¿Radical o moderada?

Una fiscal demasiado entusiasta que intenta ocultar su pasado combatiendo el delito, pero que también es débil en la lucha contra el crimen. La elección más radical para vicepresidente de la historia, pero demasiado moderada para energizar a los demócratas progresistas.

La campaña del presidente Donald Trump está luchando por definir a la senadora de California Kamala Harris, la recién anunciada compañera de fórmula del rival demócrata Joe Biden, informa la Associated Press.

Al igual que Biden, Harris ha adoptado posturas relativamente moderadas a lo largo de su carrera en temas como el cuidado de la salud y la aplicación de la ley. Eso complica los crudos esfuerzos de la campaña de Trump para representar a la candidatura demócrata como fuera de sintonía con el país.

Con Trump rezagado en las encuestas menos de 90 días antes de las elecciones, su equipo se enfrenta a una decisión fundamental. ¿Intentan impulsar su propia base y ahuyentar a los moderados pintando a Biden y Harris como socialistas radicales? ¿O pretenden deprimir el entusiasmo entre la base demócrata argumentando que Biden y Harris son oportunistas e insuficientemente liberales?

Biden y Harris no pueden ser ambas cosas. Pero eso no ha impedido que Trump y sus aliados el que intenten que estas representaciones incongruentes se mantengan.

“Claramente, ‘Falsa’ Kamala abandonará su propia moral, así como tratará de enterrar su historial como fiscal, para apaciguar a los extremistas antipoliciales que controlan el Partido Demócrata”, dijo la asesora principal de campaña Katrina Pierson en la primera declaración de campaña de Trump. respondiendo a las noticias.

Durante su programa de Fox News el martes, el presentador Sean Hannity llamó a Harris el “compañero de fórmula más radical de todos los tiempos”. Al mismo tiempo que se hizo eco de ese mensaje, el Comité Nacional Republicano (RNC) también trató de enmarcarla como insuficientemente liberal, declarando alegremente: “los liberales se rebelan contra Biden y el boleto de Harris”.

Algunos republicanos dijeron que este mensaje no era coherente.

“Entonces, para resumir: Kamala Harris es una policía, que es una extremista anti-policía. Una izquierdista radical, que está causando una ‘revuelta’ entre los votantes de Bernie. Una farsante, que fue demasiado desagradable con Joe Biden. ¿Entendido?”, escribió Tim Miller, quien anteriormente se desempeñó como asesor principal de un comité de acción política anti-Trump y como portavoz del RNC.

Un funcionario de la campaña de Trump, que habló bajo condición de anonimato para discutir la estrategia, dijo que los mensajes contradictorios estaban dirigidos a diferentes audiencias. La campaña busca animar a sus propios partidarios contra los “radicales” y sembrar la apatía entre los demócratas, dijo el funcionario.

En su propia respuesta, Trump ha vuelto a su manual de jugadas sucias habitual, recurriendo a ataques sexistas y racistas. En repetidas ocasiones ha llamado a Harris “desagradable” y se ha apoyado en apelaciones que parecen estar estancadas en una versión ficticia de la década de 1950.

“La ‘ama de casa de los suburbios’ votará por mí. Quieren seguridad y están encantados de que terminé con el programa de larga duración donde las viviendas para personas de bajos ingresos invadirían su vecindario. ¡Biden lo reinstalaría, en una forma más grande, con Corey Booker a cargo!”, tuiteó el miércoles, refiriéndose al senador de Nueva Jersey y exalcalde de Newark, Nueva Jersey, quien también es negro.

El portavoz de la campaña de Biden, Andrew Bates, acusó a Trump de luchar “en vanos intentos de dividir al pueblo estadounidense y distraer al país de su devastadora mala gestión con mentiras torpes e intolerantes”, y lo llamó “estupefacto después de la selección de Joe Biden de una fuerte compañera de boleta de quien él mismo dijo que no hace dos semanas que sería una ‘buena elección’”.

Trump dijo a los periodistas el martes que Harris era su “pimer preferencia en la selección” y que pensaba que ella ayudaría a sus perspectivas políticas. Pero en privado ha expresado dudas.

Cuando el Air Force One regresó a Washington de un fin de semana en Nueva Jersey el domingo por la noche, Trump se dirigió a los miembros de mayor nivel de su equipo y a los amigos reunidos en el avión, para discutir la inminente elección de Biden. Al evaluar el campo demócrata, Trump dijo que pensaba que la representante por California Karen Bass o la exasesora de seguridad nacional Susan Rice le darían a él el mayor impulso, según dos funcionarios de la Casa Blanca y republicanos cercanos al presidente que hablaron con The Associated Press bajo condición de anonimato, porque no estaban autorizados a discutir públicamente las conversaciones privadas.

Los repetidos ataques de Trump contra la “Torcida” [deshonesta] Hillary Clinton tuvieron un efecto devastador en su campaña en 2016. Cuatro años después, la falta de un mensaje claro y coherente podría presagiar problemas.

La campaña de Trump ha estado conspirando durante casi dos años para caracterizar al candidato demócrata, y a su supuesto compañero de fórmula, como comprometidos con la “izquierda radical”. Eso podría haber obtenido fuerza y fundamentación si los líderes progresistas Bernie Sanders o Elizabeth Warren hubieran ganado la nominación. No fue así.

Pero es un caso más difícil de presentar contra Biden, quien no adoptó “Medicare para todos” durante las primarias demócratas y se ha resistido a las llamadas más recientes de algunos activistas para desfinanciar a la policía.

Harris dirigió su propia campaña para la nominación demócrata como relativamente moderada. La exfiscal general de California también se desempeñó como fiscal de distrito en San Francisco, y su historial en la aplicación de la ley fue objeto de escrutinio y rechazó por algunos liberales y votantes negros más jóvenes, que la veían fuera de sintonía en temas de racismo en el sistema legal y brutalidad policial.

Sin embargo, en una conferencia telefónica con reporteros que respondieron a las noticias el martes por la noche, la campaña de Trump continuó impulsando la narrativa de que Harris es una “izquierdista” que impulsa una “agenda radical”.

“Esto ha completado la toma del partido por la izquierda y de su agenda radical”, dijo la senadora Marsha Blackburn, republicana por Tennessee, quien afirmó que Harris “será la candidata de izquierda más liberal a la vicepresidencia que nuestro país haya visto”, y citó su apoyo al grupo Black Lives Matter.

“Con este movimiento de izquierda”, predijo, “lo que verás es un montón de madres preocupadas por la seguridad de sus familias, que están por todo el país y que van a decir: ‘¿Sabes qué? La ley y el orden son importantes para mí… La seguridad en nuestras comunidades es importante y no quiero a alguien que diga que no va a ser duro con los criminales empedernidos’”.

En la misma llamada, Pierson fue tras el historial de Harris como fiscal general, diciendo que “ella luchó para mantener a los presos encerrados en prisiones abarrotadas para que pudieran ser utilizados como mano de obra barata” y que ella “defendió las leyes que metían a los padres en la cárcel y enjuiciaban a los enfermos mentales”.

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