El Senado respalda la construcción de un muro en la frontera con México
Los senadores apoyaron por 83 votos contra 16 el levantamiento de la valla en las zonas donde se registra el mayor volumen de cruces ilegales.
El Senado de Estados Unidos dio el miércoles el visto bueno a la construcción de un muro de unos 600 kilómetros en la frontera con México para combatir la inmigración ilegal, al tiempo que aprobó un plan para dificultar la legalización de los extranjeros indocumentados, informó Reuters.
Con 83 votos a favor y 16 en contra, los senadores respaldaron el levantamiento de la valla en las zonas donde se registra el mayor volumen de cruces ilegales, dentro de los 3.200km de frontera mexicana-estadounidense.
El proyecto de ley de inmigración casi muere en el Senado el mes pasado; pero, en parte debido a la presión del presidente George W. Bush, los legisladores han logrado algunos acuerdos.
La normativa pretende aumentar la seguridad en la frontera, crear un programa de trabajadores huéspedes y trazar un camino hacia la ciudadanía para muchos de los entre 11 y 12 millones de inmigrantes ilegales.
Sin embargo, la ley aún se enfrenta difíciles negociaciones en la Cámara de Representantes, que aprobó un proyecto mucho más severo, que prevé duras medidas contra los inmigrantes ilegales y no les da la posibilidad de regularizar su situación si tienen antecedentes criminales.
Bush realizó el lunes un inusual discurso televisado sobre inmigración, dando más empuje al proyecto del Senado. El presidente anunció el envío de 6.000 efectivos de la Guardia Nacional a la frontera y dio su apoyo a la legalización de millones de indocumentados en un intento por satisfacer tanto al electorado hispano como a republicanos conservadores a seis meses de las legislativas de noviembre.
Su colaborador político Karl Rove viajó el miércoles al Capitolio para discutir el asunto con los republicanos del Congreso.
"No asuman que todas las posiciones están grabadas en piedra," sostuvo el portavoz de la Casa Blanca, Tony Snow, después de las negociaciones de Rove.
El tema es extremadamente delicado en un año de elecciones para el Congreso, cuando los republicanos se enfrentan a muchos desafíos para mantener su control en el Senado y la Cámara de los Representantes.
Los conservadores se oponen a cualquier indicio de amnistía para los ilegales, mientras que muchas asociaciones de negocios quieren trabajadores extranjeros y las comunidades hispanas muestran su poder político exigiendo la legalización.
El Senado debe considerar otras enmiendas incluidas algunas que podrían dar forma al programa de trabajadores temporales o huéspedes.
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