Actualizado: 15/04/2024 23:17
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Resumen del 'Vía Crucis de Cuba'

Documento elaborado por el Centro de Formación Cívica y Religiosa de Pinar del Río para ser leído en las catorce estaciones del Viernes Santo.

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-"Jesús está frente a Pilato. Se efectúa un juicio sumarísimo. Judas es el delator. Pilato intenta descargar sobre los judíos su responsabilidad de condenar a un hombre justo. Sobre Jesús han descargado todo género de mentiras, calumnias y falsos cargos (…) La masa vocifera y da bandazos, desde el Domingo de Ramos en que vitorea a Jesús, hasta el Viernes Santo, en que lo repudia pidiendo que lo crucifiquen. Así ha sido siempre la actitud de las masas sin rostro y sin conciencia (…) Hoy también ocurren estas cosas (…) Que esto nos sirva para comprender bien el momento en que vivimos en Cuba hoy y para que lo vivamos conscientes de nuestra propia responsabilidad. Para pasar de masa a pueblo".

-"Sobre los hombros de Jesús es cargada la cruz de todas nuestras iniquidades y pecados. Sobre sus hombros cae el peso de cuanta maldad nos oprime, de cuanto poder nos aplasta, de cuanto cargo de conciencia nos persigue. Cristo carga con la cruz que es nuestra, que la merecemos por lo que hacemos, y por lo que dejamos de hacer para el bien (…) Sin embargo, Cristo no se echa para atrás, no descarga en otros el peso de una cruz injustamente cargada sobre el inocente (…) He aquí la esencia del cristianismo y del seguimiento de Cristo: vivir para los demás (…) Si no cargamos con la cruz de otros y no echamos sobre nuestros hombros, pobres y débiles pero disponibles, la carga de la redención de Cuba, no somos dignos de seguir a Cristo en el Vía Crucis cubano de hoy. Oremos por cuantos cargan sobre sus hombros con la responsabilidad de salvar a su pueblo. Roguemos también por los que le zafan el hombro y huyen, traicionan, se acomodan, o se esconden detrás de una falsa prudencia o incapacidad".

-"Oremos por todas las madres cubanas. Especialmente por las madres, hijas, hermanas y esposas de los presos de conciencia llamadas en Cuba Damas de Blanco. Por las madres del mundo entero que sufren por causa de la guerra o de la injusticia, que sufren a causa del absurdo de la fuerza y la opresión, que no tienen ni sentido ni razón. Oremos por los hijos que le infligen a sus madres el dolor de ser condenados a causa de sus crímenes y oremos también por los hijos que ven sufrir a sus madres a causa de ser condenados injustamente por hacer el bien".

-"Cuba vive su Vía Crucis. Son muchos los que cargan con la cruz de las injusticias y son inocentes como Jesús. Son muchos también los que cargan con la cruz de sus propios pecados, con la cruz de sus propios crímenes y delitos. Todos, unos y otros, necesitan de la ayuda de los actuales cireneos. Nosotros debemos ser cireneo o no seremos nada de cristianos (…) Oremos por todos nosotros, los cubanos necesitados de cireneos que nos ayuden a cargar con nuestras cruces. Oremos por cuantos son obligados a ser solidarios por decreto y por cuantos permanecen indiferentes ante el sufrimiento ajeno. Oremos para que no se nos endurezca el corazón de cubanos que siempre ha estado al lado del que sufre (…) En estos días en Cuba, como en los días de la pasión del Señor, hay hombres y mujeres que sucumben bajo el peso de las terribles presiones psicológicas y físicas.

-"Hay hombres y mujeres de hoy que son crucificados por sus familias, en sus trabajos, en sus barrios, en las calles y en los medios de comunicación de su país. Nosotros los cristianos, sabemos que esas manos clavadas se extenderán para perdonar (…) Nosotros sabemos que del pecho de los encarcelados y de los perseguidos, de los calumniados y vilipendiados, traspasados por la lanza de los odios y de la violencia, solamente podrá salir la redención de las víctimas y de los victimarios, el perdón de los crucificados y de sus verdugos. 'Padre, perdónales porque no saben lo que hacen'. He aquí la actitud ante tanto absurdo y tanto odio. Perdón, perdón, y perdón. Nunca más la venganza y la violencia. Nunca más la revancha y el rencor. Cuba necesita que del pecho traspasado de sus hijos e hijas, salga por fin la 'sangre redentora' que reconcilia y ama y 'el agua purificadora' que reconstruya y edifique una civilización de la verdad y del amor".

"-Cuba vive al borde de esta estación [la última]. Entre el sepulcro y la vida. Entre la cruz y la resurrección que no ha llegado. Cuba vive con la puerta cerrada y las piedras de nuestras intolerancias y del inmovilismo de los poderosos, cerrando las puertas a la pascua pacífica, al cambio necesario. Pero esas piedras, aparentemente inamovibles, serán removidas ante la vista azorada de los mismos guardias que la custodiaban como la puerta de la muerte. Al salir el sol, aquella piedra se convirtió en puerta de la vida. Así será en Cuba, lo creemos y lo esperamos. Las puertas de la represión y de la muerte que hoy se cierran sobre nuestra Patria, se abrirán al amanecer y saldrán por ella la vida nueva, la vida resucitada y redimida de nuestro sufrido pueblo. La última estación es la del sepulcro, pero la última palabra es la de la Vida. Precisamente porque este sepulcro que recibió el cuerpo sagrado de Cristo, fue el primer testigo de su resurrección. Levantemos la vista y veremos que, por encima de los sufrimientos que hoy vivimos, se alza, triunfante y victoriosa, la Vida. Cuba vivirá al fin, libre y serena, una vida nueva. Cuba vivirá en la justicia y la verdad. Cuba vivirá en paz. Así será, porque ya el sepulcro de Cristo está vacío".


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