto, las falacias compartidas de lo políticamente correcto, reaparece, espléndidamente ilustrado, en el trabajo de García.

Ya desde el primer párrafo de El país que sí existe, Luis Manuel García me acusa de "descalificar el Proyecto Varela, la iniciativa opositora más publicitada desde Playa Girón...", haciendo uso de un tropo de la historiografía oficialista y de un lugar común del advertising político americano. Enseguida traza un arco publicitario que va desde "Bay of Pigs" —esa parada obligatoria en el prospecto del turista casual, que en la imaginería yanqui provoca las más burdas respuestas inducidas— hasta el Proyecto Varela, instrumento de negociación ajustado punto por punto a los modelos de las transiciones pacíficas que, tradicionalmente, nuestros vecinos ven con buena vista.

Me limito a advertir que el visto bueno nos llega irremediablemente comprometido con el "pitch" de Jimmy Carter, el vendedor de causas perdidas más grande del mundo. No en balde el Proyecto Varela alcanza un rating tan alto en la escala publicitaria de García: otra vez la validez de nuestras iniciativas viene ligada a la credibilidad de un promotor —y a la escala de valores del consumidor— americano.

Claro que los concentrados de Sandino, los alzados del Escambray y los votantes de la embajada del Perú no llegan a ranquearse, en sus "Grandes Éxitos", con las once mil firmas: esas causas, desgraciadamente, nunca encontraron sponsors entre los vecinos del Norte y por lo tanto no merecen ser tomadas en cuenta como expresión de la voluntad nacional. Hay que saber venderse, es lo que parece sugerir García. Pero, venderse ¿a quién?

En este punto, sin embargo, estamos de acuerdo: la diferencia es que yo proclamo la fatalidad de nuestro destino como sub-producto en el mercado de imágenes de la Sociedad del Espectáculo.

Néstor Díaz de Villegas

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Soy cubana y vivo desde hace trece años en Berlín, donde trabajo como profesora de español. Mis alumnos conocen Encuentro en la Red, pues les aconsejo la lectura de sus artículos, que, más tarde, discutimos en clase. Tienen ellos la libertad de escoger el artículo que deseen discutir y no me sorprende el hecho que, desde hace algunos meses, la mayoría elige trabajos firmados por el señor José H. Fernández. No sólo por la profundidad del análisis que hace el autor de algunos aspectos poco tratados de la realidad cubana, sino además por su inobjetable manejo del idioma, considero más que acertada la elección de mis alumnos. En nombre de ellos y en el mío propio quisiera felicitar al señor José H. Fernández por sus excelentes trabajos que, a ratos, lamentamos no encontrar con mayor frecuencia en la revista. Hacemos extensivas nuestras felicitaciones al colectivo de Encuentro en la Red por la magnífica labor que desde hace años realiza y nos permitimos recordarle algo que ya sabe: si los perros ladran es porque la caravana pasa. ¡Qué ladren!

Alba L. Domínguez, Berlín

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Que tranquilidad leer el artículo El país que sí existe, de Luis Manuel García. Casi llego a pensar que Néstor Díaz de Villegas no encontraría quien replicase su última opinión publicada en este diario de todos los cubanos. Luis Manuel García ha dicho lo que muchos sentimos y ojalá que estos "muchos" sí seamos mayoría, por el bien de esta Cuba que sí existe.

Jorge L. Díaz

Referencias
El país que sí existe (LUIS MANUEL GARCíA)
Re-varelización (NéSTOR DíAZ DE VILLEGAS)
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