Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Bolivia

Evo Morales cumple un año de controvertida presidencia

Su segundo año en el poder estará marcado por el desafío de aprobar una nueva constitución y el enfrentamiento con los departamentos que reclaman autonomía.

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El presidente de Bolivia, Evo Morales Aima, cumplió este domingo un año de gobierno entre el apoyo de las organizaciones campesinas y populares, y la oposición de varias regiones que demandan autonomía de gestión, informó EFE.

Morales inició su mandato el 22 de enero de 2006 tras un inédito triunfo electoral, con el 53,7 por ciento de los sufragios.

Entre las medidas más notorias aplicadas durante sus primeros 12 meses, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) puso en marcha una Asamblea Constituyente para "refundar" Bolivia, y obligó a una veintena de trasnacionales petroleras a firmar nuevos contratos bajo un decreto de nacionalización de hidrocarburos.

La Constituyente no ha tenido avances desde su instalación en agosto y, al contrario, está entrampada en un debate que la oposición ha aprovechado con el favor de cuatro departamentos, de los nueve que tiene el país, que reclaman la aplicación de un modelo autónomo de gestión.

Contra la intención oficialista de imponer la aprobación por mayoría simple, los opositores exigen respeto a las normas que establecen la aprobación de la nueva carta magna por dos tercios del total de los votos, y critican al presidente haber impulsado la confrontación entre regiones.

Esta fue la causa de los graves incidentes registrados este mes en Cochabamba, departamento gobernado por el prefecto opositor Manfred Reyes Villa, donde un choque entre campesinos seguidores de Morales y partidarios del prefecto se saldó con dos muertos y más de doscientos heridos.

En cambio, la nacionalización petrolera fue exitosa y ha contribuido a mejores resultados en la gestión económica, aupada en los buenos precios de los minerales y los textiles en el mercado internacional.

Mientras las exportaciones batieron el récord de los 4.069 millones de dólares, la gestión fiscal dejó de tener números rojos por primera vez en varias décadas.

En el primer año de su gestión, Morales trató de consolidar el poder con una fuerte ofensiva contra los grupos de derecha, que considera aún enquistados en todas las instituciones estatales y a los que acusa de boicotear sus planes.

La población aplaudió la nacionalización petrolera, el nuevo contrato de exportación de gas natural a Argentina, y los programas de alfabetización y oftalmología realizados con apoyo de La Habana y de Caracas.

Entre los errores, reconocidos por las autoridades, está el enfrentamiento entre obreros y cooperativistas mineros en la población de Huanuni, que terminó con 16 fallecidos y medio centenar de heridos por disparos de bala y explosión de dinamita, en una disputa por la explotación de ese rico yacimiento de estaño.

En política internacional, Morales afianzó su alianza con Fidel Castro y Hugo Chávez, así como convenció a su colega de Chile, Michelle Bachelet, para que acepte incluir la ancestral demanda boliviana de una salida al mar en una nueva negociación bilateral.

Según una encuesta realizada por la empresa Gallup Internacional, entre fines de noviembre y principios de diciembre pasado, la popularidad del mandatario bajó desde el 77 por ciento registrado al inicio de su gobierno hasta el 59 por ciento.

El segundo año del periodo de Morales estará marcado por el desafío de aprobar una nueva constitución y, a la vez, resolver el enfrentamiento con los departamentos de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, que reclaman autonomía para administrar sus recursos.