La Corte Suprema rechaza liberar a Fujimori por considerarlo un peligro para la sociedad
El tribunal también ratificó la negativa de conceder el arresto domiciliario al ex presidente peruano.
La Corte Suprema de Chile rechazó este jueves conceder la libertad condicional al ex presidente peruano Alberto Fujimori por considerar que es un peligro para la sociedad, informó la AP.
La segunda sala del máximo tribunal resolvió, por cuatro votos a uno, que "en atención a la gravedad y circunstancias de los hechos incriminados, la libertad provisional de Alberto Fujimori constituye un peligro para la sociedad".
El tribunal también ratificó la negativa de cambiar por un arresto domiciliario el actual recinto carcelario de Fujimori, quien está en prisión preventiva.
La defensa de Fujimori había apelado a la Corte Suprema tras la negativa del martes del juez Orlando Álvarez, quien tramita la extradición del ex presidente a Perú, de liberarlo provisionalmente o enviarlo con detención domiciliaria a una casa que ya es habitada por dos de sus hijos.
Jaime Larraechea, abogado del Estado peruano, dijo que "dadas las condiciones (…) evidentemente la fuga es una posibilidad cierta".
"Por esa razón entendemos que la libertad del señor Fujimori constituye un peligro para la sociedad", agregó.
Fujimori, de 67 años, está detenido en Chile desde el 7 de noviembre mientras se tramita una solicitud de extradición de Perú, que lo acusó de 10 delitos de corrupción y dos de violaciones a los derechos humanos.
El juez Álvarez, que lleva la causa, ha negado las tres peticiones de libertad provisional de Fujimori, y el miércoles concluyó los cuatro interrogatorios al ex gobernante sobre las acusaciones del Estado peruano. Ahora corresponde que se desarrollen las llamadas diligencias de pruebas.
Fujimori llegó sorpresivamente a Chile el 6 de noviembre desde Japón a bordo de un avión particular de pasó camino a Perú, donde quería participar en el proceso electoral presidencial.
El ex gobernante está detenido en la Escuela de Oficiales de Gendarmería, la guardia de prisiones —que no es una cárcel—, donde ocupa un par de habitaciones en las que recibe visitas varias veces a la semana, principalmente de sus hijos.
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