Los panameños dicen 'Sí' a la ampliación del canal

En medio de la apatía de muchos panameños, la propuesta para ampliar el canal interoceánico creado hace 92 años fue aprobada este domingo en un referendo con un amplio margen, informó la AP. El proyecto implicará una inversión de 5.250 millones de dólares.

La participación electoral alcanzó sólo el 43,6%, aunque el porcentaje de panameños que favoreció el proyecto fue abrumador, de casi 4-1.

De acuerdo con el Tribunal Electoral, tras escrutarse el 93,5% de las 4.416 mesas de votación y el 94,7% de la masa de electores, el sufragio afirmativo a la propuesta de expansión recibe el 78,8% de los votos a favor y el 21,9% en contra. El nivel de abstencionismo alcanza casi el 57%.

"Hoy hemos sido protagonistas de nuestro propio destino", manifestó el presidente Martín Torrijos en un mensaje al país. "Hoy hemos sentado las bases para construir entre todos un mejor país. Nos hemos dado la oportunidad de materializar nuestras esperanzas".

"Hoy apenas seis años de recuperar el canal… hemos decidido, sin injerencias foráneas (aludiendo a intervenciones de Estados Unidos en el pasado), qué queremos hacer con el canal y con nuestro futuro", afirmó el mandatario..

"A partir de ahora, cada uno de nosotros puede decir con orgullo 'yo fui parte de la gran decisión histórica de ampliar el canal de Panamá'", agregó.

"Atrás está el tiempo que perdimos… adelante está el tiempo para superar la vergüenza de tener a un país en el que el 40% de sus hijos vive en condiciones de pobreza, un país que creció en forma inequitativa", dijo.

Torrijos destacó el triunfo arrollador del "Sí", aunque el proceso tuvo un alto grado de ausentismo.

Se trata de la reforma estructural más grande que se realizará a la zanja interoceánica desde su apertura por Estados Unidos en 1914.

Esta fue la segunda consulta popular sobre el canal en las últimas tres décadas: En 1977, los panameños dieron luz verde en un plebiscito a los tratados Torrijos-Carter, que establecieron el fin de la presencia militar estadounidense y el traspaso de la vía, el 31 de diciembre de 1999.

El fallecido general Omar Torrijos, padre del actual presidente, firmó los tratados del canal en 1977. Su hijo, en tanto, impulsa el mayor plan de reparación de la vía, que tiene a Estados Unidos como su principal usuario y a Chile y Ecuador como sus primeros clientes latinoamericanos.

La propuesta necesitaba de una mayoría simple para ser aprobada sin importar el nivel de participación alcanzado.

El plan consiste en la construcción de dos nuevas esclusas más anchas y largas para permitir el paso de buques gigantescos, como los del tipo Post-Panamax, que pueden llevar hasta 12.000 contenedores.

Ahora, la vía sólo es capaz de permitir buques del tipo Panamax, con 4.000 contenedores.

El canal, que cruzan poco más de 14.000 barcos al año y unos 300 millones de toneladas de carga, llegará a su punto de saturación entre 2009 y 2011, según las autoridades.

Los primeros trabajos para la ampliación, entre ellos la profundización de causes para las nuevas esclusas, comenzarán en 2007 y la vía ampliada estaría lista para operar entre el 2014 y 2015.

Los detractores argumentan que el plan es arriesgado porque podría endeudar más al país, afectar el medio ambiente y beneficiar principalmente a las navieras extranjeras y los sectores económicos locales, en un país con altos niveles de corrupción y pobreza.

El gobierno ha insistido en que la expansión, además aumentar la capacidad y competitividad del viejo canal, impulsará la economía en general y redundará en millares de nuevos empleos.

El crecimiento del Canal como negocio traería consigo el impulso de sectores como los puertos, la banca, la zona libre e incluso el turismo residencial.

Según los cálculos, el proyecto de ampliación generaría 6.750 empleos directos y más de 35.000 empleos indirectos, informó la BBC.

Igor Meneses, un publicista citado por AP, dijo que "la ampliación es necesaria, pero hay que estar vigilante ante robos o corrupción. Con un nivel de inversión como esta, hay mucho que se puede robar".

El proyecto se pagaría con el aumento de los peajes mediante alzas de 3,5% como promedio anual durante 20 años, según la propuesta. No obstante, se requerirán préstamos por 2.300 millones para los años pico de la construcción de las esclusas.

El canal, que mueve el 5% del comercio marítimo mundial, es considerado el eje de la economía de servicios de Panamá.

Sólo el año pasado generó 600 millones de dólares, lo que equivale al 60% del presupuesto nacional de inversiones.

© cubaencuentro.com