¡El Maestro Cachao! Como su ritmo no hay dos

Esta mañana, 22 de marzo del año 2008, el legendario músico, compositor, arreglista e icono cultural Israel López, más conocido por todos sus admiradores como ¡Cachao!, falleció.

Nos deja una música extraordinaria que originó tendencias y un ejemplo sin igual de humanidad, ambos regalos para todos nosotros, los que tuvimos la inmensa suerte y el honor de conocerlo.

Cachao mostró una dedicación religiosa hacia su arte, que comenzó a la edad de doce años, cuando debutó —parado sobre una caja de madera— con la Filarmónica de La Habana, tocando el contrabajo acústico. Creó el mambo en 1939, con su más cercano colaborador, su hermano Orestes. Aquella composición, titulada Danzón Mambo, fue la base para la locura del ritmo que recorrió el mundo. Luego, en los años de la década de los cincuenta, reunió a los mejores músicos que había en La Habana y, de nuevo, revolucionó la música cubana con sus ya legendarias descargas, JamSessions.

Cachao es "La Mata", y de esta mata arraigada en las tradiciones más profundas de la música tropical surge toda la música moderna de la Isla, la conocida por muchos como la salsa.

Su deceso marca el final de una época. Una época que nos dio algunos de los talentos más geniales en la historia de la música cubana, una música que ha influido sobre toda la música, por casi un siglo, con seres extraordinarios como Ernesto Lecuona, Benny Moré, Ignacio Piñero, por mencionar sólo unos pocos. Y al magnífico Bebo Valdés, uno de los compatriotas y colaboradores de Cachao, quien aún divulga las tradiciones de nuestra música por todo el mundo con inmensa influencia y gran popularidad.

Tuve el privilegio de colaborar con Cachao como su productor y miembro de la banda desde 1990. Juntos grabamos cuatro discos: Master Sessions (Vol. I y II), que obtuvieron para Cachao su primer Grammy, y Cuba Linda, que, de nuevo, le dio un Grammy y la nominación al Grammy Latino. También dirigí un documental sobre su vida, titulado Cachao, como su ritmo no hay dos, centrado en el ya legendario concierto de 1990, y la película Cachao, ahora sí, que hace la crónica de su proceso creativo en el trabajo para el CD/DVD que mereciera nuestro último Grammy y el premio del Grammy Latino.

Más recientemente, dirigí otro documental en su homenaje, Cachao, uno más, en que se describe el honor que le concediera la Universidad Estatal de San Francisco y se filma el concierto que siguiera a ese tributo.

Después de toda una vida escuchando la música de Cachao y de dieciocho años de conciertos y de grabaciones juntos, considero nuestra colaboración y nuestra amistad como uno de los logros más importantes de mi vida. Cachao es nuestro padre musical. Lo veneran todos los que lo conocieron, a él y a su música, y se refieren a él sencillamente como "¡El Maestro!". Lo han honrado en todo el mundo y ocupa un lugar merecidísimo en el Instituto Smithsonian.

¿Qué vamos a hacer ahora? ¿Cómo vamos a avanzar con esta pérdida monumental? En la única forma en que lo hubiera querido Cachao: ensalzarlo con el mayor esfuerzo para continuar lo que era más importante para él, esto es, seguir y nunca abandonar las tradiciones de nuestra música y de nuestra cultura. Esta era la esencia de Cachao y es el ejemplo que nos deja para que sigamos inspirando a las generaciones futuras.

Maestro, su música me ha acompañado toda la vida y así seguirá haciéndolo hasta que nos encontremos de nuevo. Usted ha sido mi maestro y usted me acogió como a un hijo. Por lo que continuaré regocijándome en su música y llevando nuestras tradiciones por doquiera que vaya, en su honor.

Andy García

Actor/ Director/ Productor y Orgulloso Miembro de la Orquesta de Cachao.

Los Ángeles, CA.

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