Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Mentiras, Trump, Coronavirus

Los engañosos comentarios de Trump

Se sabe que el presidente de EEUU es un mentiroso patológico, pero ahora su mentir continuo amenaza la salud de los estadounidenses

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“Pudiera cambiarlo todo”. “Muy interesante”. “La forma en que actuaron con ese tipo de velocidad es algo increíble”. “Muy poderoso”. “Esto pudiera ser un logro tremendo. Tremendo”. “Vamos a hacer que la medicina esté disponible casi inmediatamente”. “Promete enormemente”.

Esas son algunas de las mentiras que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, repite a diario. Así es Trump, inflando expectativas sobre el fin de la crisis del coronavirus con sus relatos optimistas sobre una enfermedad que se está diseminando rápidamente sin medicamentos aprobados para tratarla, ninguna medicina preventiva, ninguna cura y sin suficiente equipo para ayudar a todos los enfermos.

Trump encabezó diariamente los encuentros con la prensa de la fuerza especial del coronavirus en la Casa Blanca esta semana, tratando de presentarse como un presidente de tiempos de guerra y haciendo una serie de declaraciones sobre la pandemia que fueron problemáticas y simplemente erróneas, informa la AP.

Los funcionarios de salud pública que estaban con él retractaron algunas de esas declaraciones. Especialmente, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas, quien habló enérgicamente para enfriar esas expectativas.

Seguidamente, una mirada a la retórica de Trump:

TRUMP: “Vamos a hacer que la medicina esté disponible casi inmediatamente y eso es lo que la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) ha estado haciendo de manera tan excelente. Ellos han pasado por el proceso de aprobación. Ha sido aprobado”. Reunión el jueves.

LOS HECHOS: No es cierto que se haya aprobado un nuevo medicamento y que está listo para ser distribuido.

La medicina de la que habla, conocida químicamente como cloroquina, ha estado disponible desde hace décadas y se la usa para tratar la malaria. Técnicamente, los médicos pueden recetarla para los enfermos con COVID-19, pero Trump indicó falsamente que la FDA había autorizado la medicina específicamente para la pandemia. Eso significaría que el medicamento había satisfecho los requerimientos de la agencia para seguridad y efectividad.

Minutos más tarde, el comisionado de la FDA, doctor Stephen Hahn, enfatizó que la medicina aún requiere pruebas para determinar si puede ayudar a los pacientes. Dijo que la cloroquina tendría que ser probada en “un vasto estudio clínico pragmático para conseguir información real”.

Las pruebas de medicamentos habitualmente requieren centenares de miles de pacientes e, incluso cuando se las acelera, toman de semanas a meses para completarlas. En sus declaraciones, Hahn advirtió que no se debe dar a los pacientes “esperanzas falsas” antes de que las medicinas sean completamente autorizadas.

Aunque la cloroquina ha mostrado indicios prometedores en estudios preliminares de laboratorio, algunos expertos dudan de que vaya a resultar efectiva en ensayos con seres humanos.

“Pienso que va a cambiar las cosas o quizás no”, dijo Trump al hablar del medicamento.

Pero la FDA reiteró en una declaración horas después que no existen “terapias ni medicinas aprobadas por la FDA para tratar, curar ni prevenir la COVID-19”.

TRUMP: “Si la cloroquina o la hidroxicloroquina resultan, o cualquier otro de los medicamentos que están estudiando que no están tan avanzados ... los números van a bajar muy rápidamente”.

LOS HECHOS: Los medicamentos a los que se refiere son para tratar a personas ya enfermas. Eso no previene la diseminación del virus. Un estudio está probando la cloroquina para proteger a los trabajadores de salud, porque probablemente no habrá una vacuna antes de un año o más. Es demasiado pronto para tener mucha esperanza en esa y otras medicinas.

TRUMP, sobre el uso de la medicina de la malaria contra la COVID-19: “Los resultados y otras pruebas han sido muy prometedores. Tremendamente prometedores”. Reunión el jueves.

LOS HECHOS. “No. La respuesta es no”. Eso fue lo que dijo Fauci el viernes cuando se le preguntó si existía evidencia de que esa medicina es útil contra la COVID-19.

Añadió que las esperanzas sobre la medicina están basadas en información “anecdótica”. “No fue realizado en una prueba clínica controlada, así que no se puede hacer una declaración definitiva”.

TRUMP: “Hoy, anuncio además que el Departamento de Viviendas y Desarrollo Urbano va a proveer inmediatamente ayuda a inquilinos y dueños de viviendas, suspendiendo todas las ejecuciones de hipotecas y los desalojos hasta el final de abril”. Conferencia de prensa el miércoles.

LOS HECHOS: Su garantía sobre los inquilinos es engañosa. La mayoría de los inquilinos no están protegidos de desalojo si no pueden hacer sus pagos en abril.

Bajo el plan del departamento de viviendas para la pandemia, los desalojos y ejecuciones de hipotecas cesarían por 60 días para viviendas unifamiliares con préstamos obtenidos a través de la Administración Federal de Viviendas. Eso es aplicable a unos 8 millones de viviendas, de acuerdo con el departamento y la mayoría no son alquiladas. Andrea Shapiro, del Metropolitan Council on Housing, un grupo de activismo basado en Nueva York, dijo que las nuevas protecciones solamente ayudan a un pequeño número de personas.

Las mentiras de Trump, su menosprecio de la ciencia y los científicos, su afirmación de que los funcionarios públicos no políticos son parte del “Estado profundo”, su falta de credibilidad, su inclinación por el oportunismo político sobre las necesidades de la nación, su abrazo patológico de la hipérbole, su deleite al crear confusión pone a la nación en grave peligro a la luz de la creciente pandemia escribe Henry A. Giroux en counterpunch.

Trump nombró a un fanático religioso, Mike Pence, para encabezar el ataque. sobre la crisis del coronavirus. Pence no es simplemente incompetente, dadas las políticas que sancionó durante la crisis de opioides y VIH mientras era gobernador, también es una prueba viviente del alza del fanatismo religioso desde los márgenes a los centros de poder.

Trump minimizó la urgencia de la pandemia y trató de que no se pudiera cuantificar el alcance del mal para no afectar los mercados bursátiles. Obsesionado con la lealtad, se ha rodeado de un grupo de ineptos que tratan de ocultar las malas noticias para no molestar a su “líder”. El presidente colocó en el gabinete, como asesor económico, a Larry Kudlow, quien llegó a afirmar que la propagación del virus era casi inexistente, que Estados Unidos estaba casi herméticamente cerrado a su entrada, a pesar de las pruebas crecientes de lo contrario.

Después de meses de minimizar la amenaza a EEUU, durante la pasada semana Trump se dedicó a enfatizar posibles curas y rápidas soluciones al problema de las pruebas.

El espectáculo de un presidente que se autodenomina en “tiempos de guerra” podrá funcionar en alguna medida ante las cámaras. pero detrás de la escena continúa la situación caótica en que funcionarios pierden su tiempo tratando de atender las solicitudes presidenciales, que a veces parecen caprichos, mientras. dejan a un lado los desafíos a más importantes.


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