Los escándalos de corrupción alcanzan al presidente del Senado

El Consejo de Ética del Senado brasileño recomendó el miércoles el desafuero del presidente de esa cámara del Congreso, Renan Calheiros, un importante aliado del gobierno, que está bajo sospecha de corrupción y delitos fiscales, informó la AFP

El Consejo de Ética aprobó, por once votos a favor y cuatro en contra, un informe que recomienda el desafuero de Calheiros por considerar que violó "el decoro" y honra de la institución.

Más tarde, el proceso recibió el respaldo de la Comisión de Constitución y Justicia, que evaluó su pertinencia legal, y será el plenario del Senado el que decidirá si procede la pérdida de mandato, en una sesión que podría celebrarse el miércoles próximo.

Calheiros, líder del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro), clave en la coalición del gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, ha reconocido que un negociador de una empresa constructora pagó una onerosa pensión y vivienda a su ex amante, con quien tuvo una hija.

Empero alegó que el dinero era suyo y que el negociador actuó como intermediario y amigo para mantener la discreción del caso.

El Consejo de Ética aceptó inicialmente las explicaciones, e iba a archivar el caso, cuando un reportaje televisivo puso en duda los recibos con los que Calheiros quiso demostrar que vendió ganado para obtener el dinero.

El voto en el plenario será secreto, lo que puede favorecer al acusado, según los analistas.

Ello porque Calheiros "hizo muchos favores, tiene muchos aliados. En el voto secreto, están contando que podría tener 50 (de los 80) votos a su favor, incluso de la oposición", opinó la comentarista política de la radio CBN, Lucia Hipólito.

La situación de Calheiros estalló hace tres meses y se complicó con otras denuncias publicadas en medios, como una que lo acusa de ser socio oculto de emisoras de radio, lo que no es permitido por ley, y otra de participar en un presunto sistema de recaudación de dinero en ministerios encabezados por su partido.

Calheiros se ha declarado inocente de todas las acusaciones y aseguró que la palabra renuncia "no existe" en su "diccionario". También acusó públicamente de hacer negocios ilegales a la editorial Abril, que publica la revista Veja, que divulgó las denuncias.

El Congreso brasileño ha pasado los últimos cuatro años batallando con escándalos de corrupción de la más diversa índole, que ya le costaron la renuncia en 2005 al presidente de la Cámara de Diputados, Severino Cavalcanti, acusado de cobrar sobornos por las concesiones de restaurantes del Parlamento.

Una encuesta del instituto Sensus reveló en abril que la institución que menos confianza inspira a la población brasileña es el Congreso, con un 1,1%.

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