Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Brasil

Invasión de campesinos sin tierra al Congreso deja daños materiales y 23 heridos

El líder de la organización dijo que los manifestantes pretendían entregar una carta a los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado.

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Más de trescientos integrantes de una organización de campesinos sin tierra invadieron este martes la Cámara de Diputados de Brasil, armados con piedras y hasta utilizando un automóvil como ariete contra las puertas, constató la AFP.

La invasión se saldó con 23 heridos, uno grave, y numerosísimos daños materiales. Los cientos de manifestantes fueron detenidos tras evacuar el lugar y llevados a un centro deportivo donde iban a ser interrogados, confirmó la Policía.

El líder de los manifestantes, Bruno Maranhao, miembro de la Ejecutiva del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, fue uno de los arrestados por la Policía Legislativa.

La invasión se produjo la tarde del martes, cuando los manifestantes quebraron los vidrios de las puertas de acceso a la Cámara, contra los que lanzaron piedras, objetos y un Fiat Uno que fue levantado en peso.

Todavía lanzando objetos, el grupo llegó hasta las puertas del Plenario de la Cámara. Los legisladores, que estaban en sesión, permanecieron dentro, aislados.

Varias puertas de vidrio y aparatos electrónicos en los aproximadamente 300 metros entre la puerta de la Cámara y el Plenario fueron destruidos.

Los manifestantes evacuaron el lugar una hora después, permanecieron por varias horas frente al Congreso y, posteriormente, fueron detenidos por la Policía, por orden del presidente de la Cámara, Aldo Rebelo.

Los invasores pertenecían al Movimiento de Liberación de los Sin Tierra (MLST), una disidencia del Movimiento de los Sin Tierra (MST), que es la principal organización que reclama la reforma agraria en Brasil.

El líder del MLST explicó que los manifestantes pretendían entregar pacíficamente una carta a los presidentes de la Cámara y del Senado.

"Era un movimiento pacífico, pero la policía nos agredió. Tuvimos que reaccionar", dijo Maranhao.

Los reclamos del grupo son "que el gobierno Lula cumpla con el plan de la reforma agraria, entregue 10.000 millones de reales (más de 4.000 millones de dólares) a la agricultura familiar y renegocie las deudas de los asentados", dijo a la AFP Marcos Antonio da Silva, un coordinador del movimiento.

La Presidencia brasileña condenó los actos de "vandalismo". "La agresión contra el Congreso (…) hiere los principios de la democracia y debe ser tratada con el rigor de la ley", señala un comunicado firmado por el portavoz de Lula, André Singer.

El presidente Lula, histórico aliado de los Sin Tierra, prometió al asumir el poder en 2003 una reforma agraria que estos consideran que no fue tan amplia como esperaban.

A pesar de que el líder de los manifestantes es un alto cargo del PT, también el partido de Lula rechazó en una nota pública la invasión violenta del Congreso.

La invasión provocó un intenso debate entre los diputados que estaban en el plenario y levantó polémicas sobre las numerosas acusaciones de corrupción contra legisladores que el Congreso investiga desde hace un año.

"El pueblo ya no se siente representado en las instituciones del país, es culpa nuestra, que permitimos la impunidad de los corruptos", lamentó la diputada izquierdista opositora Luciana Genro.

El diputado opositor socialdemócrata Eduardo Paes achacó los disturbios a la "pérdida de autoridad y a la relación de complicidad establecida por el presidente" Lula con los sin tierra.

El líder del gobernante Partido de los Trabajadores (PT) en la Cámara, Henrique Fontana, declaró "el más absoluto rechazo a los actos" de invasión.