Pekín organiza un homenaje al disidente cuya muerte provocó las protestas de Tiananmen

El gobierno chino confirmó hoy, a través de un escueto comentario de su portavoz de Asuntos Exteriores, que conmemorará el aniversario del nacimiento Hu Yaobang, depuesto secretario general del Partido Comunista de China, cuya muerte originó las manifestaciones pro democracia en la Plaza de Tiananmen, informó EFE.

"El 90 aniversario de Hu Yaobang se celebrará en Pekín, con la presencia de líderes chinos, y habrá un discurso", se limitó a decir el portavoz Liu Jianchao.

Liu se negó a confirmar el día en que se celebrarán estos actos y quiénes asistirán, aunque se espera que sean el 20 de noviembre con la presencia de los principales líderes chinos, entre ellos el presidente Hu Jintao.

Las oficinas del Departamento de Propaganda del Partido Comunista de China (PCCh), y del Consejo de Estado (gobierno), no dieron más detalles sobre los homenajes al ser consultadas.

Hu Yaobang, líder del ala reformista del PCCh durante los años ochenta, fue destituido de la secretaría general del partido en 1987. Se le acusó de tener una mentalidad "burguesa" y de tolerancia hacia las manifestaciones estudiantiles registradas ese año.

Tras su muerte, el 15 de abril de 1989, estudiantes de la Universidad de Pekín y de otros centros del país, en su mayoría afiliados o cercanos al PCCh, marcharon sobre las calles de la capital china para pedir que la figura de Hu fuera restituida y que se le hiciera un funeral digno de un jefe de Estado.

A esas peticiones iniciales, que se enmarcaban dentro de la política interna del PCCh, se añadieron exigencias de libertad y democracia en semanas posteriores, hasta que las protestas fueron reprimidas en la matanza de Tiananmen, en la madrugada del 3 al 4 de junio de 1989, que dejó más de cien muertos. Algunas fuentes hablan de miles.

El homenaje a Hu es el primero que el gobierno va a dar al fallecido político tras 16 años de silencio, y parece indicar un cambio de actitud de Pekín respecto a la figura del reformista, que después de su muerte fue prácticamente "borrado" de los anales políticos chinos.

Preguntado por EFE sobre cuál es actualmente la postura oficial de Pekín respecto a Hu Yaobang, el portavoz de Asuntos Exteriores pidió "paciencia" y prometió que "próximamente habrá una declaración oficial sobre su figura".

También se planean otros actos, como la construcción de un monumento en memoria de Hu en su ciudad natal, Liuyang (provincia central de Hunan), según informó este lunes el diario independiente South China Morning Post.

Hu, nacido en 1915, fue amigo personal de Deng Xiaoping desde los años cuarenta, cayó como él en desgracia durante la Revolución Cultural, en los años sesenta, y también regresó al poder con él en los ochenta.

Los analistas se preguntan por qué Pekín ha decidido rehabilitar su figura.

Algunos analistas consideran que la decisión de rehabilitar su figura es una operación de lavado de cara de China, un país que se ha hecho un hueco en la economía y la política internacional. Otros piensan que los líderes chinos quieren recuperar una de las ideas de Hu: su opinión de que el gobierno de China y el PCCh deben ser dos cosas distintas, no como hasta ahora.

El 17 de enero de este año falleció en Pekín otro conocido líder reformista, Zhao Ziyang, quien sustituyó a Hu en la secretaría general en 1987 y fue igualmente purgado en 1989, después de reunirse con estudiantes de Tiananmen y defender su causa.

Tras su muerte, y ante el temor a que ésta desembocara en protestas similares a las de Hu en 1989, la prensa oficial minimizó la noticia y Pekín celebró un funeral con presencia de líderes chinos, al que no permitió la entrada de la prensa extranjera.

Mientras la sociedad china, centrada desde hace dos décadas en el desarrollo económico, parece haber olvidado casi por completo la matanza de Tiananmen, los líderes comunistas chinos aún aseguran que las manifestaciones fueron organizadas por contrarrevolucionarios.

"El desarrollo de los últimos 15 años ha demostrado que la decisión o juicio final fue correcto", llegó a decir el gobierno chino poco después de la muerte de Zhao Ziyang.

Aunque la mayoría de los líderes que ordenaron la intervención militar en la plaza ya no están el poder, organizaciones pro derechos humanos piden a Pekín que revise su postura sobre Tiananmen y reconozca que hubo una masacre contra civiles desarmados.

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