Tensa reunión del gobierno y movimientos cívicos para superar la crisis política
Morales defiende que se apruebe por mayoría una nueva Carta Magna. Las organizaciones piden respeto a la ley que exige dos tercios de los votos.
El presidente Evo Morales y sectores que se oponen a un reglamento que le da al oficialismo el control de la aprobación de una nueva Carta Magna en la Asamblea Constituyente, iniciaron el domingo un diálogo en un clima tenso tras ataques del mandatario a sus interlocutores, informó la AP.
Morales acusó en la reunión a los dirigentes del movimiento cívico de propagar "mentiras", defender posiciones "mezquinas" y actitudes "antidemocráticas" y de estar vinculados con partidos opositores.
El presidente dio a entender que no variará su posición respecto al mecanismo de aprobación en la Asamblea de la nueva Constitución.
Las organizaciones civiles habían solicitado de que se respete la ley de convocatoria a la Asamblea, que señala que la nueva constitución debe ser aprobada por dos tercios y no por mayoría absoluta, como quiere el oficialismo.
Las declaraciones de Morales causaron molestia entre los dirigentes cívicos departamentales.
"No hemos venido a medir fuerzas, ni a culparnos entre nosotros", dijo el vicepresidente del Comité Cívico de Cochabamba, Luis Bellot.
La oposición y los propios dirigentes de los influyentes comités cívicos departamentales que pidieron el diálogo han recordado que Morales ordenó públicamente a los constituyentes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) que su mayoría aprobara la polémica disposición, y consideran que el presidente también puede instruir la anulación.
En varias ocasiones el mandatario se dirigió a los telespectadores antes que a los dirigentes, pues sus intervenciones fueron transmitidas en directo por la red estatal de televisión TVB desde la sede de la Asamblea, la ciudad de Sucre.
Allí, 11 mujeres representantes de la oposición en el foro cumplen una huelga de hambre desde hace cinco días, mientras medio millar de personas realizan el ayuno en varias ciudades del país, exigiendo al gobierno el respeto a los dos tercios.
Morales insistió en que "lo que no está prohibido por la ley, está permitido", para defender su posición de que la aprobación de la nueva constitución debe hacerse por un sistema mixto, que no está contemplado ni en la actual carta constitucional ni en la ley de convocatoria a la Asamblea, promulgada por el mandatario en marzo.
La ley señala que para la aprobación del texto constitucional serán necesarios dos tercios de los votos de los 255 asambleístas; pero el Movimiento al Socialismo de Morales aprobó el 17 de noviembre una disposición en la Asamblea que le permite por sí sola aprobar la nueva constitución.
En la reunión también estuvieron presentes los miembros del directorio de la Asamblea Constituyente, entre oficialistas y opositores.
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