La clase política se prepara para la posible renuncia de Olmert

La clase política israelí empezaba a prepararse este martes para la posible renuncia o suspensión del primer ministro, Ehud Olmert, investigado por la policía por un caso de corrupción y que podría ser inculpado por el procurador general, Menahem Mazouz, informó la AFP.

Olmert —sometido ya a tres investigaciones policiales— es sospechoso de haber recibido importantes sumas de dinero de un empresario estadounidense, al parecer para financiar algunas de sus campañas electorales, según el diario Yediot Aharonot.

El clima de incertidumbre sobre su futuro se acrecentó por el secreto mantenido por quinto día consecutivo en cuanto a las sospechas que pesan sobre el jefe de gobierno israelí, interrogado el viernes durante hora y media por los investigadores.

Varios diarios pidieron ante un tribunal de Jerusalén el levantamiento total o parcial del secreto, pero la Justicia se limitó a permitir que fuera revelado que "un sujeto extranjero" había sido interrogado como testigo, sin precisar su identidad.

Otro tribunal de Tel Aviv decidió mantener en secreto los otros elementos del caso hasta el 11 de mayo.

"Tenemos en cuenta el derecho a la información, pero hay que considerar también las necesidades de la investigación", afirmó anteriormente el jefe de policía, Dudy Cohen. "Las investigaciones de los últimos años son la prueba de que nadie, sea cual fuera su función, está por encima de las leyes", agregó.

La ex directora de gabinete de Olmert, Shoula Zaken, bajo arresto domiciliario, fue interrogada por cuarta vez este martes, indicó la radio pública. La radio militar dijo que la ministra de Relaciones Exteriores israelí, Tzipi Livni, miembro del partido centrista de Olmert, Kadima, es la que tiene mayor probabilidad de sucederle.

Desde ya se multiplican las maniobras políticas. Los diarios indicaron que el partido ultra-ortodoxo Shass, con 12 diputados en la Knesset (de 120 escaños), hizo saber que está de acuerdo en permanecer en un gobierno dirigido por Livni, siempre y cuando no cuestione el status quo de las relaciones entre religiosos y laicos. Los responsables de Kadima, que no desean acompañar a Olmert en una caída eventual, empezaron a evocar diversos guiones para después de su partida.

La radio pública señalo las "dudas" del jefe del Partido Laborista y ministro de Defensa, Ehud Barak. Barak no puede pretender remplazar a Olmert durante la actual legislatura porque no es diputado, pero tampoco quiere provocar elecciones anticipadas por temor a favorecer el regreso al poder del jefe de la derecha y ex primer ministro, Benjamin Netanyahu, favorito, según los sondeos.

Netanyahu cuestionó el lunes, en un debate en el parlamento, el derecho de Olmert a encabezar las discusiones de paz. "¿Es ético que Olmert negocie con los palestinos mientras está siendo investigado?", preguntó.

El domingo pasado Olmert afirmó que quiere "cooperar" con los investigadores y expresó su confianza en el resultado de la investigación denunciando a la vez la propagación de "rumores malintencionados".

Olmert es igualmente sospechoso de transacciones inmobiliarias fraudulentas y de nombramientos políticos abusivos.

"Es posible que sea el fin" para Ehud Olmert, tituló el domingo el diario Maariv, mientras que el Yediot Aharonot señaló que la acumulación de investigaciones "dejaron al primer ministro sin la autoridad moral y el respeto que deberían ir asociados a su función".

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