Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Israel

Renuncia ministro israelí tras un informe sobre la guerra del Líbano

El primer ministro, Ehud Olmert, enfrenta reclamos para que dimita, tras la divulgación de un informe que critica duramente los errores de la guerra contra Hezbolá.

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El ministro del gabinete israelí renunció el martes en protesta por la negativa del primer ministro, Ehud Olmert, a dimitir, luego que un informe oficial lo hallara culpable de graves errores en la guerra contra Hezbolá, en el Líbano, el año pasado.

El ministro sin cartera Eitan Cabel, del Partido Laborista, renunció el martes e instó al primer ministro a hacer lo propio, informó la AP.

"Él debe asumir la responsabilidad", dijo Cabel en una conferencia de prensa. "Yo no puedo permanecer más en un gobierno encabezado por Ehud Olmert".

Las conclusiones del informe, más graves de lo que revelaban las filtraciones de los últimos días en la prensa, acusan también duramente al ministro de Defensa, Amir Peretz, y al ex jefe del estado mayor, Dan Halutz, que renunció en enero.

Olmert, desafiante, señaló que no renunciará tras la divulgación del informe, el lunes, pese a que la investigación concluyó que el primer ministro tuvo errores de criterio al dirigir el conflicto.

La portavoz Miri Eisin confió en que Olmert podría recuperar su autoridad erosionada.

"Él está absolutamente al tanto de la falta de confianza pública, pero siente que en vez de entrar en un periodo de turbulencia, debe ser quien atienda los problemas", dijo Eisin este martes. "Él piensa que mediante sus acciones, llegará el apoyo del público".

Los editoriales y artículos de los diarios israelíes exigieron que Olmert renuncie, tras señalar que ha perdido la confianza del pueblo.

El informe divulgado el lunes "no contiene siquiera una palabra de indulgencia en la que pudiera apoyarse el primer ministro a fin de prolongar su periodo", señaló el diario Haaretz en un editorial. "Va de salida", encabezó el diario Maariv. "Una pistola en la sien", tituló en su portada Yediot Aharono.

Pese a las críticas severas, Olmert sigue siendo el jefe de un gobierno amplio de coalición, cuyos miembros parecen reacios a arriesgar sus propios puestos si se celebran nuevas elecciones.

Olmert, del Partido Kadima, convocó a una reunión de emergencia de su gabinete para el miércoles, a fin de discutir la investigación sobre la guerra en el Líbano. El Kneset o parlamento programó también una sesión especial para el jueves.

El Kadima y el partido Laborista son las dos facciones más grandes de la coalición gobernante.

Olmert llevaba apenas unos meses en el puesto cuando estalló el enfrentamiento, luego que los miembros de Hezbolá en Líbano mataron a tres soldados y capturaron a otros dos en una incursión en Israel, el 12 de julio.

El primer ministro delineó dos objetivos principales: Rescatar a los soldados y derrotar a Hezbolá. Ninguna meta se cumplió luego de 34 días de combates.

De acuerdo con AFP, los vientos contra Olmert comenzaron a soplar incluso en el Kadima. Los miembros de esta organización centrista, incluyendo a algunos ministros, sugirieron que pedirán a su jefe que deje el poder.

"Es una cuestión de días antes de que alguien en el Kadima pida abiertamente a Olmert que renuncie", afirmó un dirigente del partido que solicitó el anonimato.

Una encuesta difundida el lunes al anochecer por la radio pública confirmó que cerca del 70% de las personas interrogadas quería la renuncia de Olmert, contra un 15% que consideró que debía permanecer en el cargo.

Una gran manifestación llamando a la renuncia del primer ministro y de Amir Peretz está prevista el jueves en Tel Aviv, convocada fundamentalmente por organizaciones de izquierda y de derecha, de asociaciones de miembros de la reserva y de familias de unos 160 soldados y civiles muertos el verano pasado en Líbano.

Finalmente, un recurso fue presentado este martes ante la Corte Suprema de Israel para destituir a Olmert.