Actualizado: 02/05/2024 23:14
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Colombia

Empresario secuestrado por las FARC muere en un intento de rescate

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Un ganadero colombiano secuestrado por las FARC a inicios de marzo murió el jueves en medio de un operativo militar que buscaba rescatarlo, informaron fuentes castrenses citadas por la AP.

El comandante del ejército, general Mario Montoya, declaró a radio Caracol que "en todo tipo de operaciones hay unos riesgos".

"Ese riesgo lo corrimos con el beneplácito y el visto bueno de la familia (de la víctima). Infortunadamente en este caso, en esta oportunidad fallece el secuestrado", afirmó Montoya.

El fallecido es José Diego Mejía Isaza, un ganadero de 52 años que fue secuestrado el 1 de marzo por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), precisó un funcionario de la gobernación local que dio detalles a condición del anonimato, porque dijo que era competencia de las autoridades militares informar del hecho.

El operativo de rescate se realizó en la zona rural de Marulanda, unos 150 kilómetros al oeste de Bogotá.

Montoya dijo que en la acción murieron cuatro efectivos de las FARC, incluido el jefe de finanzas del frente 47 de el grupo ilegal armado, conocido como Fabio Muelas, y un soldado. Otro uniformado resultó herido.

El funcionario consultado indicó que Mejía Isaza fue herido de bala en medio de la acción, y murió cuando era trasladado a un hospital. No quedó claro si fue blanco de fuego cruzado o sus captores lo ejecutaron.

La muerte del empresario se produce poco después de que Colombia fuera sacudida por la noticia de que 11 ex diputados regionales que eran rehenes de las FARC fueron abatidos tras cinco años de cautiverio.

Según las FARC, los diputados fallecieron en medio de combates con tropas militares, versión negada por el gobierno.

Los políticos eran parte de casi 60 personalidades cautivas de las FARC, que condicionan su libertad a la negociación de un "acuerdo humanitario" con el gobierno para conseguir la excarcelación de centenares de miembros del grupo armado presos.

Para negociar, las FARC exigen crear una zona desmilitarizada de unos 800 kilómetros cuadrados en el suroeste de Colombia, pero el presidente Álvaro Uribe rechaza tajantemente esa condición y, durante una jornada de protestas a la que concurrieron millones de colombianos el jueves para pedir el acuerdo humanitario, respondió pidiendo al grupo armado la liberación inmediata y sin condiciones de los secuestrados.

El gobernante es partidario de que las fuerzas militares rescaten a los rehenes de manos de las FARC.