Venezuela

Revolución por cable

La Habana y Caracas planean abrir una nueva vía de exportación ideológica, dentro de un maremágnum de 'acuerdos de cooperación'.

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Expertos en el ámbito petrolero han considerado que los acuerdos son desfavorables para Venezuela, tanto que han intentado su impugnación ante el Tribunal Supremo de Justicia por carecer de la previa aprobación de la Asamblea Nacional, según establece la Constitución.

Más aún, José Toro Hardy ha calificado el intercambio como un trueque. "Venezuela —ha dicho el experto en materia de hidrocarburos— no puede seguir con esta regaladera. La prioridad de Venezuela debemos ser los venezolanos y, en particular, los pobres de Venezuela".

Seis años más tarde, se han suscrito 16 nuevos convenios que contemplan la constitución de empresas mixtas en las áreas de construcción de puertos, seguros, la producción de acero inoxidable en Venezuela, el financiamiento de una planta eléctrica, incluso entidades especializadas en créditos marítimos, y la ejecución de estudios conjuntos en la zona económica exclusiva del Golfo de México. El intercambio comercial entre los dos países llegó a 2.640 millones de dólares en 2006.

Petropolítica y megalomanía

Las autoridades norteamericanas han expresado preocupación por los estrechos lazos entre Cuba y Venezuela. En 2004, el entonces portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher, llegó a asegurar que inquietaba a Estados Unidos "que un país con una tradición democrática como Venezuela quisiera fortalecer sus lazos con el único régimen no democrático y con la única economía cerrada del hemisferio".

Según el último informe emitido en 2006 por la Comisión de Asistencia para una Cuba Libre, dirigida por la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, "hay claras señales de que el régimen está usando dinero provisto por el gobierno venezolano de Chávez para reactivar sus redes en el hemisferio y subvertir a gobiernos democráticos".

Hoy trabajan en Venezuela más de 26.000 médicos cubanos, tal y como lo recordó el vicepresidente Carlos Lage, y 3.000 entrenadores deportivos, según el convenio de cooperación energética. Además, 300.000 venezolanos han viajado a la Isla por la Misión Milagro, para recibir tratamiento oftalmológico.

La Habana es tan sólo uno de los destinos del financiamiento que el gobierno venezolano ha entregado a otros países, como parte de una estrategia internacional calificada por algunos como petropolítica.

Chávez ha comprado bonos de la deuda de Argentina y Ecuador, financia obras sociales en Bolivia y Uruguay, ha condonado las deudas de Guyana y Nicaragua, e incluso entregó cinco millones de dólares a los damnificados por el huracán Katrina en Estados Unidos. Todo a cuenta de los ingresos por la producción de crudo.

Está claro que la política de exportación de la revolución socialista de Hugo Chávez sólo podrá sostenerse en el tiempo en un escenario con altos precios del petróleo, de lo contrario los planes de inversión en Cuba y Latinoamérica no tendrán el soporte económico para materializarse. Sobre todo, en momentos en los que se discute en la Isla, una de sus principales aliadas en el continente, la posible sucesión de Fidel Castro a propósito de su delicado estado de salud.


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