Las FARC descartan un canje de secuestrados por presos mientras Uribe sea presidente
El grupo quiere 'tener la sartén por el mango' y no va a permitir que el gobierno tenga 'el protagonismo', opinó un analista.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) descartaron el intercambio humanitario de los secuestrados en su poder por efectivos del grupo presos, mientras Álvaro Uribe presida Colombia. Esto podría significar el fracaso de un esfuerzo de Francia, España y Suiza para iniciar negociaciones en ese sentido.
"Está claro que con Uribe no habrá intercambio humanitario", dijo el lunes en un comunicado el grupo ilegal armado, informó AP. Como justificaciones las FARC acusan de "ausencia de voluntad política" al actual presidente de Colombia.
En una acción que despertó suspicacia entre analistas por lo que pareció una reacción precipitada, Uribe anunció en diciembre su aceptación a la propuesta de los países facilitadores de despejar de militares una región de 180 kilómetros cuadrados en el municipio de Pradera, en el sur de Colombia, para propiciar el diálogo con las FARC.
El grupo armado, que alega desconocer de primera mano la propuesta europea, expuso que Uribe "en su afán de explotar electoralmente una iniciativa, de los países facilitadores del acuerdo de canje (…) ha lanzado al despeñadero todo un esfuerzo diplomático".
Tras una reforma constitucional, Uribe aspira a otro mandato en las elecciones de mayo.
"Lamentamos esta actitud precipitada y ligera del presidente", añadió el grupo en el documento.
Las FARC, a las que Washington y la Unión Europea consideran una organización terrorista, mantiene un lista de 59 personas "canjeables" en cautiverio, entre políticos, policías, militares y tres contratistas estadounidenses, y ofrecen liberarlos si el gobierno suelta a centenares de sus efectivos presos. Algunos de los secuestrados llevan hasta ocho años en esa situación.
Fabiola Perdomo, esposa de Juan Carlos Narváez, un ex legislador provincial en poder de las FARC, aseguró a radio Caracol que, pese al comunicado del grupo, " no se ha cerrado la puerta al acuerdo humanitario".
Pero el diputado nacional Armando Benedetti precisó a la misma radio que no le veía "buen futuro a las conversaciones de acuerdo humanitario".
Explicó que era previsible la respuesta de las FARC por cuanto "quieren tener la sartén por el mango y no iban a permitir que el gobierno tuviera el protagonismo".
En un mensaje con motivo del Año Nuevo, Uribe expresó el sábado: "Estamos listos para el acuerdo humanitario (…) y también tenemos toda la voluntad para la presión militar y policial a fin de buscar que nuestros compatriotas secuestrados sean rápidamente liberados".
Las FARC señalaron que "Uribe, a pesar de los resultados melancólicos del Plan Patriota, parece seguir obstinado en el rescate a sangre y fuego" de los secuestrados.
El Plan Patriota, financiado parcialmente por Estados Unidos, es una ofensiva para atacar a las FARC en los territorios en donde ejerce mayor influencia.
El grupo armado lanzó una ofensiva contra las fuerzas de seguridad que dejó el 18 de diciembre ocho policías muertos en la comunidad selvática de San Marino, en el oeste del país; y 29 militares muertos en un combate registrado en Vista Hermosa, en el sur del país. Además, hay una escalada de atentados contra infraestructuras.
Colombia "necesita un presidente con voluntad política, no sólo para el canje, sino para pactar con la insurgencia y con la participación del pueblo, la solución del conflicto", dijeron las FARC el comunicado.
El analista político Alejo Vargas declaró a la AP que las FARC "están, de manera muy evidente, tratando de influir en el debate electoral".
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